Jesús Valencia Guzmán no se fue solo de Iztapalapa.
Junto con él otros dos funcionarios de su gabinete dejaron su cargo: Beatriz Ortiz Bárcenas, directora Jurídica y de Gobierno y Rodolfo Ramírez, coordinador de asesores.
Este último es su hombre clave, su operador, la puerta de entrada a los negocios de Iztapalapa, según describen algunos empresarios consultados.
El excoordinador de asesores tiene historia. Hace doce años salió de Coyoacán en medio de otro escándalo de corrupción.
El caso lo conoce bien el ahora presidente del PRD en el Distrito Federal, Raúl Flores García.
En 2003, como jefe delegacional interino en Coyoacán, el perredista tuvo que ordenar una auditoria por manejos irregulares.
Ramírez Gallardo, según describe el acuerdo 11/2011, tenía la función de coordinar los proyectos de los sectores público, social y privado y resolución de la agenda gubernamental.
“En su caso, proponer la formulación de políticas públicas”, refiere el documento respecto a las actividades de Ramírez Gallardo, quien desahogaba los asuntos relevantes del delegado.
Pero Rodolfo Ramírez tiene viejos antecedentes en la administración pública en el Distrito Federal. Para este funcionario no es nuevo salir expulsado de gobiernos delegacionales bajo sospecha de corrupción.
El actual presidente del PRD en el Distrito Federal, Raúl Flores García, conoce a detalle el historial de Rodolfo Ramírez pues en el año 2003, cuando se desempeñaba como jefe delegacional interino en la delegación Coyoacán, tuvo que iniciar una auditoría a la Dirección de Administración de esa demarcación (en la que Rodolfo Ramírez colaboraba) por presunto desvío de recursos.
En mayo de ese año, el propio Raúl Flores, entonces delegado en Coyoacán, detonó el escándalo al cerrar las oficinas de la Dirección de Administración que dirigía Juan Pablo Espejel.
Este último fue destituido junto con un grupo de colaboradores, entre ellos Rodolfo Ramírez, quien tenía a su cargo en ese entonces la Dirección de Recursos Materiales.
Según está consignado en una nota de El Universal del 18 de mayo de 2003, una denuncia acusaba a este grupo de empleados de mal manejo de los recursos.
Esto habría motivado a Raúl Flores a practicar una auditoría, cerrar esa oficina, custodiarla con elementos de la policía preventiva y exigir la renuncia a Juan Pablo Espejel, Rodolfo Ramírez, Carlos Tetlamantzin, Francisco Vargas y David Gaxiola.
Irregularidades previas
Flores García, hoy dirigente perredista del DF, explicó a Reporte Indigo aquel episodio.
Dijo que al llegar a la delegación Coyoacán (cuya jefa delegacional anterior había sido María Rojo) encontró un pasivo muy importante que no empataba con los registros ante la Secretaría de Finanzas del Distrito Federal.
“Se habían estado pidiendo bienes a los proveedores y no estaba regularizada la compra ante la Secretaría de Finanzas. No se les podía pagar a los empresarios porque las compras se habían efectuado en ejercicios anteriores y no se habían reportado”, explicó.
De lo que recordó de aquel problema en Coyoacán, Raúl Flores dijo que tuvo que pedir la renuncia de Juan Pablo Espejel y su grupo, entre ellos, efectivamente Rodolfo Ramírez, el coordinador de asesores que acaba de renunciar a Iztapalapa junto con Jesús Valencia por el escándalo de las camionetas prestadas de Luis Molleda Cámara y su empresa Amexire.
“Creo que Rodolfo tuvo que renunciar una semana antes que Juan Pablo Espejel, pero ellos son un binomio”, detalló.
Apenas hace unos días Rodolfo Ramírez tuvo que enfrentar otra salida incómoda de un gobierno delegacional. Doce años después el escándalo de corrupción lo alcanzó.
Del Pedregal a Ciudad Refugio
Así gobernó Jesús Valencia Guzmán los últimos meses Iztapalapa: mientras él vivía en una costosa mansión de El Pedregal de San Ángel, muchos de sus gobernados ocupan predios cuyo piso es de tierra y los techos de sus viviendas son de lámina o cartón.
La costosa residencia de poco más de nueve millones de pesos que adquirió a través de uno de los hermanos de la inmobiliaria Rayo dista mucho de las empobrecidas viviendas de quienes habitan el predio “Ciudad Refugio” que se encuentra en la colonia Chinampac de Juárez, en la delegación Iztapalapa.
Ahí decenas de familias viven hacinados en cuartuchos apenas alumbrados a través de conexiones informales a la red de energía eléctrica.
Aunque Jesús Valencia Guzmán responsabilizó a su pareja sentimental, Margarita Darlene Rojas Olvera, presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, de la compra de la casa en Pedregal de San Ángel, es un hecho que el exdelegado vivió ahí en la recta final de su administración.
Sin embargo tuvo que responsabilizarse de manejar una camioneta de lujo, propiedad del empresario Luis Molleda Cámara, uno de los proveedores de Iztapalapa que a través de la compañía Amexire ganó millonarios contratos de obra en la demarcación.
¿Irá a fondo el PRD en investigar las inconsistencias del exdelegado que vive en El Pedregal y maneja autos de sus proveedores?
Lo que es un hecho es que Valencia Guzmán salió de Iztapalapa rodeado de polémica y de sospechas de corrupción.