La construcción de una nueva línea del Tren Ligero en Tlajomulco de Zúñiga es inviable para el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, Daniel Curiel; uno de los proyectos más importantes para la entidad que han anunciado los próximos gobiernos estatal y federal, de Enrique Alfaro y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente.
Un déficit en el uso de este transporte con respecto de los costo que este podría tener, es el pretexto del representante de los empresarios para hacer el señalamiento a los próximos gobiernos. De ahí que su propuesta es que en su defecto se realicen obras para instalar un Bus Rapid Transit (BRT), como el Macrobús que ya existe en Guadalajara o el Metrobús de la Ciudad de México.
“El problema es que (el tren ligero) tendría un uso intensivo en las mañanas y en las noches, pero en la tarde no se justificaría el flujo de gente, y ese sería un problema. Porque hoy afortunadamente el sistema de Tren Ligero de Guadalajara no es subsidiado, con los siete pesos que la gente paga se pagan los servicios”, explicó Curiel.
El contexto de las opiniones del líder empresarial es que Tlajomulco de Zúñiga, municipio al sur de la metrópoli tapatía, es primordialmente una ciudad dormitorio, donde la mayoría de las personas residen pero cuyas actividades productivas se realizan en otros municipios, como Guadalajara o Zapopan.
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De este modo el costo-beneficio de una magna obra como la de una nueva línea del Tren Ligero sería muy costoso. Daniel Curiel explicó que por cada kilómetro de inversión en este tipo de transporte se podrían construir hasta 10 del BRT, además de que se podría realizar en un periodo de tiempo más corto. Pues se tiene la experiencia de los más de cuatro años de construcción de la Línea Tres que no ha sido terminada.
En cuanto a las inversiones que se podrían hacer para una nueva línea, el coordinador empresarial señaló que un BRT tendrían un costo 10 veces menor, pues se ha anunciado que requeriría de una inversión de 12 mil 500 millones de pesos.
Además de expresar que se debe dar impulso a inversiones sociales, por lo que en ese sentido no estaría justificada una línea de Tren Ligero.
Con esto, los empresarios ponen el primer obstáculo a los proyectos clave de los nuevos gobiernos, tanto estatal como federal. Desde finales de septiembre Enrique Alfaro y Andrés Manuel López Obrador habían acordado cuatro obras clave para la entidad, entre las que se encontraba una cuarta línea a Tlajomulco.
El próximo presidente explicó que una nueva línea permitiría mantener el crecimiento del sector de la construcción. Pues una obra de este calado requeriría de inversión en otros proyectos como infraestructura hidráulica, educación, salud y nuevas instalaciones viales. Por lo que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Jalisco ha visto con buenos ojos el proyecto.
Lo que preocupa a algunos analistas locales es que el número de pasajeros por kilómetro no sea el suficiente para mantener los costos de una nueva línea, como lo señala también el Consejo de Cámaras Industriales.
