El Gobierno de Jalisco se dice preparado para afrontar los efectos negativos que traerá la reducción del presupuesto federal, principalmente por la caída de ingresos petroleros, aunque hasta ahora no ha hecho públicas sus estimaciones sobre el tamaño del golpe que avizora por esta causa.
El 22 de junio la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf) del Gobierno estatal, respondió a una solicitud de información de Reporte Indigo, que aún no estaba en condiciones de saber qué participaciones, aportaciones y cualquier otro fondo de la Federación se verían reducidos durante 2015:
Sin embargo, el 3 de agosto, esa Secretaría, a cargo de Héctor Pérez Partida, informó que se había fijado el objetivo de obtener ahorros de al menos 112 millones de pesos durante el 2015, a través de distintas medidas como la disminución del personal por honorarios, y dio el motivo:
“La situación financiera de este año y el próximo son muy diferentes a las que se registraron en 2014, por lo que se enfrentará la disminución en la recaudación federal participable ocasionada por la caída en los precios del petróleo, con un plan de trabajo basado en tres ejes que permitan optimizar los recursos”.
Estos tres ejes son la mejora de la recaudación propia y de la gestión de fondos federales; administración transparente, efectiva y austera del gasto; y un manejo eficiente de la deuda pública.
El 4 de agosto se informó la salida de la administración estatal de 300 empleados por honorarios, la mitad de todos los previstos para dar de baja en este contexto de vacas flacas que, por cierto, no ha estado ausente del discurso del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz.
