Hasta los diputados federales y los asambleístas incumplen con la Norma Ambiental 24 que desde el pasado sábado 8 de julio dicta separar los residuos sólidos en la Ciudad de México y que es de carácter obligatorio.
En un recorrido por el Palacio Legislativo de San Lázaro, Reporte Indigo pudo constatar que la cantidad de botes de basura separados por categoría de desechos es mínima, y solo fueron localizados cuatro contenedores en el patio central y uno más en la entrada principal.
Sin embargo, tanto en las oficinas, como en los pasillos de los edificios legislativos, incluso en el acceso a los mismos, solamente se cuenta con botes de basura convencionales. Tampoco hay contenedores categorizados en las casetas de acceso.
Por ejemplo, si un diputado quisiera depositar de manera separada sus residuos, tendría que bajar dos o tres pisos en elevador o por escalera, salir al patio central y separar la basura en alguno de los cinco botes clasificados en: orgánicos; botellas de plástico; latas, vidrio y tetrapak; papel y cartón; y otros.
La Norma ambiental es de “observancia obligatoria para generadores de residuos, personas físicas o morales, de carácter público o privado, dependencias, entidades, órganos políticos administrativos desconcentrados y en general para toda la Administración Pública del Distrito Federal”.
Trabajadores de limpieza de la Cámara de Diputados confirmaron que la basura proveniente de las oficinas tanto de los legisladores como de los trabajadores de la Cámara no viene separada.
E incluso en muchas ocasiones, aún la proveniente de los contenedores categorizados sigue revuelta, sin respetar las cuatro clasificaciones del Gobierno de la CDMX.
“La gente llega, ve un bote y tira lo que tenga”, señala Gustavo, uno de los trabajadores del departamento de limpieza de la Cámara de Diputados.
Doble trabajo
Tras colocar los desechos en bolsas grandes, éstas son llevadas al depósito de desechos sólidos localizado en la parte posterior del estacionamiento del recinto, donde todos los días personal de la Delegación Venustiano Carranza los recoge.
Aunque hay una bodega con contenedores para hacer la separación en las cuatro categorías que determinó el Gobierno de la Ciudad (orgánicos, inorgánicos reciclables, inorgánicos no reciclables y manejo especial y voluminoso) éstos aún no se encuentran funcionando y la basura se apila en bolsas en el exterior, sin separar, en espera de que el servicio de recolección de la Delegación pase por ella.
“Así me llega y yo la tengo que separar, viene toda revuelta. Nos están haciendo trabajar doble, yo siento que ni van a servir esos contenedores”, asegura Alfonso, trabajador del servicio de recolección de la Delegación Gustavo Carranza.
En el área destinada para la basura se puede constatar que la Cámara de Diputados no entrega los desechos separados y son los trabajadores de la Delegación quienes tienen que hacer la separación antes de llevársela, aún cuando la administración del Palacio Legislativo es la responsable de entregarlos de esta forma
En las grandes bolsas de plástico transparente hay mezclados vasos desechables de plástico y unicel, papelería, botellas de plástico, papel de baño, colillas de cigarro y restos de comida, todo mezlcado.
“A nosotros ya no nos dan permiso de tirarla así, ya la tenemos que llevar separada”, recalca Alfonso.
Lejos de poner el ejemplo, cuatro días después de que entró en vigor la Norma Ambiental los diputados la incumplen de manera grave.
Un lugar para cada basura
De acuerdo a la Norma Ambiental 24, así deben clasificar los capitalinos los desechos que generan:
>> Orgánicos
Flores, pasto, hojarasca, restos de comida, cáscaras de fruta, verdura y hortalizas, cascarón de huevo, restos de café y té, pan, tortillas, golosinas, cenizas, viruta de lápiz, aserrín, huesos, servilletas de papel usadas, heces de animales
>> Inorgánicos reciclables
Papel, cartón, plástico, vidrio, metales, ropa y textiles, envases tetrapack
>> Inorgánicos no reciclables
Cigarros, curitas, toallas sanitarias, calzado, unicel
>> Manejo especial y voluminoso
Televisores, computadoras, celulares, colchones, muebles rotos, refrigerados y lavadoras
ALDF y Gobierno de la Ciudad, a medias
En un recorrido en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se pudo comprobar que desde la entrada, a un lado de la mesa de registro, hay tres contenedores separados para orgánicos, inorgánicos y plásticos.
En los pasillos de las oficinas y los accesos al pleno de la Asamblea se observan basureros para basura orgánica e inorgánica, aunque en las oficinas y en los salones hay botes de basura convencionales.
Ante la falta de los contenedores debidamente categorizados según la Norma de la Sedema, los residuos en su totalidad son separados por el personal de limpieza de la ALDF en el sótano del recinto.
Allí, los trabajadores y trabajadoras separan en primer lugar todo el PET, asegurándose de que quede libre de líquido y debidamente compactado; lo mismo pasa con el cartón, ya que ambos materiales son recolectados por la asociación civil Ecoce para su reciclaje.
El resto de los desechos inorgánicos no reciclables, como el papel de baño, y los desechos orgánicos y restos de comida son debidamente separados antes de que los recolectores de la Delegación Cuauhtémoc se los lleven.
En las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México ubicadas en la Plaza de la Constitución sí hay un buen número de contenedores ya con la categorización que ordena la Norma Ambiental: orgánicos, inorgánicos reciclables e inorgánicos no reciclables.
Los contenedores son visibles desde la entrada al recinto a un lado del registro, junto a los elevadores, en pasillos y en las áreas de trabajo.
En una de las esquinas del estacionamiento está dispuesto el espacio para la acumulación de los desechos, aunque no existen contenedores para separarlos, por lo que la mayoría de las bolsas son simplemente colocadas en el suelo.
Aún cuando en todo el recinto hay contenedores separados, los empleados de limpieza hacen una separación más exhaustiva de manera diaria antes de entregar los desechos sólidos a los recolectores.