Los jefes del Congreso
Con el arranque de la LXIII Legislatura llegarán a la Cámara de Diputados los nuevos legisladores que deberán trabajar en una serie de temas pendientes de concretar.
A pesar de la mayoría simple que alcanzaron el PRI y sus aliados, el PVEM y Nueva Alianza –tendrán 261 votos-, en San Lázaro se verán obligados a negociar con los otros partidos mayoritarios, el PAN y el PRD, para alcanzar los votos necesarios y concretar reformas constitucionales.
En estas negociaciones tendrán como artífices a los coordinadores parlamentarios de las tres más importantes fuerzas políticas.
Imelda GarcíaCon el arranque de la LXIII Legislatura llegarán a la Cámara de Diputados los nuevos legisladores que deberán trabajar en una serie de temas pendientes de concretar.
A pesar de la mayoría simple que alcanzaron el PRI y sus aliados, el PVEM y Nueva Alianza –tendrán 261 votos-, en San Lázaro se verán obligados a negociar con los otros partidos mayoritarios, el PAN y el PRD, para alcanzar los votos necesarios y concretar reformas constitucionales.
En estas negociaciones tendrán como artífices a los coordinadores parlamentarios de las tres más importantes fuerzas políticas.
Los coordinadores parlamentarios son quienes llevan la batuta del trabajo de los demás legisladores de su bancada. Reunidos en la Junta de Coordinación Política, ellos negocian, acuerdan, intercambian, jalan y estiran.
También se encargan de administrar los recursos económicos y materiales que se asignan a los grupos parlamentarios.
En el inicio del primer periodo de sesiones del primer año de la LXIII Legislatura, serán César Camacho, del PRI; Marko Cortés, del PAN; y Jesús Zambrano o Guadalupe Acosta Naranjo, del PRD, quienes llevarán estas negociaciones para sacar adelante los temas pendientes.
Una de las principales negociaciones que los diputados deberán llevar a cabo en este primer periodo de sesiones será la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación que se dará en un entorno de crisis por el boquete fiscal de más de 250 mil millones de pesos.
En ambas cámaras del Congreso de la Unión están pendientes también temas como la Ley General de Aguas, la reforma política del Distrito Federal, la creación de la Fiscalía General de la República, la Ley de Obra Pública, las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción y la desindexación del salario mínimo.
> César Camacho
lobo de mar
El es un priista de esos cuya trayectoria lo ha llevado a tener influencia desde varias aristas del poder.
Ha sido gobernador del Estado de México, senador, diputado federal y presidente nacional del PRI.
Camacho Quiroz es uno de los hombres más cercanos al presidente Enrique Peña Nieto. Al ser parte del mismo grupo político mexiquense, el nuevo coordinador de los diputados priistas tiene acceso directo a la residencia oficial de Los Pinos.
César Camacho dirigía los destinos del PRI en la primera mitad del mandato de Peña Nieto, cuando en el Congreso de la Unión se discutían las reformas estructurales.
Desde el partido, el nuevo coordinador de los diputados del tricolor garantizó que el PRI no se viera golpeado por los vaivenes de mitad del sexenio.
Históricamente, el partido en el gobierno tenía menos votos en la elección intermedia por la crisis de aprobación de los gobiernos.
Esto fue evitado por el PRI, pues entre una elección y otra solo se perdieron 11 curules en San Lázaro.
En la saliente LXII Legislatura, el PRI contaba con 214 diputados. En la LXIII tendrán 203 legisladores.
Camacho es conocido en los corrillos de la política como uno de los hombres más mesurados y a quien le gusta realizar acuerdos.
Reconocen en él a un político innovador, que ha impulsado a los jóvenes y a las mujeres dentro del partido, y con quien el PAN y el PRD mantienen una buena comunicación.
> Marko Cortés
¿el verdadero líder?
En su primera decisión como nuevo presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya nombró a Marko Cortés como coordinador de los diputados del blanquiazul.
Su intención era mostrar distancia de Gustavo Madero, el expresidente nacional del PAN, en cuyo mandato estallaron escándalos de corrupción.
Desde su campaña como líder del panismo nacional, Anaya intentó –tibiamente- de desmarcarse de Madero, argumentando que era necesaria una renovación del panismo.
Sin embargo, Anaya nombró como coordinador de los legisladores del albiazul a uno de los incondicionales de Gustavo Madero.
Estuvieron juntos en varias encomiendas. Madero y Cortés fueron diputados federales juntos, entre el 2003 y el 2006. Después, compartieron actividades en el Senado.
A fines del 2014 y principios del 2015, Cortés fue jefe de campaña de Madero en la contienda interna por la presidencia nacional del PAN.
No es en vano que muchos panistas piensen que, en realidad, Marko Cortés será el líder en las formas, pero Madero sea el coordinador de facto.
Cortés está muy lejano de tener una fama de imparcialidad y equidad entre los panistas.
Baste recordar el mensaje con el que respondió al expresidente Felipe Calderón, a pesar de ser su tío político –por ser yerno de Agustín Torres Calderón, su primo-.
En enero de este año, Cortés llamó a Calderón “cínico y desmemoriado” por decir que Madero obedecía a intereses y no al beneficio del partido.
Ahora, los panistas estarán bajo la batuta de Cortés, pero los otros 106 (de 108) diputados del blanquiazul se preguntan si en verdad será él quien marque los compases o será Gustavo Madero el que mueva los hilos en ese grupo parlamentario.
> Jesús Zambrano O Guadalupe Acosta
La disyuntiva
Al interior de la bancada del PRD la lucha de poder está dentro de la corriente Nueva Izquierda conocida como “Los Chuchos”, amos del partido.
Dos de sus personajes más prominentes se disputan el control político y de recursos de la disminuida bancada perredista.
Se trata de Guadalupe Acosta Naranjo y Jesús Zambrano, dos perredistas miembros de una izquierda no radical y, más bien, cercana al poder.
Tal parece que los perredistas han olvidado que Jesús Zambrano fue presidente nacional del PRD en cuyo mandato se impulsó la candidatura de José Luis Abarca como alcalde de Iguala, Guerrero y a quien se le protegió luego de la masacre de Ayotzinapa.
Incluso, se dijo que después de que pasó el ataque contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Abarca se reunió en la Ciudad de México con Jesús Zambrano, para buscar el apoyo del partido en su caso.
El otro candidato fuerte a la coordinación de los diputados perredistas es Guadalupe Acosta Naranjo, un político conocido por su postura cercana al poder.
Acosta Naranjo fue presidente interino del PRD en el 2008, mientras ocurrió el conflicto electoral interno para definir al nuevo dirigente, de entre Jesús Ortega y Alejandro Encinas.
Su personalidad se refleja claramente en acciones como su aparición en una fotografía junto a Ángel Aguirre, el depuesto gobernador de Guerrero después de los hechos de Iguala, justo en el momento en que ocurría el proceso electoral del 2015.
Acosta fue jefe de campaña de Beatriz Mojica, candidata del PRD a la gubernatura de Guerrero, que perdió ante Héctor Astudillo, del PRI, devolviéndole el gobierno de la entidad tras habérselo arrebatado al tricolor, en el 2005.