“Codo con codo, hombro con hombro” es la forma en la cual Luis Carlos Vega Pámanes espera trabajar en las resoluciones del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
O cuando menos ese es el deseo del nuevo presidente, quien pronunció estas palabras en su discurso tras su nombramiento.
La alocución por parte de Vega Pámanes llena de promesas en torno a la creación de nuevos juzgados, sinergias con los otros poderes y un presupuesto más digno para mejorar los juicios en Jalisco, ocurrió a las 10:20.
Minutos antes, 30 de los 33 magistrados que tendieron a la votación dieron la victoria a su compañero, quien estará en el cargo los siguientes dos años.
Los tres votos restantes fueron emitidos a favor del magistrado Alfredo González Becerra.
El proceso, expedito y eficiente, no tardó más de cinco minutos, lo cual para algunos levantó algunas dudas con respecto al proceso; no es extraño que en estos menesteres se inviertan hasta tres horas.
Para otros las cosas eran muy claras, las negociaciones que desde hace tiempo había entre los grupos de Arturo Zamora y Javier Guízar, ambos priistas y por ello cercanos al gobernador electo Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, habían terminado de manera satisfactoria.
Algunos días antes, durante una sesión extraordinaria a puerta cerrada surgió la cuestión de la sucesión.
¿Quién sería el siguiente presidente?, un reportero que esperaba a las afueras del recinto solamente se limitó a sonreír mientras decía, “se supone que todavía no se sabe, pero…”.
Las dudas se disiparon el pasado viernes.
Tras las optimistas palabras del nuevo presidente, en las cuales destacó el impulso que dará a los Juicios Orales –a los cuales les faltan cuatro años para concretarse- los aplausos y ovaciones explotaron al interior de la sala.
Todos los concurrentes se dirigieron a Vega Pámanes para expresar su apoyo y admiración por el nuevo cargo.
Las felicitaciones duraron más de lo que duró la votación y casi el mismo tiempo que la ceremonia completa.
Magistrados, abogados, políticos y personalidades de la vida pública del Estado palmeaban al nuevo presidente del STJEJ.
Tras las alabanzas, saludos y adulación en general, se armó una rueda de prensa, donde Luis Carlos Vega Pámanes habló de su nuevo cargo.
Los cuestionamientos corrieron entorno al presupuesto que se le otorgará a su instancia durante este gobierno; las respuestas solamente dejaban más clara la cercanía entre los poderes.
“Hasta ahorita hemos estado olvidados, pero creemos que en esta nueva administración que está por empezar podemos tener todo el apoyo que necesita el Poder Judicial”, señaló Vega Pámanes en relación a la administración saliente de Celso Rodríguez.
Dentro de las cuestiones que trató, destacó la necesidad del dinero que recauda la Hacienda Judicial, el cual asciende de 70 a 100 millones de pesos, y la de pedir que se les otorgue el 3 por ciento de las ganancias totales del Estado. Con ello su presupuesto incrementaría en un 50 por ciento.
Al final, un cuestionamiento hizo tambalear aún más a un ya bastante nervioso Vega Pámanes: “¿hubo negociaciones para su llegada?”.
El hombre, visiblemente nervioso, comenzó a tropezar palabras y dejó ver el maniqueísmo en su discurso: “la justicia no se negocia en el Poder Judicial, no se negocia la justicia. Es totalmente falso, en cuanto a eso porqué jamás nos sometemos a ningún tipo de negociación”.
Tras clarificar la cuestión, Vega Pámanes se despidió de los medios abruptamente.