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En medio de la emergencia internacional que despertó el fenómeno de la oleada de niñas y niños migrantes en su intento por entrar a Estados Unidos, junto a la política de deportación masiva que desarrolla ese país, los registros oficiales ofrecen un atisbo al menos de la parte de esta crisis que nace en tierras jaliscienses.
El Instituto Nacional de Migración (INM) tiene conocimiento de miles de menores de edad de Jalisco que partieron hacia Estados Unidos sin papeles, en su gran mayoría solos, y que terminaron siendo detectados y deportados a México por autoridades de aquel país.
Desde Jalisco migraron 2 mil 327 menores de edad que fueron detenidos por el gobierno de EU del 2010 al 2014 -al 26 de junio-, de los que 440 eran niñas y mil 887 niños; interceptados cuando cruzaban la frontera o luego de asentarse, según estadísticas de repatriación del INM.
Tres de cada cuatro de los menores jaliscienses que emprendieron el peligroso viaje lo hicieron solos, esto es, mil 690, entre los que había 268 mujeres que enfrentaron riesgos y la sombra del crimen organizado.
De este universo de menores, el INM habla de 187 niñas y niños de Jalisco que salieron de sus hogares con no más de 11 años de edad y que lograron alcanzar la frontera; uno de cada cinco de estos no acompañado -37-, en una travesía solitaria para dejar atrás al mismo estado que pugna por la modernidad de una Ciudad Creativa Digital… 14 eran niñas.
No es nuevo para Jalisco que sus niños y adolescentes migren hacia el vecino país para luego ser repatriados; en el 2010 sucedió con 679, la tendencia continúa así: en 2011 fueron 478; en 2012, 535; en 2013, 466; y en 2014, 169.
Durante este año, sin embargo, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal reporta haber atendido solamente a tres menores retornados de Estados Unidos (una fémina de 15 años, dos varones de 16), con su Programa de Prevención y Atención a Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes Repatriados No Acompañados.
Mientras que el año pasado únicamente fueron siete los menores apoyados, tres de 16 años y cuatro de 17; la atención de la migración infantil por el DIF tiene un presupuesto de apenas 250 mil pesos.
A nivel nacional, el INM registró la deportación de 77 mil 364 menores de edad mexicanos de EU del 2010 a 2014, el 6.2 por ciento de estos -cuatro mil 821- no tenían más de 11 años, y mil 951 eran niñas.
Las primeras cinco entidades federativas con más menores deportados son Oaxaca (8 mil 137), Sonora (7 mil 443), Guerrero (6 mil 359), Tamaulipas (5 mil 838) y Michoacán (5 mil 466); Jalisco está en decimotercer lugar (2 mil 327).
De esos casi 80 mil menores devueltos a México, tres de cada cuatro viajaron sin compañía, 59 mil 010. En este grupo, los infantes con no más de 11 años que estuvieron solos fueron mil 296: 479 niñas y 817 niños de todo el país.
Sus estados de origen fueron principalmente Tamaulipas (175), Michoacán (126), Guerrero (100), Guanajuato (96) y Oaxaca (73), mientras que Jalisco está en un decimocuarto lugar, con 37.
La política de Obama
La política de deportaciones masivas que sostiene el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, cuestionada por haber superado récords históricos desde su llegada al poder, tiene a Jalisco entre las entidades federativas con más retornos a nivel nacional.
En el periodo 2010-2014, el INM informa de un millón 696 mil 862 mexicanos que fueron deportados por Estados Unidos, tanto que residían ahí y fueron identificados como inmigrantes ilegales o interceptados en el momento que se internaban; de todos ellos, 171 mil 479 son mujeres, el 10 por ciento.
Por anualidades completas, el promedio de deportaciones del gobierno de Obama es de 394 mil 271 mexicanos por año, de acuerdo al INM, y Jalisco es la sexta entidad federativa con más de sus migrantes devueltos por esa estrategia, con 95 mil 754.
Con esta cantidad de jaliscienses repatriados en apenas cuatro años y medio por el Premio Nobel de la Paz 2009, puede poblarse por completo una demarcación tan grande como Ciudad Guzmán, tantos son.
Las primeras cinco entidades federativas de origen entre los deportados de Obama son Michoacán, con 165 mil 844; Oaxaca, 139 mil 626; Guerrero, 130 mil 466, Guanajuato, 125 mil 425 y Puebla, 100 mil 362.
La mayoría de las personas expulsadas de EU fueron interceptadas en la frontera, así ocurrió con el 64 por ciento en 2013 (235 mil 93), mientras que el 36 por ciento restante (133 mil 551) fueron detenciones al interior del país, según su Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Seis de cada 10 de las personas deportadas en 2013 (216 mil 810) habían sido condenados previamente por un delito: la mitad de estos clasificados como “criminales” fueron aprehendidos en el interior de los EU (110 mil 115), las otra fueron detenidos en la frontera cuando ingresaban.
Un análisis a los registros del ICE durante el gobierno de Obama, del 2009 al 2013, arroja la deportación de un millón 958 mil 095 inmigrantes de todas las nacionalidades, el 51 por ciento, 991 mil 013, habían sido condenados por algún delito, dice esa estadística oficial.
Del 2009 al 2012, dicha agencia rompió año con año sus niveles máximos de expulsión de personas, la tendencia al alza se detuvo hasta 2013, cuando la cifra fue menor, incluso, a lo registrado en 2008.
Éxodo
En el Plan Estatal de Desarrollo (PED) de Jalisco no pasa desapercibido el regreso masivo de sus migrantes desde EU, así que dice buscar una política de atención que aproveche “las oportunidades para el desarrollo que representan las remesas, las redes internacionales de migrantes y el capital humano que retorna”.
En EU residen cuatro millones de jaliscienses, pero hay otra gran cara del fenómeno: “cada año más de 400 mil migrantes de países de Centroamérica y Sudamérica transitan por Jalisco rumbo a EUA”, dice el Primer Informe de Gobierno.
Con la nueva Ley de Migración, vigente desde el 26 de mayo del 2011, el tránsito de extranjeros “sin permiso deja de considerarse un delito”, sin embargo, “las personas migrantes siguen sufriendo la violación sistémica de sus derechos (acoso policial y detenciones arbitrarias, por ejemplo) debido a la desinformación de los funcionarios respecto a estas modificaciones legislativas y de los propios migrantes respecto de sus derechos”, reconoce el PED.