Los reyes de la charola
Toreros, ambulantes y líderes del comercio en vía pública denuncian una red de supervisores de la Delegación Cuauhtémoc que, a escasos días de dejar el cargo, autorizan la proliferación de puestos metálicos en diversas zonas de la demarcación.
Ellos mismos les llaman a estos supervisores “Los reyes de la charola”, por el dinero a discreción que les exigen a cambio de permitirles instalar un puesto en la vía pública.
Los ambulantes piden la intervención de los funcionarios del gobierno entrante, encabezados por el delegado electo Ricardo Monreal, de Morena.
Icela Lagunas
Toreros, ambulantes y líderes del comercio en vía pública denuncian una red de supervisores de la Delegación Cuauhtémoc que, a escasos días de dejar el cargo, autorizan la proliferación de puestos metálicos en diversas zonas de la demarcación.
Ellos mismos les llaman a estos supervisores “Los reyes de la charola”, por el dinero a discreción que les exigen a cambio de permitirles instalar un puesto en la vía pública.
Los ambulantes piden la intervención de los funcionarios del gobierno entrante, encabezados por el delegado electo Ricardo Monreal, de Morena.
En pleno proceso de transición y a escasos días de que la administración de Jimena Martín del Campo concluya, los perredistas no han entregado información completa.
Por ejemplo, faltan los padrones del comercio en vía pública que permitan dimensionar el tamaño real de los comerciantes y las ganancias que se registran a partir de las cuotas que estos pagan por explotar los espacios de la ciudad.
El Sistema de Comercio en Vía Pública (Siscovip), dependiente de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal, registra a 12 mil comerciantes en vía pública de la delegación Cuauhtémoc.
Pero se estima que en la práctica la cifra está rebasada, pues tan sólo los fines de semana se han contabilizado en esta delegación más de 50 mil puntos de venta.
En teoría, es a partir del Código Financiero que se determinan las modalidades, dimensiones y giros de la actividad comercial en la vía pública, así como las cuotas que por concepto de aprovechamiento deben cubrir los particulares, sin embargo, en la práctica, los supervisores de vía pública hacen valer su propia Ley.
Supervisores en bonanza
Los propios ambulantes dan cuenta de cómo los llamados “reyes de la charola”, los supervisores de vía pública, envían a su vez a un grupo de operadores (que no están en nómina delegacional y que en la mayoría de los casos son familiares y amigos) para que cobren los derechos de piso.
La actual dirección de Mercados y Vía Pública de la delegación Cuauhtémoc está encabezada por Fernando Mancera Ortega
Y la Subdirección de Vía Pública la dirige Juan Jorge Soria Perea, presunto sobrino de José Luis Soria Muñoz, exdelegado en Cuauhtémoc del mismo grupo político que Alejandro Fernández “El Potrillo”.
Estos directivos de la delegación despliegan a los supervisores en las veinte zona de vía pública en las que se encuentra dividida la delegación Cuauhtémoc.
Los ambulantes hablan de casos escandalosos de enriquecimiento de dichos supervisores.
“Comienzan a pie y luego los ves pasar en camionetas de lujo”, refiere un dirigente que por temor a perder sus concesiones omite su nombre.
Víctor Chao Ornelas es uno de los supervisores de Cuauhtémoc que ha sido protagonista de diversos choques y enfrentamientos con comerciantes de la vía pública cuando ha intentado retirar estructuras metálicas no autorizadas.
De José Javier Gómez “El Jave” también se desprenden diversas historias de las que muestran incluso fotografías para dar cuenta del enriquecimiento, como por ejemplo, una camioneta Mercedes Benz, placas 784-XKM que presuntamente maneja personalmente este “Rey de la Charola”.
De acuerdo con la distribución por zona, “El Jave” es el responsable de supervisar el comercio en vía pública de la Condesa, uno de los corredores más cotizados por el “boom” de antros, restaurantes y todo tipo de comercios.
Según una lista proporcionada por los mismos comerciantes, en la Roma está como supervisor Alejandro Trejo; en la colonia Doctores, Orlando García; en la Zona Rosa, José Luis Carmona.
En San Cosme, Luis Ruiz; en la Guerrero, Marcos Ortiz; en la Alameda, Esteban Hernández; en Balderas Roberto Velázquez y en Santa María la Ribera, Anatolio Santana.
Además, Jerónimo Rodríguez, en Tlatelolco; Benito Gaytán en las inmediaciones de la Lagunilla; Alberto Portilla en Mixcalco, y Miguel Ángel Castillo en la zona de El Carmen, por mencionar algunas de las más importantes.
La expansión de los metálicos
Hace algunos días, el delegado electo en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal denunció y exhibió públicamente a uno de estos supervisores.
Se trata de Víctor Chao Ornelas, por permitir la venta de bebidas embriagantes en el mercado de Lagunilla donde proliferaron las llamadas “chelerías”.
Más allá de la red de supervisores que explotan a discreción los espacios públicos, mientras Morena prepara su arribo a la delegación Cuauhtémoc se ha detectado que en algunas zonas los puestos metálicos se han “desdoblado” en algunas calles.
Son fáciles de detectar pues son estructuras metálicas brillantes, nuevas, que se pueden quitar y poner de la noche a la mañana y que se observan en las inmediaciones del Panteón Francés sobre avenida Cuauhtémoc; en la avenida Bucareli esquina con Morelos y las inmediaciones del Metro Insurgentes.
Los que fueron retirados de Izazaga, por ejemplo, se desplazaron a las inmediaciones de la Glorieta de Insurgentes y es fácil detectarlos en calles de la colonia Roma, como Puebla y Xalapa, pues tienen la estructura metálica nueva y venden comida, tortas, tacos y jugos.
Pero más allá de conocer cuántos son y las ganancias que representan los metálicos, hacen falta saber cuántos son y lo que producen en cuotas los comerciantes de los tianguis.
De esos números conoce bien Margarito Mejía, el supervisor responsable de los sobreruedas.
Otro rubro es el de la romerías y en Cuauhtémoc se lleva a cabo una de las más grandes, la de los Reyes que se instalaba históricamente en la Alameda Central y ahora en las inmediaciones de la delegación Cuauhtémoc.
Los mismos comerciantes se refieren de esta actividad anual que producen entre cinco y nueve millones de pesos “de ahí sale el aguinaldo del delegado”, sueltan a manera de ironía.
En medio de este escenario de mafias, Ricardo Monreal anunció que a su llegada se suspenderán todo tipo de permisos.
Remplazará la figura de supervisores y revisará la legalidad de cada uno de los puestos que surgieron luego del 7 de junio que Morena ganó en la Cuauhtémoc.