En su historia convergen personajes políticos y policiacos que hicieron mucho por hundirla en prisión o por ayudarla a recuperar su libertad.
Es Florence Cassez, la francesa que ayer fue liberada luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concediera por tres votos el amparo liso y llano a su favor, por las graves violaciones a su derecho de debido proceso y presunción de inocencia.
Tras los múltiples movimientos de apoyo en Francia que clamaron su inocencia, aquí en México, el ex diputado perredista Gerardo Fernández Noroña, desde su guarida, hizo múltiples acciones para apoyar a la pelirroja, con quien llegó a encariñarse, según sus propias palabras.
Más allá de visitarla en el penal de Tepepan, Xochimilco, el ex legislador federal hizo uso de su poder político para permitir que los padres de la francesa, Bernard y Charlotte Cassez, pudieran llamar a diario a la pelirroja sin que esta fuera amonestada por las autoridades carcelarias.
Correos van y vienen
Así dan cuenta, algunas de las comunicaciones vía correo electrónico que Noroña tuvo con los padres de la interna, en poder de Reporte Indigo.
En enero de 2011, los padres de la mujer acusada de secuestro en la pasada administración de Felipe Calderón Hinojosa, así agradecían al diputado federal las atenciones que éste tenía con su hija.
“Estimado Sr Noronia:
Le agradecemos mucho de permitirnos hablar con Florence por teléfono todos los días.
Es muy importante para ella!
Reciba un abrazo
Charlotte Cassez”
En respuesta el 21 de enero de 2011, el fundador del Movimiento de Izquierda Libertaria (MIL) escribió que lograr que Florence recibiera llamadas teléfonicas al interior del penal no fue un gran logro, de hecho, lo calificó como un apoyo “modesto”.
“Naa, no hay nada que agradecer, yo le he tomado un gran cariño a Florence y estoy dispuesto a ayudarla en todo lo que esté en mi mano. Lo de las llamadas es un apoyo modesto y lo hago con solidaridad elemental. Mañana platicaré con el embajador de Francia en México, sobre el caso de Florence, le propondré la exposición de pintura de ella en la Cámara de Diputados en México. Ya les comentaré en qué quedamos.
Un abrazo y mucho ánimo”.
Fue así que desde tribuna y como activista, Noroña poco a poco fue investigando en el caso de la llamada “francesa secuestradora” que fracturó las relaciones diplomáticas entre México y Francia durante las administraciones de Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy.
En efecto, con su comportamiento y discurso, en ocasiones irreverente, Noroña cuestionó en más de una ocasión al entonces secretario de Seguridad Pública Nacional, Genaro García Luna, sobre el montaje fabricado en torno al caso Florence.
En la trama, ¿un agente del Mossad?
Noroña recibía avances e informes del Comité Canadiense de Apoyo a Florence Cassez, en los que le advertían, en aquel entonces, de la participación de un supuesto agente del Mossad, de nombre Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, en el caso de la francesa.
“No sé si platicaste de esto con ella (con Florence) pero uno de los ex socios de su hermano se llama Margolis, tiene sus entradas a la Siedo. Según la información que tenemos, es agente o ex agente del Mossad. El hermano de Florence empezó a sospechar algo de las actividades de Margolis y el pleito acabó ante el Tribunal. También tenemos la información de que Margolis estuvo presente en la Siedo el 8 de diciembre, día de la detención de Florence”.
Más de esa información, el informante le detalló a Noroña que Margolis había prometido “chingarse” a los hermanos Cassez por el problema que tenía con ellos.
Hoy Eduardo Margolis, quien ha servido de presunto colaborador con algunos mandos policiacos del Distrito Federal y federales en materia de secuestro, está enfermo de cáncer, según comentan algunos de sus colaboradores más allegados.
Desde hace poco más de 10 años, Margolis ha sido un personaje muy influyente dentro de la comunidad judía que radica y opera diversos negocios en la zona de Polanco.
Él mismo tiene una empresa de blindaje de vehículos en la zona, que utiliza de oficina.
Es una especie de policía sin placa que investiga los secuestros de los que son víctimas algunos miembros de la comunidad judía para la que trabaja. Se ostenta como miembro del Mossad, el servicio secreto de inteligencia de Israel. Aunque eso nunca ha quedado demostrado, sí maneja información confidencial de seguridad nacional y local.
Agresivo en su lenguaje, ostentoso de sus relaciones políticas, Eduardo Margolis es un personaje clave, cercano a Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, que tuvo mucho que ver en la suerte de Florence Cassez en México.
Hoy, el cáncer que supuestamente padece y sin sus poderosos amigos de la SSP federal, Margolis está aparentemente alejado de los escenarios, atendiendo su padecimiento, aunque sigue en México.
Isabel Wallace del lado enemigo
Otro personaje que influyó en mantener a Florence Cassez en la cárcel fue la presidenta de Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, quien advirtió que la resolución de la SCJN sentaría un precedente judicial para otros casos de secuestro.
Wallace fue una férrea opositora de que Florence obtuviera su libertad o fuera beneficiada con algún recurso legal.
Por años, la madre del empresario Hugo Alberto Wallace Miranda, quien perdió la vida víctima de secuestro, ha sido una de las activistas que asegura la culpabilidad de la francesa en diversos casos de secuestro.
De hecho, la ex candidata del PAN a la jefatura de gobierno del Distrito Federal es la responsable de difundir la versión de Ezequiel, el joven víctima de secuestro por la banda que lideraba el novio de Florence.
Isabel y Ezequiel han ofrecido más de una conferencia y entrevista para recalcar que Florence era la persona que le daba a escoger entre si le amputaba un dedo o una oreja; también, según la versión de ambos, la francesa era quien le llevaba de comer en el rancho “Las Chinitas”.
“Ella por muy ignorante que fuera se daba cuenta de todo lo que ahí sucedía, entonces no me vengan a decir que Florence Cassez es una blanca palomita y pobrecita de ella”, sostenía Wallace.
Ayer, la SCJN no dijo que la francesa era “una blanca palomita”, pero anuló de tajo la condena por el secuestro de tres personas y hoy, Florence es una mujer libre.
En medio de sus detractores y defensores, que le facilitaron la vida en el penal del DF y los que intentaron hundirla, el caso Florence es ya un parteaguas.