Línea 12: entre gritos y golpes

“Marcelo Ebrard vino a golpear diputados”, gritaba un diputado del PRI mientras el exjefe de Gobierno del Distrito Federal tomaba el micrófono en medio de empujones.

Así, entre gritos y golpes, terminó la sesión de la Comisión Especial que investiga el uso y destino de los recursos federales de la Línea 12 del metro, lo que obligó a cortar la transmisión en vivo de desde el Congreso de la Unión.

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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“Marcelo Ebrard vino a golpear diputados”, gritaba un diputado del PRI mientras el exjefe de Gobierno del Distrito Federal tomaba el micrófono en medio de empujones.

Así, entre gritos y golpes, terminó la sesión de la Comisión Especial que investiga el uso y destino de los recursos federales de la Línea 12 del metro, lo que obligó a cortar la transmisión en vivo de desde el Congreso de la Unión.

La trifulca ocurrió al interior del salón en el que se desarrollaba la aprobación del informe preliminar de Línea 12 que coloca a Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Enrique Horcasitas en el centro del debate.

El ambiente era de mucha tensión y los ánimos se calentaron entre un grupo de presuntos asesores de diputados del PRI y del diputado Carlos Reyes Gamiz, uno de los férreos defensores del exjefe de Gobierno, quienes cruzaron palabras, empujones y manotazos.

Marcelo exigía el derecho de audiencia y también el uso de la palabra –al que tiene derecho– al mismo tiempo que tuiteaba en redes el boicot del PRI.

Cuando el choque ocurrió todos se levantaron de sus asientos, hubo gritos y mucha confusión, y Ebrard aprovechó para tomar los micrófonos.

Ayer quien fuera titular del GDF cambió de estrategia. Ebrard dejó de culpar a Joel Ortega Cuevas como el responsable de orquestar una venganza con la Línea 12 y ahora señala a la Presidencia de la República de confabular en su contra por supuestamente haber difundido información de la residencia de Ángelica Rivera, la llamada “casa blanca”.

Para Marcelo Ebrard Casaubón el cúmulo de irregularidades detectadas en la Línea Dorada tienen como origen la animadversión de sus enemigos políticos.

Los diputados del PRD y Movimiento Ciudadano que aún le muestran apoyo le permitieron al exjefe de Gobierno ingresar al Congreso de la Unión y sentarse a la mesa de la Comisión Especial que investiga el uso y destino de los recursos federales de la Línea 12.

Ebrard no llegó sólo. El ahora senador Mario Delgado, quien recientemente abandonó las filas del PRD y se sumó a las de Morena de Andrés Manuel López Obrador, lo acompañó en un intento por tratar de explicar su verdad ante los diputados federales que integran dicha comisión.

Además de su exsecretario de Finanzas, Ebrard llegó flanqueado por la diputada federal Aleida Alavez, cercana al profesor René Bejarano, líder de la corriente IDN del PRD y esposo de Dolores Padierna Luna.

Ambos personajes tomaron lugar en la mesa integrada por los miembros de la Comisión Especial. El exmandatario de la ciudad tomaba nota e intercambió comentarios con Aleida mientras que Mario Delgado, sin hablar, revisaba documentos.

Mientras la comisión sesionaba, Marcelo Ebrard ventilaba a través de sus cuentas en las redes sociales la estrategia del PRI para evitar que tomara la palabra a fin de explicar su versión y postura respecto a determinados temas de la Línea 12.

“Estrategia del PRI: no permitir uso de la palabra para decirles la verdad, me acusan pero no me permiten hablar”, escribió en su cuenta de Twitter.

Al final de la atropellada sesión, los integrantes de la comisión votaron la aprobación del informe.

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