En la política nada es casualidad y que el segundo debate presidencial se realice en la ciudad fronteriza de Tijuana, en las inmediaciones del muro con Estados Unidos, tampoco, coinciden especialistas.
El encuentro de este domingo entre los cuatro aspirantes a la presidencia de la República será en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), cerca de las garitas de San Ysidro y Otay; así como de la Colonia Lomas Taurinas, donde fue asesinado en 1994 el candidato priista a la presidencia, Luis Donaldo Colosio.
El tema a tratar en esta ocasión será “México en el Mundo” y se abordarán los siguientes puntos: “Comercio exterior e inversión”, “Seguridad fronteriza y combate al crimen organizado” y “Derechos de los migrantes. Las expectativas de los expertos es que haya un pronunciamiento claro, serio y contundente sobre éstos y no sólo planteamientos vagos.
La reunión ocurre en un contexto en el que la relación México-Estados Unidos se encuentra en uno de sus peores crisis tanto por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como por las duras políticas contra los migrantes que ha buscado implementar el presidente Donald Trump.
Para el académico de la UNAM, Eduardo Rosales, hay dos cosas que resultan emblemáticas y significativas del lugar donde se realizará este debate: la colindancia con Estados Unidos-México y la relación bilateral que existe entre ambas naciones, que es la más importante para el gobierno mexicano y que mueve millones de dólares por minuto.
“No es gratuito que se haya elegido Tijuana, toda vez que ahí se encuentra la Garita de San Ysidro y es quizá el más importante de todas los que hay a lo largo de los más de 3 mil kilómetros de largo de la frontera, entonces sí, evidentemente Tijuana es una ciudad que tiene un significado muy especial en el contexto de la relación Estados Unidos”, señala.
“Es un punto particularmente significativo y más todavía con la administración de Donald Trump, quien ha venido practicando el unitelarismo, el nacionalismo, el proteccionismo y su posición es antimigrante, antilatina”, agrega el internacionalista.
Por su parte, Luis Carlos López, investigador de la Universidad Autónoma de Baja California, explica que el debate se realice en uno de los campus de la UABC es también un reconocimiento al trabajo que ha ejercido esa casa de estudios y que la decisión no es fortuita.
“Me parece que en política no hay coincidencia, me parece que es un mensaje del tema que se va a tratar que es el de migración y México en el mundo, que sea en Tijuana el debate presidencial puesto que por esta ciudad es la conexión de México con los Estados Unidos, de México con California en particular.
“Los que vivimos en Tijuana nuestra cotidianidad con el sur de California es parte de todo, y vivir en Tijuana significa necesariamente una relación muy directa con San Diego, entonces creo que la relación de Tijuana y San Diego pasa por un muy buen momento, en contraste con la relación nacional, que tiene estos altibajos”, señala el profesor de la UABC.
Frente a las agresiones del presidente Donald Trump, el académico señala que ha faltado en el discurso del Gobierno mexicano y en la relación diplomática hacerle entender que se necesita una relación para trabajar el tema de seguridad y comercio, que son los más visibles, debido a la interdependencia que existe entre ambos.
“Incluso podría señalar que el debate llega en un buen momento, yo tengo la expectativa de que los candidatos pues hagan pronunciamientos muy firmes de cómo ven la relación de los Estados Unidos en el presente y en el futuro, en el caso de que alguno de ellos gane y que no nos vengan a recetar en el debate el lugar común de “bueno, vamos a revisar y le vamos a decir al presidente Trump que no sea tan gandalla y no sea tan gacho”.
López espera que haya como posiciones firmes de cómo plantean tener una relación con los Estados Unidos de respeto, concordia y correspondencia, sobre todo en los temas más urgentes por atender.
El profesor David Morales, de la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM, coincide que el hecho de que se realice en la zona fronteriza tiene un significado importante, primero porque es una zona electoralmente estratégica y también porque se están descentralizando estos encuentros.
“Todo se había concentrado en la zona centro, en un afán de distribuirlo por todo el país es que se va a hacer en Tijuana y el otro en Yucatán, esto es de suma importancia dado por la frontera con Estados Unidos y la relación que hay con ese país del norte, que le interesa el proceso electoral.
“Estamos hablando de que existe este simbolismo en un contexto en que se está planteado construir un muro en la política migratoria de Donald Trump hacia México, que no sólo no ha sido nada constructiva, sino que además sí está tomando decisiones, no sólo es el discurso de odio, sino que también ha intentado que le sea aprobada esa iniciativa y que México lo pague”, señala Morales.
Otro de los puntos es que Tijuana tiene una de las fronteras más dinámicas el mundo por donde transitan personas, mercancía, cruces de trabajo, por ello su relevancia. “Por algo es el segundo municipio que recibe mayor volumen de remesas, récord que obtuvo México en 2017”.