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Línea del metro sí, mala vecindad no

Zanjas, cables, carencia de medidas de seguridad y mucho polvo. Falta planeación para el desarrollo.

La construcción de la Línea Tres del Metro en el Centro de Monterrey se percibe como una zona de guerra.

Los principales dolores de cabeza de los automovilistas, transeúntes y vecinos, son las desviaciones improvisadas, que pueden variar por cuestión de horas, la carencia de servicios como agua o gas y cuarteaduras en sus hogares. 

Apenas El Barrio Antiguo parecía recobrar vida.

"La basura no se recoge a tiempo, ya que no pueden entrar los camiones, varios vecinos se han visto afectados con cuarteaduras en sus departamentos. Y hay animales que han ido saliendo por el movimiento de la tierra"
Eduardo GarcíaVecino
“Algo pasó con el gas, hubo un problema, y el sábado pasado no tuvimos agua en todo el día. Pero, ¿por qué no nos avisaron?...”
María Cristina MartínezVecina
https://www.youtube.com/watch?v=cHm7Tw0bjY0

Zanjas, cables, carencia de medidas de seguridad y mucho polvo. Falta planeación para el desarrollo.

La construcción de la Línea Tres del Metro en el Centro de Monterrey se percibe como una zona de guerra.

Los principales dolores de cabeza de los automovilistas, transeúntes y vecinos, son las desviaciones improvisadas, que pueden variar por cuestión de horas, la carencia de servicios como agua o gas y cuarteaduras en sus hogares. 

Apenas El Barrio Antiguo parecía recobrar vida.

Los inquilinos de los Condominios Constitución se quejaban de montones de basura, pero hoy tienen montañas de tierra frente a ellos.

Y los negocios de Colón, Madero y Félix U. Gómez disminuyeron sus ventas.

Ni modo, son 7.5 kilómetros de la Línea Tres,  que unirá esta zona del Primer Cuadro con los  municipios de San Nicolás, Guadalupe y Apodaca. 

Pero los vecinos se quejan de que no se ha tenido la planeación suficiente para una obra de tal magnitud. 

“La basura no se recoge a tiempo, ya que no pueden entrar los camiones, varios vecinos se han visto afectados con cuarteaduras en sus departamentos. 

“Y hay animales que han ido saliendo por el movimiento de la tierra”, señaló Eduardo García habitante de los Condominios Constitución. 

El 15 y 27 de agosto hubo fugas de gas en la zona, porque  rompieron tuberías con la maquinaria. 

Con la primera fuga se tuvieron que desalojar 150 personas de los Condominios Constitución.  

Pero eso no es todo, porque el 23 de Agosto hubo una fuga de agua, luego de que una máquina perforadora rompiera uno de los tubos que abastecen al sector. 

Como consecuencia, los vecinos se quedaron sin agua durante más de tres horas, hasta que se logró contener la fuga.

“Algo pasó con el gas, hubo un problema, y el sábado pasado no tuvimos agua en todo el día. Pero, ¿por qué no nos avisaron?…”, expresó María Cristina Martínez vecina de la tercera edad.  

Otra situación que aqueja a los habitantes del sector son las desviaciones y pasos improvisados para los automóviles. 

Han abierto pasadizos para los habitantes de los condominios,  a quienes tienen prácticamente cercados con las obras.

Sin embargo, son pasos improvisados y sin planeación, algunos de ellos son para incorporar a los automovilistas a Constitución, pero justo en las curvas de la avenida, lo cual es sumamente peligroso.

Además de esto, también se han presentado derrumbes. 

Una columna de varillas cayó del lado norte de Félix U. Gómez el 1 de agosto, en la colonia Moderna. 

El 21 de agosto, en la colonia Obrera, durante la demolición del edificio de la antigua mantequera, el inmueble colapsó y se derrumbo.

Esto provocó que parte del escombro cayera encima de un peatón que se encontraba desarmando un puesto de hamburguesas. 

La falta de visión a futuro para las vialidades y la obra pública atrasada en la capital regia se ha traducido en un caos con la construcción de la Línea Tres del Metro en la avenida Félix U. Gómez. 

Aunado a los accidentes, la improvisación a la hora de planear vialidades y obra pública ha tenido como consecuencia la demolición de construcciones que son relativamente nuevas. 

Como las jorobas gemelas de Félix U. Gómez, que lucen totalmente derruidas, a pesar de que se construyeron apenas en 2006. 

El polvo, los cierres de importantes vialidades, el tráfico, los numerosos accidentes y los comercios prácticamente abandonados, son el saldo de la obra que lleva a penas 10 meses de haber arrancado.

Y que significa un avance para la movilidad en la ciudad, pero que se construye contrareloj porque debe ser concluida en junio del próximo año, justo antes de los comicios locales.

El reloj político provoca falta de planeación a la hora de tomar en cuenta a los vecinos, automovilistas y transeúntes.