Los estragos de la CNTE

Las reformas educativas y la lucha magisterial causaron un daño colateral. Y es que no solo los plantones afectan el Distrito Federal, también lo hacen rumores, abusos y conflictos sociales.

Especialmente en las delegaciones Xochimilco, Milpa Alta, Iztapalapa y Tláhuac, donde padres de familia han tomado los planteles educativos como protesta ante las supuestas cuotas que les quieren imponer los profesores.

Jonathan Villanueva Jonathan Villanueva Publicado el
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En la escuela Independencia el conflicto llegó a las agresiones físicas hacia algunas madres de familia; tres de ellas fueron llevadas al hospital con heridas por arma blanca
En escuelas de Tláhuac ha habido cortes a la energía eléctrica, pues los recibos antes los pagaba la Secretaría de Educación
En delegaciones como Xochimilco y Tláhuac, padres de familia han tomado los planteles por el rumor de nuevos cobros escolares

Las reformas educativas y la lucha magisterial causaron un daño colateral. Y es que no solo los plantones afectan el Distrito Federal, también lo hacen rumores, abusos y conflictos sociales.

Especialmente en las delegaciones Xochimilco, Milpa Alta, Iztapalapa y Tláhuac, donde padres de familia han tomado los planteles educativos como protesta ante las supuestas cuotas que les quieren imponer los profesores.

El problema ha ido escalando desde hace tres meses, al grado que el miércoles pasado se suscitó un zafarrancho entre los que quieren mantener el paro y los que exigen el regreso a las aulas.

El escenario de la gresca fue la Secundaria número 31 “Independencia”, donde se registraron golpes, amenazas con arma de fuego y heridas con arma blanca que mandaron al hospital  a tres mujeres.

Incluso, en la sesión ordinaria del martes, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó un punto de acuerdo para que las autoridades locales y federales atendieran estas quejas.

Y es que a partir de que inició el plantón de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), grupos de supuestos profesores comenzaron a distribuir folletos para informar los costos de las reformas educativas.

Según los trípticos, el gobierno federal cargó los gastos de mantenimiento de las escuelas a los padres de familia, por lo cual tendrían que pagar cuotas de recuperación más altas.

En los Pueblos Originarios de la zona Sur-Oriente de la Ciudad de México el rumor se acentuó. Sobre todo cuando los directivos de algunos planteles les hicieron entrega del recibo de luz de la escuela donde sus hijos estudian.

A partir de ahí, las marchas se hicieron una constante. No hubo autoridad que les explicara el verdadero sentido de la reforma educativa; los padres comenzaron a endurecer sus protestas.

Los planteles de estas cuatro delegaciones comenzaron a cerrar. También se formaron grupos opositores a la toma de escuelas; los dimes y diretes llevaron a pequeños enfrentamientos. Y el miércoles simplemente se endurecieron.

El detonante 

“Papá y mamá: prepárate… Sabías que la reforma laboral disfrazada de reforma educativa te obliga a pagar a parte de las cuotas escolares, todos los gastos de operación de las escuelas de tus hijos?”, decía un folleto que comenzó a circular en la zona.

Esto incluye: “Luz, agua, predial, material de limpieza de oficinas, materiales didácticos, mantenimiento del edificio, impermeabilizantes, pintura, y todo lo que se requiera, claro, a parte de uniformes y útiles escolares” 

La incertidumbre entre los padres de familia no se hizo esperar; se trata de un serio golpe a la economía familiar y no había una sola persona que les desmintiera lo dicho en los folletos.

Doña Nohemí, madre de un alumno de la escuela Independencia, asegura que lejos de ello, la dirección de esa secundaria le confirmó los rumores: “hay que pagar más, empezando por el recibo de luz”.

Un recibo de 8 mil 836 pesos bimestrales le fue entregado, otro del agua por 39 mil 99 pesos. Lo mismo pasó en otros planteles, como la escuela primaria Caritino Maldonado por un monto de 118 mil pesos.

Como efecto dominó, las escuelas entregaron recibos de luz, agua, teléfono y demás a los padres de familia. Y en consecuencia, las acciones de protesta también se propagaron.

Por esa razón, desde el 30  septiembre miles de padres de familia de las delegaciones Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, y de otras partes de la capital del país, tomaron los planteles; mientras el tema en los medios de comunicación era el plantón del Zócalo.

La protesta era en contra de la reforma educativa y la privatización de la educación, pues argumentan que la fracción quinta del artículo 73 de la Constitución (que plantea la autonomía de gestión de cada escuela), lo cual pone en riesgo la gratuidad y obliga a pagar los servicios y el mantenimiento del inmueble.

Incluso, en días pasados la sección 9 de la CNTE aseguró que en escuelas de Tláhuac ha habido cortes a la energía eléctrica por falta de pagos, pues antes se enviaban los recibos a la Secretaría de Educación Pública y ésta cubría los montos.

El conflicto

—Aquí estoy. Vénganse; rápido— dijo una mujer de mediana estatura y regordete figura, mientras azotaba la puerta de la escuela Independencia.

Las madres de familia que tenían tomado el plantel abrieron el portón. Un grupo de jóvenes y adultos entraron corriendo: “Ahora sí, hijos de la chingada, se van a largar”, dijo uno de ellos.

—Saquen a estas pinches viejas— añadió la mujer con voz aguardentosa. Los empujones comenzaron. Y La señora Nohemí intentó calmarlos, esa que participaba en la toma de la escuela en demanda de educación gratuita.

Ellos, en especial don Lucio, un hombre alto y espigada silueta arremetió junto con “El Teja” a palos contra las señoras. Doña Guadalupe recibió el primer varazo en la cabeza, y terminó con fracturas en un brazo.

La gresca siguió. Corretearon a las mujeres huelguistas. Las patearon y les propinaron golpes en la espalda: ellas corrieron y buscaron refugio fuera de la escuela.

Un par de horas antes habían convocado a junta, pero la mayoría de los padres no asistió. 

“Mi marido sí estaba presente y apenas me logró sacar de ahí. Ya no pude evitar que les hicieran de todo. Pues doña Paula traía una pistola. Sabemos bien quién es ella porque su hijo también estudia aquí”, dijo la afectada a Reporte Indigo.

Unos de los jóvenes traían rostros semicubiertos, como lo hacen los anarquistas, dijo otra de las golpeadas. Tres mujeres terminaron en el hospital de Xoco con heridas de navaja.

A final de cuentas los agresores recuperaron el plantel que desde ayer está abierto. La asistencia de alumnos es baja y ninguna autoridad atiende las demandas de las madres paristas.

Según consta en fotos y videos, policías a bordo de la motocicleta numero 00114, la camioneta P6624 y la patrulla P6614 llegaron a la escuela ubicada en el barrio de San Gregorio Xochimilco, pero no arrestaron a nadie.

Hasta el cierre de esta edición las afectadas no habían podido declarar debido a que el Ministerio Público de la Agencia II de Xochimilco no quería tomarles las declaraciones correspondientes.

Los hechos se han replicado en otros planteles, donde no tienen claridad si los paros continuarán o si serán obligados a pagar los servicios de las escuelas públicas.

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