Listo el cuarto de guerra

Hecho el anuncio, ya está listo el cuarto de guerra de Marcelo Ebrard Casaubón en la búsqueda de la Presidencia de la República en el 2018.

Ayer, la música del mariachi, las porras, ovaciones, un emotivo spot y la lluvia de confeti marcaron el adiós del actual jefe de gobierno del Distrito Federal y el inicio de una larga y difícil caminata rumbo al 2018.

Así lo describió el propio Marcelo Ebrard en su último Informe Ciudadano, que se llevó a cabo en el Auditorio Nacional ante unas 10 mil personas que se dieron cita para escuchar el mensaje de su gobernante.

Y es que si algo tiene claro el aún mandatario local es que ya no volverá a tener un reflector como el de ayer, en los escasos dos meses y medio que le restan a su administración.

Por eso mostró el músculo. Por eso la fiesta. Por eso el tenor Fernando de la Mora fue el encargado de amenizar el evento en el que Ebrard explicó a sus simpatizantes que sí buscará la candidatura presidencial de la Izquierda Progresista.

–¿Qué sigue? –preguntó para sí.

–Lo que sigue es preparar día a día, con paciencia y perseverancia, la contienda que habrá de venir en 2018 para lograr la victoria. Sigue y lo sé, una larga, importante y difícil tarea política para que pueda participar como candidato –afirmó después de una breve pausa.

El balance de su administración fue el mismo que el presentado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) pero en un lenguaje más sencillo y digerible.

Esta vez sí estuvo presente Miguel Ángel Mancera, su sucesor. Y por eso sucedió lo previsto: le robó reflector en dos ocasiones, cuando la multitud le aplaudió su presencia.

Por eso es que hecho el anuncio, sus soldados están listos.

Sus inseparables Manuel Camacho Solís, su mentor y principal diseñador de estrategias políticas, y René Cervera, quien ha sido el apóstol encargado de difundir la doctrina “marcelista” en el país, parecen estar dispuestos a acompañarlo en esta cruzada.

El tercero de este equipo que conforma su cuartel es Héctor Serrano, quien le ha operado toda la maniobra política  en otros Estados de la República. El hábil secretario de Gobierno, lo mismo negocia con los ambulantes “toreros” del Eje Central que con las tribus del PRD, en el reparto de posiciones.

No en vano Héctor Serrano dejó el cargo de Programas Delegacionales y Reordenamiento de la Vía Pública para dedicarse de lleno a tejer las redes nacionales, planificación de giras y promoción de imagen de Ebrard para que éste sea conocido al interior del país.

Antes de marcharse, Marcelo Ebrard acomodó en cargos públicos medulares a gente de toda su confianza que le servirá para apoyar, incluso financieramente, la campaña que viene y que requerirá recursos cuantiosos para mantenerse estos seis años.

Para eso impulsó en estos cargos a gente que desde el DF formará parte del cuartel de guerra, como José Ángel Ávila, quien se mantuvo fiel a su lado estos seis años de administración, hasta la última fase en la que abandonó la Secretaría de Gobierno para buscar y conseguir la diputación federal en el Congreso.

Otro de los incondicionales que está en esta situación, es el ex secretario de Finanzas, luego de Educación y ahora Senador de la República, Mario Delgado, quien se debe en absoluto al jefe de gobierno Marcelo Ebrard.

En esta suerte de lealtades que tendrán que devolver de algún modo el apoyo a su jefe, se encuentra también Jesús Valencia, quien manejará durante los próximos tres años la delegación con el presupuesto más grande del Distrito Federal, Iztapalapa.

Sin contar que Jesús Valencia seguro buscará repetir en el cargo para mantener el control del bastión perredista más importante en la ciudad de México.

Algunos gobernadores se han mostrado muy cercanos, habrá que ver si mantienen la simpatía con Ebrard. Para eso habrá que seguir de cerca de Gabino Cue, gobernador de Oaxaca; Mario López Valdez, de Sinaloa; Ángel Aguirre, de Guerrero, y Rafael Moreno Valle, de Puebla.

Así las cosas; Marcelo Ebrard dijo… en el 2018 “nos encontraremos todos”.

UN ADIÓS CON SABOR ELECTORAL

Por Jonathan Villanueva

El último Informe Ciudadano de Marcelo Ebrard como Jefe de Gobierno del Distrito Federal fue en verdad el destape oficial de sus aspiraciones presidenciales del 2018.

Lo anterior, de acuerdo con el especialista en Comunicación Política de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerson Hernandez, quien analizó el evento del Auditorio Nacional.

En entrevista con Reporte Indigo, la proyección que transmitió el mandatario local iba dirigida a las masas y no a los perredistas. Prueba de ello es el color de la corbata que usó.

“El lenguaje no verbal de la corbata es claro. Con ella ha estado dando las entrevistas de fin de semana, Marcelo usó un color morado, a diferencia de la que utilizó en su visita a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”.

La interpretación del especialista señala que el titular del Ejecutivo local buscó dirigirse no a perredistas sino a más públicos.

“El morado da un significado sofisticado ya que está relacinado con la realeza, además que se genera una percepción de modernidad, ya que hay una tendencia a ese color en la actualidad”.

Para Gerson Hernández, ya eran claras las aspiraciones de Marcelo a buscar la candidatura presidencial del PRD, pero decirlo de manera pública implica el diseño abierto de un proyecto.

El análisis que hizo también denota que el mandatario local reiteró agradecimientos especiales a sus más cercanos colaboradores como Armando Ríos Piter y Javier González Gárza, así como a Alejandro Encinas por su colaboración desde el Congreso de la Unión para las obras de la ciudad.

“Con ello trata de reforzar el vínculo con ellos de cara a su candidatura presidencial. Y genera un ambiente de apoyo con los gobernadores de Sinaloa y Puebla”.

Dijo que el énfasis de su discurso estuvo en el sustento de los logros de esta administración con organismos internacionales. 

“Parece que diseñó su discurso para anunciar que desde el nuevo cargo que se le ha conferido a nivel internacional propondrá una agenda nacional para catapultar su imagen en el proceso electoral del 2018”.

En días pasados, Marcelo Ebrard Casaubón aceptó presidir el Comité de Ciudades Seguras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el periodo 2012-2016. 

“Lo que vemos es que va a tratar de generar en estos seis años una estrategia internacional de ciudades seguras a través de una estrategia que muestre una izquierda vanguardista”.

Añadió que como ejemplo de ello, se puede observar en su discurso la comparación que hizo de los índices delictivos de todo el territorio nacional con el Distrito Federal.

Y es que los números mostrados por Ebrard indican que en la capital del país se registra un decrecimiento de la violencia mientras que el grueso de los Estados tuvo un incremento del 40 por ciento.

Otro de los factores que marcaron el último Informe de Marcelo en la ciudad deriva del uso del mariachi, como estilaba el viejo PRI: “es tradicional del priismo en las decadas de los 70 y 80”.

El tema de las libertades, como la despenalización del aborto hasta la doceava semana de gestación, y el matrimonio entre personas del mismo sexo marcan una diferencia con el sexenio de AMLO.

“Habló 35 minutos en los que dijo 3 mil 385 palabras, de las cuales, las más reiteradas fueron ciudad, México y mil”.