Los claroscuros del mandato de Mancera

Todo lo que empieza, en algún punto debe terminar, y la administración del jefe de gobierno está por concluir; sin embargo, la CDMX tiene tantos pendientes, que ni quedándose hasta el final de su mandato, Miguel Ángel Mancera podría cumplir con todo lo que prometió para llegar al Antiguo Palacio del Ayuntamiento
Erick Miranda Erick Miranda Publicado el
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Miguel Ángel Mancera lo hizo oficial: pidió licencia definitiva para separarse del cargo de Jefe de gobierno y comenzar una gira por todo el país en apoyo a Ricardo Anaya y cumplir con sus aspiraciones de llegar al Senado.

Ante una truncada aspiración presidencial y a 10 meses de que la presente gestión concluyera por decreto, Mancera intentará continuar con su carrera política lanzándose por la borda y hacia tierras de una curul por la vía plurinominal en el Senado, mientras que buena parte de su gabinete de marineros ya ha roto filas para participar en este año electoral.

De entre las ruinas de la urbe, el todavía jefe de Gobierno de la Ciudad de México se deslindará de su pronunciamiento de “estar convencido que mandatario no es el que manda sino el que obedece el mandato del pueblo” y cuyas palabras fueron expresadas durante su toma de protesta en la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal, hace 6 años.

A pesar de todo, la actual administración que continúa naufragando con más tropiezos que aciertos, además de un desprestigio entre ciudadanos, ha logrado colocar a la capital en una serie de altibajos y en distintos rubros, tales como desarrollo social, inseguridad, transporte público, corrupción, medio ambiente, inclusión, turismo, reconstrucción, entre otros.

En un intento por emular gestiones perredistas pasadas, generar confianza, y quizá ganar peso político para este año electoral, fueron retomados e instaurados distintos programas sociales enfocados a personas en condición vulnerable, tales, como la “Pensión Alimentaria para Adultos Mayores”, el “Médico en Tu Casa” y el “Abogado en Tu Casa” que, no obstante, han sido visto como una extensión de sus precursores.

Bajo la tutela de Mancera Espinoza, en 2016, el entonces Distrito Federal cambió de nombre a Ciudad de México y también expidió su propia Constitución política considerada de “avanzada”, misma que entrará en funciones hasta el próximo 17 de septiembre e instaurará nuevas figuras jurídicas en la administración de los próximos mandatos.

En años recientes, la inseguridad se disparó de forma exponencial y ante negativas de funcionarios y autoridades que aún minimizan el problema. El caso más notable fue la identificación del llamado Cártel de Tláhuac, grupo criminal que era liderado por Felipe de Jesús Pérez, alias ‘El Ojos’, quien fue abatido a mediados de 2017 durante un operativo, y cuya organización sigue operando con menor fuerza desde el suroriente de la capital.

Dos líneas de Metrobús fueron inauguradas en esta gestión, a la par que otra continúa ampliándose. La sustitución de vehículos de transporte público de pasajeros quedará inconclusa, ya que sólo se logrará una modernización aproximada del 50 por ciento. Mientras que el Metro, pese a su incremento de tarifa durante 2013, ha dejado mucho a desear. De 5 a 6 pesos subió el pasaje del Metrobús; de 3 a 5 los microbuses, vagonetas y también el Metro, mientras que corredores pasaron de 4.5 y hasta 7 pesos.

Las corruptelas han ocupado un lugar importante en este mandato local, ya que desde facilitación de concesiones y hasta presuntas malversaciones de fondos han sido denunciadas. Casos por mencionar son los relacionados a las empresas Autotraffic, Mojo Real State y Movilidad y Parqueo, encargadas de la recaudación de fondos por multas vehiculares y estacionamiento en vía pública. Asimismo, la especulación inmobiliaria, sumada a la ineptitud de dependencias relacionadas al ramo de la construcción, salieron a relucir tras los sismos del año pasado, acarreando mortales consecuencias incluso en obras recientes.

A inicios de 2016, las contingencias ambientales regresaron a la zona centro del país, afectado a la capital y a los estados de Puebla, Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Querétaro y Estado de México, situación que derivó en un endurecimiento de los programas Hoy No Circula y Contingencia Ambiental, fijados por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe). Más de un millón de automovilistas, incluidos capitalinos, resultaron afectados por las medidas de restricción vehicular.

Aunque los matrimonios igualitarios fueron avalados en 2010, fue hasta el año de 2012 que la Ciudad de México fue declarada “gay-friendly”, con lo que esta minoría adquirió el reconocimiento institucional, sumado a que 5 años más tarde la formulación de la Carta Magna local vino también a refrendar la inclusión y un ‘progresismo’ al instaurar políticas públicas y leyes que protegen el libre ejercicio de los derechos ciudadanos de dicho sector.

En cuestión de turismo, la CDMX logró posicionarse como uno de los mejores referentes nacionales e internacionales, esto a través de una estrategia multidisciplinaria enfocada primordialmente a las actividades productivas, económicas, sociales y culturales de la capital. El avance en la materia llegó a ser reconocido por organizaciones mundiales como son UNESCO, la FITUR, entre otras.

Pese a todo, la última ola que removió las aguas bruscamente y afectó de gravedad a la embarcación capitalina fue la del sismo del pasado 19 de septiembre, contingencia que también dejó 288 víctimas mortales y 5 mil 765 viviendas afectadas.

Con la intención de mitigar las consecuencias de ese desastre natural, la Asamblea Legislativa canalizó ocho mil 792 millones de pesos para labores de reconstrucción y atención a damnificados, sin embargo, estos últimos acusan que la acciones han sido escasas y que poco han visto de esos fondos etiquetados así como de las múltiples donaciones internacionales.

Durante la actual administración del todavía jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, la bajas, deserciones y rupturas de relación más destacables fueron las de: Patricia Mercado, exsecretaria de Gobierno capitalino que también buscará un puesto en el Senado; Jorge Gaviño, ex titular del STC que aspirará a un lugar en el primer Congreso local; el exdirector del Cuerpo de Bomberos de la CDMX, Raúl Esquivel, quien se enfocará en encomiendas del mandatario; Héctor Serrano, exsecretario de Movilidad que dejó el puesto para ayudar a Mancera en una posible campaña que no se dio; Miguel Torruco, exsecretario de Turismo, a quien le fue solicitada su renuncia por apoyar abiertamente a Andrés Manuel López Obrador, entre otros.

La fecha límite para pedir licencia a su cargo de jefe de Gobierno, será el último día de este mes, por lo que hoy Mancera adelantó que ya se encuentra listo, que tiene planeada un gira a nivel nacional para promocionar el tan manoseado ‘gobierno de coalición’, y que la misma servirá para “ponerle sabor al caldo”.

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