Los banqueros se pintaron de azul

Aunque los cuatro candidatos a la Presidencia ofrecieron abrir Pemex y el sector energético al capital privado, aumentar la inversión en infraestructura carretera,  ferroviaria, turismo y vivienda, fue Josefina la que se llevó las palmas.

En el marco de la 75 Convención Bancaria que terminó el viernes en Acapulco, la candidata de Acción Nacional fue aplaudida ocho veces y ovacionada en dos ocasiones, lo que no provocó ninguno de sus rivales.

Georgina Howard Georgina Howard Publicado el
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Aunque los cuatro candidatos a la Presidencia ofrecieron abrir Pemex y el sector energético al capital privado, aumentar la inversión en infraestructura carretera,  ferroviaria, turismo y vivienda, fue Josefina la que se llevó las palmas.

En el marco de la 75 Convención Bancaria que terminó el viernes en Acapulco, la candidata de Acción Nacional fue aplaudida ocho veces y ovacionada en dos ocasiones, lo que no provocó ninguno de sus rivales.

Los cuatro aspirantes presentaron sus decálogos de campaña y sus buenas intenciones. Repitieron lo que hace tres semanas vienen diciendo:

Una reforma laboral, acabar con los caciques sindicales, mejorar la educación, crear una policía nacional, etcétera. Nada que no se haya escuchado ya.

Quizá por coincidencia, por coyuntura o porque el público era otro, hubo un tema espinoso que todos tocaron: los elevados costos que cobra la banca.

Los cuatro abanderados hicieron una propuesta velada, para no embestir al toro de frente. Coincidieron en la importancia de bajar las tasas de interés que cobran los bancos para incentivar el crédito.

Pero para que el reclamo no sonara fuerte,  se comprometieron con los financieros a establecer juntos medidas concretas para abaratar los servicios sin que los bancos queden desprotegidos ante aquellos que no pagan.

Que sube y que baja

A diferencia de otros escenarios y quizá porque el público era otro, Gabriel Quadri, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador coincidieron en una mala noticia: el bajo crecimiento económico que ha registrado el país.

En cambio, Vázquez Mota inició en positivo. “Hemos crecido en el primer trimestre 4.6 por ciento en términos anuales”.

Más allá de las buenas o malas noticias económicas, aunque Quadri parecía en casa, entre colegas, hablando el mismo idioma, no movió neuronas. Fue recibido con amable indiferencia. Como sus colegas a la izquierda y al centro del tablero electoral, fue escuchado y aplaudido, pero con mesura.

Invertir en México

La presencia de Peña Nieto se sintió, sobre todo, por el apabullante grupo de logística que  lo acompañaba. Repitió propuestas como  elevar el crecimiento, reducir la pobreza, restablecer la seguridad, mantener la estabilidad y controlar  la inflación.

Para tranquilidad de los presentes dejó en claro, al igual que AMLO, que sería respetuoso de la autonomía del Banco de México, y se comprometió a colocar a México en las grandes ligas para  “que vuelva a ser referencia como antes”.

Y fue directo en otros temas como alentar la competencia en telefonía e Internet; abrir Pemex a la inversión privada, sin que se privatice,, aumentar los niveles de crédito y promover que los bancos inviertan en México.

También propuso crear una banca de desarrollo efectiva similar al esquema que opera en Brasil, y abrir la inversión en carreteras y red ferroviarias.

El puntero reiteró su propuesta de seguridad social universal y les detalló que otorgaría en su gobierno un seguro de desempleo, apoyo a la invalidez y a los adultos mayores.

Ya me conocen

Ya me conocen, ya saben quién soy, fue lo primero que les dijo el candidato de Movimiento Progresista a los banqueros. Y en seguida, definió los dos pilares de su propuesta: eliminar la corrupción y aplicar austeridad en el gasto burocrático para impulsar el crecimiento económico.

Sin entrar en detalles, López Obrador dijo lo mismo que los otros tres candidatos. Que no habrá nuevos impuestos, pero no precisó si aumentaría alguno de los que ya está o si desaparecería otro.

También habló de bajar las altas tasas que cobra la banca y propuso aumentar la competencia para ampliar su cobertura.  De ganar las elecciones, dijo que se comprometía a brindarles certeza jurídica y seguridad para disminuir el riesgo de de caer en cartera vencida.

López Obrador fue más allá y  ofreció a los banqueros más incentivos para la banca comercial, crear tribunales especializados para, de manera conjunta, otorgar crédito a las pequeñas y medianas empresas.

Les repitió que no endeudará al país, que no habrá déficit fiscal, que limpiará a Pemex de corrupción, mas no habló de abrirlo al capital privado y se subió al tema de los banqueros: ofreceré servicios bancarios desde teléfonos móviles para consolidar la bancarización.

Josefina hizo la tarea

La abanderada albiazul inició un cálido discurso y un amplio reconocimiento al sector financiero, en especial, dijo por el peso específico que ha tenido la banca en el crecimiento y en el desarrollo del país, lo que ganó la simpatía de los banqueros. Por lo demás, el discurso fue el mismo.

Habló de abrir el crédito, de las escuelas de tiempo completo, de la policía nacional, del combate al lavado de dinero, cadena perpetua a funcionarios que pacten con el narco.
Como en otros foros, estableció la diferencia “porque soy mujer y ciudadana”.

Al respecto comentó: “Los chinos dicen que las mujeres sostienen la mitad del cielo. Yo conozco mujeres que sostienen el cielo completo y hasta su marido”.

Ya  para entonces le habían aplaudido tres veces en una presentación que no hizo sentada.  “Porque con mi tamaño petit me siento más cómoda parada”.

También dijo: Este país requiere acceso al crédito, me comprometo a entregar el 100 por ciento de los apoyos sociales a través del sector bancario a través de tarjetas.

Y prosiguieron las ovaciones y los ofrecimientos: abrir Pemex con un esquema similar a Petrobras, fortalecer la Auditoría Superior de la Federación “porque hoy México ya no tiene un Tlatoani, tiene 30 y tenemos que legislar”.

Los llamó a la reflexión, a que no se trata sólo de votar sino por quién. Ella gobernaría con los ex gobernadores del PAN mientras que Peña lo haría con el “gober precioso”, Moreira y Montiel; Quadri con la “jefa” de su partido y López Obrador, no es confiable porque “mandó al diablo a las instituciones hace seis años”.

Fue insistente en la fortaleza de la presencia femenina y mencionó: “no conozco un solo político que no haya ganado sin el apoyo de una mujer”.

La participación terminó. Se pusieron de pie y volvieron a aplaudir, sobre todo, las mujeres.

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