Listos para el rescate en la Secretaría de Marina

En las Instalaciones Logísticas de la alcaldía Iztapalapa, el equipo de Búsqueda y Rescate Urbano de la Secretaría de Marina recreó su actuación para salvar vidas con ayuda de perros rescatistas, en conmemoración del tercer aniversario del sismo del 19S
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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Dos hermanos buscaban personas en el derrumbe. Acataban órdenes como “sentados”, “entren”, “abajo”, que pronunciaban sus humanos. Cuando su olfato los guió para localizar a alguien, el primer cambio en su comportamiento fue que comenzaron a ladrar. Son Ecko y Evil, dos pastores belga malinois que participaron en la Demostración de Búsqueda y Rescate de Estructuras Colapsadas que la Secretaría de Marina (Semar) realizó para conmemorar el tercer aniversario del sismo del 19 de septiembre. A diferencia de Frida, la labrador que se convirtió en un símbolo en 2017, ellos no se han jubilado.

El equipo USAR-Marina pertenece al Cuartel General del Alto Mando y su primera participación fue hace cinco años, en el 30 aniversario del sismo de 1985

Hace tres años nacieron Ecko y Evil de la misma camada. La Semar tiene su criadero de perros belga malinois, los cuales fueron adquiridos en Holanda. Como cachorros, colaboraban con Frida, perrita que se retiró a los 10 años de servicio; hoy integran los principales binomios caninos de esta dependencia.

Con estructuras metálicas, el equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (Urban Search and Rescue, USAR, por sus siglas en inglés) recreó un área siniestrada en las Instalaciones Logísticas de la alcaldía Iztapalapa. Una célula del equipo llegó de inmediato en un vehículo equipado con picos, palas, cuerdas, motosierras.

Luego acudieron el comandante, el oficial de seguridad y el experto en revisión estructural. Personal adicional del equipo USAR-Marina también asistió.

Como parte de la simulación, determinaron que existían condiciones seguras para que los canes Ecko y Evil ingresaran al rescate de dos supuestas víctimas. Afuera, los hermanos demostraron sus habilidades para permanecer quietos, echados, sentados y caminar junto a su oficial.

“Son parte del equipo, ellos son los que marcan, los que avisan de las víctimas para poder entrar y hacer la búsqueda. Ellos ya estaban en la Unidad Canina en el 19S, son nuestros compañeros en todo momento”, menciona en entrevista con Reporte Índigo la tercer maestre SAIN. Ofta. Xiomara Jhuleny González Guerrero.

Ecko y Evil también participaron en las labores de rescate en el sismo de Oaxaca, que ocurrió el pasado 7 de septiembre de 2017.

“Son unos excelentes binomios caninos, tienen muchísimas habilidades, hacen su trabajo con muchísima destreza y obviamente te encariñas con ellos. Los cuidas y te cuidan todo el tiempo”, refiere González Guerrero.

Valorar la vida para salvar la de otros

El equipo USAR-Marina es la primera respuesta ante emergencias en auxilio a la población civil. Pertenece al Cuartel General del Alto Mando y su primera participación fue hace cinco años, en el 30 aniversario del sismo de 1985 en el macrosimulacro de la Ciudad de México.

En ese temblor ocurrido hace 35 años murieron decenas de trabajadoras debido al derrumbe de una fábrica de pantalones en la colonia Doctores. En el sismo del 19 septiembre de 2017 la historia se repitió, pues 15 personas, algunas mujeres costureras, perdieron la vida bajo los escombros de Bolívar y Chimalpopoca.

En el rescate de personas con vida o cuerpos participó la tercer maestre SAIN. Ofta. Xiomara Jhuleny González Guerrero. Desde la recreación realizada por USAR-Marina recuerda su experiencia de hace tres años en el número 168 en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc.

“Pertenecer a nuestra institución es un orgullo. Hay que tener muchísimo patriotismo para poder entrar y representar a tu país”, menciona.

Guantes, botas de casquillo, rodilleras, arneses, coderas y hasta equipo médico porta la voluntaria rescatista, originaria de la Ciudad de México. En campo se rige con el lema “Entrega, valor, sacrificio”.

“Cuando encuentras pasión al rescate no se vuelve un trabajo, es una vocación. La fuerza no está en tus músculos, la aprendes a tener en el corazón y en la mente porque de ahí empiezan tus emociones, que tienen que estar frías en ese momento para poder extraer a las personas”, expresa.

En la participación de USARMarina ante medios de comunicación, el comandante del lugar dio la orden de trazar un triángulo de vida sobre una losa y de efectuar un rompimiento sucio al no haber riesgo de lastimar a la persona detrás. En esa labor estuvo Xiomara Jhuleny.

“Mis especialidades más fuertes son el rescate acuático, vertical, en espacios confinados. Pero todos sabemos de todo por si alguien se lastima, poder llegar a cubrirlo. Somos una multidisciplina”, explica.

Son 28 elementos los que participan en los ejercicios de demostración, de los cuales siete son mujeres.

Es algo muy importante en la institución, que nos permite la equidad e igualdad de género. Trabajamos a la par, igual que hombres, con mazos, motosierras, las mismas disciplinas, actividades, herramientas, equipo de trabajo, no hay distinción
Xiomara Jhuleny González GuerreroTercer maestre SAIN. Ofta

En el ejercicio, también realizó lo que se conoce como empaquetar a las víctimas sobre la camilla para que fueran extraídas de la zona colapsada. Una vez que lograron el rescate, una ambulancia fingió que conducía a la persona al hospital.

“Es valorar tu vida para poder traer a alguien con vida. Extraer vísceras o cuerpos se hace con todo el respeto. Hay que pedirle permiso para que se deje mover, decirle ‘permíteme llevarte con tu familia’”, narra.

Entrenar para el rescate

El cabo SAIN. Ofta. Emmanuel Hernández es manejador en el Departamento Canino. Si bien Ecko y Evil se dedican a la Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas (BREC), Max y Green, perras de raza bloodhound, mejor conocidas como “sabueso”, se dedican a encontrar personas en áreas extensas.

Todas las unidades caninas entrenan desde los tres meses, por un año o más, con comida para fijar un rastro en un cuadrante que sea el doble de su tamaño. Según su interés por ese alimento, la distancia de rastreo aumenta paulatinamente.

Su edad de servicio límite es entre siete y ocho años de edad. A veces están en condiciones de continuar, pero normalmente se hace un proceso de retiro para que estén en un hogar con personal de la Semar. No olvidan lo aprendido pero se desempeñan, por instinto, como animales de compañía.

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