Los cambios al Botón de Emergencia de Jalisco

El mecanismo que activó el Gobierno de Jalisco para contener la propagación del COVID-19 ha tenido ajustes, principalmente por las aglomeraciones que generan las restricciones establecidas al transporte público

La implementación del Botón de Emergencia en el estado de Jalisco como una medida para contener la propagación del coronavirus ha tenido diversos cambios debido a que las autoridades no previeron todos los efectos que tendría.

A pesar de que transcurrieron casi cuatro meses entre el día en que fue presentado (el 7 de julio de 2020) y su reciente activación este 30 de octubre, varios aspectos tomaron por sorpresa al Gobierno de Jalisco, como las aglomeraciones generadas en el transporte público.

Esta medida sólo se empleará una vez, ya fue eliminada del repertorio de acciones del Gobierno estatal aún antes de corroborar sus resultados en la práctica

Con el Botón de Emergencia finalmente activado, se hizo evidente que dependencias como la Coordinación General Estratégica de Gestión del Territorio, que encabeza Patricia Martínez Barba, y su Secretaría de Transporte, en manos de Diego Monraz Villaseñor, no dimensionaron todas las consecuencias que traería la suspensión del transporte público a las 20:59 horas.

Entre las medidas que decretó el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, dentro del Botón de Emergencia, se incluyó además de restricciones parciales a las actividades económicas y sociales durante 14 días, la suspensión del transporte público durante las noches de lunes a viernes, y de forma total durante los fines de semana.

Aunque han surgido cuestionamientos por someter a la clase trabajadora a aglomeraciones en el transporte público que los expone a contraer el coronavirus —lo opuesto que, se supone, persigue—, el mandatario ha intentado justificarse señalando que el escenario actual es inédito.

Desde el primer día de activación, el 30 de octubre, el mandatario reconoció la saturación que se causó en el transporte. “Así como desde las 7 de la noche encontramos plazas, calles y espacios públicos vacíos, también es cierto que el sistema de transporte público estuvo a reventar”, dijo.

Luego, el 31 de octubre, expresó que “como cualquier estrategia de este tipo, ayer aprendimos lecciones que nos ayudarán a hacerlo mejor en los siguientes días. Sobre todo el reto es evitar aglomeraciones en horas pico en el transporte público. Por ello hoy desde muy temprano ajustamos la estrategia”.

Entre los cambios que anunció ese día el gobernador está el escalonamiento de los horarios de salida de los empleados, además de que “el sector privado se comprometió a contratar transporte de personal, para garantizar los traslados en los horarios donde hay restricción de transporte público”.

También dijo que “algunas unidades de transporte público se moverán a las rutas con mayor demanda, para evitar aglomeraciones entre semana”, especialmente en corredores como López Mateos Sur y Periférico Sur.

Estrategia y propaganda

Sin embargo, tanto por las deficiencias en su implementación, como por el replanteamiento radical que tuvo el mecanismo –originalmente se concibió como un paro total a la economía-, el Botón de Emergencia aún no ha podido librarse de la sospecha de que fue ideado como un mero instrumento mediático para promover la imagen del gobernador a nivel nacional.

Las dudas sobre el fundamento técnico se profundizaron luego de que el gobernador señalara este 28 de octubre que esta será la única vez que se utilizará el instrumento, a pesar de que el propio mandatario ha señalado que la medida es tan eficaz que impedirá miles de muertes.

El Botón de Emergencia terminará el ciclo para el que fue diseñado y después de estos 14 días se tomará otra ruta, se diseñará un nuevo mecanismo, una nueva estrategia; lo que queremos es no tener que volver a parar, que aprendamos verdaderamente a convivir con el riesgo mientras hay una vacuna
Enrique AlfaroGobernador de Jalisco

“Pero sí hay que dejar claro que después de esta activación lo que viene después es otro mecanismo, el Botón de Emergencia tuvo una  función, cumplió con un objetivo y hoy pues llegamos a este punto en el que desafortunadamente tenemos que usarlo, pero pues lo vamos a usar por el bien de nuestro estado, entonces después vendrá ya otra etapa”, dijo.

Es decir, fue eliminado del repertorio de medidas del Gobierno estatal aun antes de corroborar sus resultados en la práctica, y a pesar de que el mismo gobernador diría este 1 de noviembre que el instrumento fue “una decisión difícil, pero necesaria para disminuir contagios y evitar miles de muertes”.

La defensa del Botón de Emergencia

El gobernador Enrique Alfaro y su equipo defienden que el instrumento sí tiene bases técnicas y que está logrando buenos resultados.

“Durante este primer fin de semana de #BotónDeEmergencia, logramos regresar a niveles de movilidad similares a los de marzo, justo al inicio de la pandemia. La respuesta de las y los jaliscienses ha sido asombrosa. (…) A partir de los datos duros de Waze, se analizaron 15 puntos de medición del AMG, con reducciones que van del 50 al 90 % respecto a otros sábados del año”, dijo este 2 de noviembre.

La Secretaría de Transporte secundó al mandatario, al señalar este 3 de noviembre que “los primeros días de la aplicación del Botón de Emergencia, tuvieron un efecto positivo en la reducción de la movilidad de las personas a través del transporte público de la entidad, concretamente en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG)”.

De esta forma, “mientras que en los últimos días del mes de octubre se movieron alrededor de 1.8 millones de personas al día en el AMG, el primer fin de semana de funcionamiento del botón, se movieron 87 mil 851 personas, (53,645 el sábado y 34,206 el domingo) lo que representa una disminución de cerca del 98 por ciento”, se informó.

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