La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) celebrada en Glasgow, Escocia, terminó hace un mes con un compromiso ‘insuficiente’ de limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2.0 grados centígrados.
Y aunque el Gobierno mexicano aplaudió los esfuerzos y se dijo “optimista” de los acuerdos alcanzados, la realidad es que las políticas públicas del país y las acciones gubernamentales no son las adecuadas para evitar el calentamiento global, prevenir y mitigar sus efectos.
Al respecto, la senadora integrante de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, Verónica Delgadillo, comenta que el principal problema de la actual administración es que ni siquiera son conscientes de la situación en la que estamos viviendo.
Casi al terminar la COP26 se vivió un “drama de último minuto”, como lo calificaron algunos medios extranjeros, ya que en el portal oficial de la cumbre no aparecía el nombre de México entre los países firmantes, debido a que en los compromisos finales se habían agregado anexos relacionados con la disminución del uso de combustibles fósiles y el fin de subsidios para ellos, lo cual era contrario a la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual está basada en reforzar a Pemex y el uso del gas y el petróleo sobre otras energías limpias.
Al respecto, la legisladora de Movimiento Ciudadana, comenta que es una “vergüenza” la actual política energética del país.
“La política energética es una vergüenza, lo peor es que con eso se condena el futuro de todos. La esperanza está en otros lugares, en los gobiernos subnacionales, en las organizaciones no gubernamentales, en las empresas privadas y en la sociedad pero ahí (en el Gobierno federal) no”, agrega.
Finalmente, el nombre de México apareció en el Pacto de Glasgow por el Clima y a las pocas horas, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, anunció que México se comprometía para 2024 a extraer petróleo y gas solo para consumo interno. Es decir, solo se extraerán 300 mil barriles diarios y no dos millones como se hace actualmente.
El problema es, que gran parte de la economía mexicana está sustentada sustentada en las exportaciones de crudo. Tan solo durante el primer semestre de este año, las exportaciones petroleras ascendieron a 12 mil 679 millones de dólares.
COP26 revela Una gran brecha
Haciendo un balance de lo ocurrido en la COP26, el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, reveló que en México y en otros países, existe una brecha entre los compromisos que hacen los gobiernos y lo que realmente necesitan hacer para no tener un futuro “catastrófico”.
“Todavía existe la posibilidad de evitar dicho futuro si se actúa ahora y con las medidas efectivas para evitar un incremento mayor de la temperatura”, concluye.
El problema, es que en el papel, México se comprometió a disminuir los Gases de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que provocan el calentamiento global, y a evitar la deforestación, pero en la práctica, los hechos y las políticas públicas distan mucho de ser el camino para lograrlo.
Por ejemplo, México se comprometió a reducir los subsidios “ineficientes” en combustibles fósiles, pero más del 90 por ciento de la energía primaria del país proviene de ellos, y de seguir la política energética actual, el porcentaje aumentaría.
Las autoridades mexicanas también hicieron un llamado a los países desarrollados a apoyar económicamente a los que están en vía de desarrollo. Sin embargo, apenas en el 2020 el partido en el poder desapareció el Fondo de Cambio Climático y en el Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año se señala que sólo el 0.6 por ciento será para el sector ambiental.
Más de 140 países participantes en la COP se comprometieron también a detener la deforestación, pero en el caso de México, se encuentra en los primeros 10 lugares de las naciones que más pérdida forestal presentan, tan solo en 2020 fueron 300 mil hectáreas.
Finalmente, 100 países, entre ellos México, acordaron reducir en un 30 por ciento las emisiones de gas metano, el segundo gas que más ayuda al calentamiento global, para el 2030.
En este caso, México también se encuentra en la lista de los diez países responsables de producir dos terceras partes del metano del mundo.
De acuerdo con datos gubernamentales, el metano representa alrededor del 20 por ciento del total de GEI en México, pero las cifras podrían ser mucho más altas porque o no se miden o no se reportan correctamente las emisiones, alertó el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
“Con base en observaciones satelitales, se estima que existen 10 veces más emisiones que las reportadas oficialmente debido a la quema y venteo de gas natural. Sin embargo, sigue postergándose la aplicación de los lineamientos para la prevención y el control integral de las emisiones de metano del sector hidrocarburos”.
El WRI además pidió a México revisar y aumentar sus compromisos así como realmente presentar un plan claro de implementación.
“También tendrá que presentar un plan de implementación claro y transparente sobre cómo va a alcanzar las metas a 2030 y los montos de financiamiento que se destinarán para ello. El cierre de plantas de carbón y el uso del combustóleo en la generación de electricidad, junto con compromisos para duplicar la capacidad de generación con energías renovables, deben ser parte de los compromisos revisados y ruta de implementación para esta década”, concluye.