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En los partidos políticos es inexistente el fomento de la participación de las mujeres en la política, un hecho atribuible a lo que sucede en la vida cotidiana del país.
Lo anterior de acuerdo con Mónica Montaño Reyes, profesora investigadora del Departamento de Estudios Políticos y Gobierno de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Aunque existen mecanismos legales –derivados de la reforma político electoral– que obligan a los partidos a incluir más mujeres en sus plataformas políticas, la realidad es que estos institutos están muy lejos de integrarlas en sus decisiones.
De acuerdo con la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, en su articulo 232, párrafo tres, se señala que: “los partidos políticos promoverán y garantizarán la paridad entre los géneros en la postulación de candidatos a los cargos de elección popular”.
El próximo 28 de diciembre arrancará oficialmente el periodo electoral 2014-2015. Formalmente iniciarán las precampañas, en las que los partidos elegirán a sus candidatos que competirán en la elección del 7 de junio del año entrante.
Y aunque los organismos políticos ya han dado muestras de sus posibles postulantes, la lógica de la equidad brilla por su ausencia y no ha sido revisada.
Desde los primeros días de noviembre se dio a conocer públicamente el interés de la diputada local del PRD, Celia Fausto Lizaola, por competir por la alcaldía de Guadalajara.
En la práctica, el número de mujeres que participan en los comicios es mínima comparado con los candidatos varones.
Con una reforma político-electoral que exige la igualdad entre géneros en las listas de candidatos, y de cara a las próximas elecciones intermedias, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de las Mujeres dieron a conocer, el 15 de octubre pasado, la creación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres.
Mientras tanto, en Jalisco se está aún distante de una mínima participación política de la mujer, y las pocas que logran una candidatura para un cargo público lo obtienen gracias a lazos familiares o políticos al interior de los partidos, según Mónica Montaño.
“El panorama no es muy favorable. Según las estadísticas, un 22, 25 por ciento de mujeres que entran en la política son por ser familiares de políticos actuales, es decir son hijas, son esposas, hermanas de políticos activos, entonces, para empezar, tenemos una situación en la que las mujeres por sí mismas no han podido ocupar los espacios públicos por sus propios méritos, lo cual es muy lamentable”, explicó Montaño Reyes.
Según el informe de Participación Política de las Mujeres en México, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el Código Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco se ordena que apenas el 2 por ciento del presupuesto que reciben los partidos políticos se destine a capacitación y fortalecimiento de liderazgos femeninos.
Contexto poco favorable
En el contexto de lo que mandata la ley, la académica también señaló el que finalmente, los puestos de elección popular no son otorgados a las mujeres y es a través de la representación proporcional que logran acceder al servicio público.
Así ocurre en el Congreso de Jalisco, donde la representación femenina alcanza apenas el 26 por ciento de los 39 diputados locales que conforman el legislativo local. Solo diez legisladores son mujeres, y cinco de ellas entraron bajo la figura de representación proporcional (plurinominales).
“Una gran cantidad de mujeres que entra al Congreso, entra por la representación proporcional, lo cual implica que no se le den las oportunidades para ocupar candidaturas en distritos competitivos, donde ellas puedan sobresalir y que se prefieran dar listas en las que no se les exponga mucho.
“Y por otro lado es que en los partidos políticos no se ha fomentado esa formación de participación política”, mencionó Mónica Montaño.
De las 38 comisiones legislativas que existen en el Congreso de Jalisco, solo diez son presididas por una mujer, es decir 24 por ciento. Con base en el informe del PNUD, seis de estas comisiones son tradicionalmente conocidas como “femeninas”.
“(Las comisiones femeninas) parecen ser los temas menos importantes para los gobernantes y ahí ponen a las mujeres, es algo también interesante que ocurre en otros países donde ya se aplicaron las cuotas de género (…) hacen que haya más mujeres en los congresos y esto ocasiona que haya una agenda legislativa femenina, es decir, entre más mujeres hay, más se empieza a hablar de temas de protección a las mujeres, de leyes contra los feminicidios, etcétera”, apuntó Montaño Reyes.
En el caso de la paridad de género y la relegación de mujeres a distritos en los que el voto no favorece al partido que las representa, la ley local en la materia señala , en la fracción tercera de su artículo 237 que “en ningún caso se admitirán criterios que tengan como resultado que alguno de los géneros les sean asignados exclusivamente aquellos distritos en los que el partido haya obtenido los porcentajes de votación más bajos en el proceso electoral anterior”.
Cabe destacar que tras once años en los que los hombres dominaron el poder legislativo local, en marzo pasado fue elegida la diputada panista Norma Angélica Cordero Prado, como presidenta de la mesa directiva.
Actualmente el único partido que cumple con la equidad de género es el PRD, porque sólo tiene dos diputados plurinominales representados por un hombre y una mujer.
El PAN, de los 12 diputados que tiene en su fracción, tres son mujeres, apenas el 25 por ciento. El PRI, con mayoría en el Congreso, tiene 17 diputados en total, y sólo cuatro son mujeres, un 24 por ciento. En el caso de Movimiento Ciudadano, dos mujeres están entre sus siete legisladores; una de ellas llegó al cargo por elección popular, la otra por la vía plurinominal.
La representación femenina en el Congreso es de apenas el 26 por ciento del total de los legisladores, pues la pasada legislación electoral obligaba una cuota de género de 30 por ciento mínimo de mujeres y 70 por ciento de hombres.
Reproduce el modelo
El Estado también incumple con una representación femenina importante dentro de sus principales dependencias que conforman la estructura del Gobierno de Jalisco, como son las secretarías, el despacho del mandatario, la Contraloría y la Fiscalía General del Estado.
De las 18 dependencias principales de Jalisco sólo tres son lideradas por una mujer: la Secretaría de Cultura, cuya titular es Myriam Vachez Plagnol.
Otra es la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, con Magdalena Ruiz Mejía a la cabeza, y la Procuraduría Social de Jalisco, con Felícitas Velázquez Serrano.
En contraste con el amplio número de titulares masculinos en el Gobierno de Jalisco, estas tres mujeres representan apenas un 17 por ciento de líderes femeninas en el gabinete priista.
Mónica Montaño apuntó que esta falta de fomento en la participación política de las mujeres corresponde más a una cultura machista que impera en el país.
La imposición de medidas legales es sólo un paso para el avance de las mujeres en la esfera local.
Para la especialista, la aplicación de la equidad de género y el respeto entre el hombre y la mujer debe darse desde los ámbitos familiar y educativo, para así poder avanzar desde lo social hasta el escenario político.
“Es trazar todo un camino, desde social, económico, laboral hasta llegar al nivel político”, expresó la académica de la UdeG.