En un acto de oración presidido por el cardenal Carlos Aguiar Retes, la Iglesia católica se disculpó por los crímenes de abusos sexuales cometidos por miembros del clero contra niños y adolescentes, ya que, aseguraron, a través de la oración se pueden fomentar los medios necesarios para prevenir y reparar los daños ocasionados por estos actos.
“Ante Dios y su pueblo mexicano, expresamos nuestro dolor por los crímenes de abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero contra los niños, niñas y adolescentes y avergonzados pedimos perdón, los tenemos imperativamente con el papa Francisco que la cultura del abuso y el encubrimiento es inaceptable con la lógica del evangelio”, pronunció uno de los clérigos antes de empezar la oración.
En acto, organizado por la Universidad Pontificia de México a través del Centro de investigación y formación interdisciplinar para la protección del menor (CEPROME), se dijo también que hoy se ve una iglesia mexicana comprometida a trabajar con el principio de la tolerancia cero orientada en la prevención de los abusos y en atender a las víctimas para que no se sientan abandonadas.
“Nuestra tarea como creyentes es animar a la esperanza acompañada de la oración, fomentar los medios necesarios y la responsabilidad social para que esta realidad no vuelva a ocurrir. Si trabajamos unidos podemos atender no sólo los casos cometidos en nuestro país, sino ayudaremos a superar esta crisis de este desastre estructural que ha dejado en la vida de las víctimas”, se afirmó
Al tomar el micrófono, el cardenal Aguir Retes le pidió a Dios que la iglesia fuera “un hogar seguro donde se propicie el encuentro de todos los niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables con Jesucristo, que todos aquellos que hayan sido abusados física, emocional y sexualmente por tus ministros sean respetados y acompañados por medio de gestos concretos de justicia y reparación para que se sientan sanados con el bálsamo de tu compasión”.
También se señaló que el CEPROME se compromete a generar espacios donde la cultura de la abuso y de encubrimiento no sea el esquema dominante, donde no se confunda una actitud crítica y conciliadora con la traición. “Somos conscientes de que para los cristianos la caridad es la fuerza que nos mueve a comprometernos con generosidad y valentía a favor de la vida de los demás, especialmente de las personas que han sido dañadas por el lacerante abuso sexual”.
El clero se mostró convencido de que la prevención del abuso sexual involucra una transformación eclesiástica dentro de sus procesos formativos que involucran a todos.
Este acto forma parte de la Jornada de oración por las víctimas de abuso sexual.
