El gobierno que encabezó en Jalisco el exmandatario del PRI, Aristóteles Sandoval Díaz, asesinado el pasado viernes en una agresión directa en Puerto Vallarta, estuvo marcado por los atentados que perpetró el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en contra de miembros de su gabinete.
El entonces gobernador llegó a afirmar públicamente que se encontraba amenazado por esa organización delictiva supuestamente por las labores de seguridad desplegadas por las fuerzas estatales, aunque también es cierto que durante esa administración (2013-2018) el CJNG pudo crecer hasta volverse la amenaza nacional que es hoy en día.
Aunque nunca hubo una explicación oficial por parte del gobierno de Sandoval Díaz sobre el móvil del crimen, trascendió que el secretario, quien además era un empresario relevante del ámbito inmobiliario, fue ultimado por el CJNG porque presuntamente estaba colaborando con el grupo delictivo de Los Caballeros Templarios.
Cuando Aristóteles Sandoval Díaz rindió protesta como gobernador el 1 de marzo de 2013 dijo que “en adelante tenemos el reto histórico de lograr juntos un estado de paz y prosperidad. Logremos un diálogo que nos engrandezca por resultados que nuestros hijos y nuestros nietos puedan reconocer. Ha llegado el día. Juntos transformaremos Jalisco”.
Por eso el homicidio tan temprano de uno de sus funcionarios de primer nivel significó uno de los mayores descalabros que enfrentó su administración.
Segundo atentado
El 30 de marzo de 2015, Alejandro Solorio Aréchiga, comisionado de Seguridad Pública de Jalisco, cayó en una emboscada que preparó el CJNG en el poblado de Río Blanco, en Zapopan.
“Fuimos atacados con armas de grueso calibre, repelimos la agresión y los delincuentes huyeron del sitio”, dijo Solorio Aréchiga.
El entonces titular de la Fiscalía General del Estado —una superestructura que había conjuntado en una sola institución a la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad, hoy están separadas de nuevo— Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, declaró que esos actos eran una respuesta al trabajo desempeñado.
“Es una respuesta al enfrentamiento que tuvimos el pasado 23 de marzo donde fue abatido Heriberto Acevedo Cárdenas, conocido como ‘El Gringo’, uno de los jefes regionales del cártel que opera en la Zona Valles de nuestro estado y que pertenece al grupo delictivo Nueva Generación”.
En el lugar del ataque se localizaron un lanzacohetes y 104 casquillos de calibres .223, 7.62 y .50.
La amenaza a Aristóteles Sandoval
El 21 de mayo de 2018, tres años después de la agresión al comisionado de Seguridad, ocurrió un tercer atentado. Ahora contra Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, quien en ese momento ya no se desempeñaba como titular de la Fiscalía General del Estado, sino como secretario del Trabajo.
El funcionario estaba en un restaurante de la Avenida Chapultepec de Guadalajara, uno de los corredores gastronómicos más importantes de la ciudad, cuando fue atacado por un comando que, según se dijo, habría estado integrado por entre 15 y 20 individuos.
En aquella ocasión Nájera Gutiérrez de Velasco señaló que pudo salvar la vida por la reacción de los tres escoltas que lo acompañaban y la llegada de dos elementos de la Fuerza Única —una corporación que desmanteló el actual gobierno de Enrique Alfaro Ramírez—.
Ese mismo día, Aristóteles Sandoval Díaz reveló que también él había recibido amenazas del CJNG.
“La postura de mi administración ha sido la de combatir con toda convicción al grupo delictivo que opera en esta y más de 20 entidades del país, hacerlo costó vidas de elementos de la Policía estatal, costó eventos de violencia periódicos como los bloqueos que vivimos en mayo del año 2015, así como atentados contra el personal de seguridad del estado”.
Y entonces dijo que “este combate directo y decidido ha costado amenazas a quienes encabezamos el estado, la Fiscalía estatal así como autoridades políticas como el secretario general de Gobierno y un servidor (…) esta es la situación que enfrentamos, un grupo delictivo poderoso al que hemos contenido, créanmelo, con toda nuestra fuerza y con toda nuestra capacidad”.
Unos días después, el 31 de mayo, Nájera Gutiérrez de Velasco renunció a la Secretaría del Trabajo ante los riesgos que implicaba su permanencia, pues, según se dijo, el CJNG lo mantenía como uno de sus objetivos.
“Luego de la investigación que está en curso (…) se desprende la intención de esta organización delictiva de insistir en su objetivo de atentar contra la vida de Luis Carlos. Esto lo hemos obtenido a través de datos de inteligencia que nos han sido proporcionados por autoridades federales”, dijo Sandoval Díaz.
Y agregó que “lo que es cierto, así me lo ha hecho saber el propio Luis Carlos, tras una reflexión personal y familiar, es el hecho inobjetable de que su sola presencia representa un riesgo para quienes le acompañan en el desempeño de sus funciones y la población en general. Ante esta situación y en un acto que yo estimo de profunda responsabilidad y vocación de proteger y servir a su comunidad, es que me ha manifestado su determinación de dejar el cargo como secretario del Trabajo”.