Lecciones electorales para la oposición
Los ejercicios democráticos del pasado 18 de octubre no sólo demostraron las diferencias entre las labores que se deben realizar para ganar unas elecciones locales y unas federales, también dejaron en claro la importancia de la organización interna de los partidos
Rubén Zermeño y Ernesto SantillánLos ejercicios democráticos del pasado 18 de octubre dejaron tanto al partido en el poder como a la oposición muchas enseñanzas.
La primera de ellas, es que las dinámicas de las elecciones locales y las federales son muy distintas.
“La victoria es un reflejo del trabajo del PRI en lo local. Además, se debe tomar en cuenta que en estas elecciones, por sus características, los gobernadores tienen muchos incentivos para meter todo el aparato del estado y operar. Se eligió un congreso, órgano encargado de aprobar la cuenta pública, y en otro los municipios, lugares importantes para los titulares de los estados para no perder terreno”, explica el analista político Augusto Reynaud.
La segunda, que la popularidad del presidente, cuando son comicios locales, no se traduce directamente en votos, y la tercera, la importancia de la organización al interior de los partidos.
“Lo cierto es que Morena está muy desarticulada. Hemos visto el pleito por el que atraviesa con el tema de la renovación de la secretaría general y presidencia del partido, entonces también hay que considerar que no llegaron en su mejor momento”, opina Reynaud.
Mientras que Nicolás Loza, asegura que el conflicto interno del partido guindo es tanto local como nacional.
“Los conflictos por la dirigencia que todos tenemos en mente en este momento, son similares a los que se viven en Coahuila, por ejemplo, una entidad en la que Morena no tiene una dirigencia clara y mantiene diversos altercados entre grupos de militantes.
“Dada esta realidad organizativa de Morena, la cual se replica en al menos 14 otros estados del país donde no hay una dirigencia definitiva y sí mucho desorden, rivalidades y poco trabajo de campo, lo que estamos viendo a nivel nacional es solo la punta del iceberg.
“Entonces con todos estos problemas de fondo, fue difícil poder capitalizar su popularidad como partido o la del presidente en estas elecciones”.
En cuanto a los activistas y políticos de oposición, lo sucedido el pasado domingo les debe servir para entender que para el 2021, si quieren tener buenos resultados, tienen que pasar menos tiempo en las redes sociales, en columnas de opinión y más tiempo recorriendo el territorio
“Hemos visto que, sobre todo en las ciudades, le apuestan a esto que llamamos las campañas de aire: por medios y redes sociales y esta elección nos deja muy clara la diferencia entre las estructuras offline y las online; y en las elecciones locales son las offline realmente las que marcan la diferencia”, asegura Reynaud.
Victoria parcial
Los logros del Partido Revolucionario Institucional en las elecciones de Coahuila e Hidalgo no se deben demeritar, sin embargo, tampoco deben hacer más grande la “derrota” de Morena de lo que es, asegura el analista político por la UNAM, Salvador Mora.
“A estas altura no se puede asegurar que el partido guinda se encuentra derrotado o que ha perdido fuerza para el próximo año. De hecho, si comparamos estos resultados con otros ejercicios, nos daríamos cuenta de que a pesar de que no se dio una victoria para Morena como la del 2018, sí avanzó en distintos sentidos.
Con esto coincide Nicolás Loza, quien platica que en el caso de Coahuila, por ejemplo, si se comparan con los comicios del 2014, el PRI obtuvo una preferencia cercana al 59 por ciento y ahora va a tener menos del 50 por ciento. En este sentido, dice que es un retroceso.
“Parcialmente si hay logros. En Coahuila, por ejemplo, que Morena pase a ser segundo lugar con casi el 20 por ciento de los votos, mande al PAN a tercer y el PRD no le haga ni cosquillas, son situaciones que se pueden considerar victorias.
El rumbo de la oposición
Independientemente de que el PRI haya ganado, hay que preguntarse si ese partido que triunfó realmente será oposición al presidente.
“En ambos estados ganaron mucho, pero si los gobernadores con todo lo que ganaron se mantienen en la línea del titular del Ejecutivo, pues entonces no importa mucho al final quién haya ganado. Por este motivo considero que es una victoria parcial para el PRI y una derrota parcial para Morena.
“No me imagino al gobernador de Hidalgo poniéndose en contra del presidente por mucho que haya ganado su partido”, ejemplifica.