Imagine que usted es plomero en Aguascalientes. Las cifras oficiales indican que gana un sueldo diario de 89 pesos, a los cuales le restan sus impuestos y las prestaciones de ley.
De ese dinero, su patrón le descuenta el 5 por ciento, es decir, 4.45 pesos diarios.
Los deposita en un fondo que va llenando un ahorro para su vivienda.
El Infonavit administra actualmente ese dinero por usted. Lo que tenga ahorrado lo puede usar para adquirir una casa.
Después de tres años de ahorro constante, usted habrá acumulado 3 mil 204 pesos.
En ese momento su patrón lo despide.
Como cumple el requisito de haber cotizado tres años al Infonavit, el nuevo Seguro de Desempleo, que será votado este martes en la Cámara de Diputados, podrá aplicarse.
La nueva regulación representa un cambio muy simple: en lugar de que el 5 por ciento de su sueldo se vaya a un ahorro para vivienda, solo se irá el 2 por ciento.
El otro 3 por ciento se le seguirá descontando, pero ahora pasará a las arcas de las Afores, es decir, las instituciones privadas que manejan 98 de cada 100 cuentas de ahorros para el retiro en México, según cifras de 2013 de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
El proyecto de ley dice que su patrón aportará ese dinero por usted. Pero ellos solo harán el depósito. El origen del dinero es el porcentaje que se descuenta de su sueldo, esto es, de sus 89 pesos diarios.
Y el gobierno, una propina
El gobierno de Enrique Peña Nieto es el principal promotor legislativo y público de la iniciativa.
Para quienes no están de acuerdo con el proyecto, uno de sus principales vicios es que el Seguro de Desempleo será votado de conjunto con la Pensión Universal.
La justificación que han dado sus promotores para que ambas leyes se voten como un paquete, a pesar de tener naturaleza y regulaciones diferentes, es que ambas fueron presentadas al unísono por el presidente Peña Nieto.
Dos fuentes en la Cámara de Diputados al tanto del trabajo de esta legislación en Comisiones dijeron a Reporte Indigo que con esto el PRD puede justificar su voto a favor del Seguro de Desempleo.
Por parte del gobierno, el seguro resultará prácticamente una propina.
El proyecto indica que lo recibirán trabajadores que hayan estado desempleados durante un mes y medio. Después de esto harán su trámite y podrán recibir su dinero ahorrado durante los próximos seis meses. Sin embargo, no recibirán su sueldo completo.
Como ejemplo, un empleado de una gasolinera en Querétaro, que gana al día 82 pesos de acuerdo con el tabulador para 2014 de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, podrá recibir el 60 por ciento de su sueldo durante el primer mes como desempleado.
El segundo mes recibirá la mitad, es decir, 41 pesos diarios, durante el tercero, cuarto, quinto y sexto mes tendrá derecho solo al 40 por ciento de lo que ganaba: 33 pesos diarios, 656 pesos al mes. Después de eso, nada.
Si este empleado de una gasolinera en Querétaro cotizó durante tres años para su seguro de desempleo, por su cuenta logró ahorrar mil 771 pesos.
El plan que aprobarán los diputados indica que el gobierno de Peña Nieto pondrá un Fondo Solidario de 0.5 por ciento, mientras que el patrón no pondrá nada y el trabajador contribuirá con 3 por ciento.
En ese mismo periodo de tres años, la contribución del gobierno a este empleado de una gasolinera de Querétaro se reducirá a 45 centavos diarios, 325 pesos en total.
Pero este dinero no entra a cubrir las necesidades del empleado desde el principio. El Fondo Solidario cubrirá cuando el trabajador se haya agotado su ahorro, es decir, cuando se haya gastado su propio dinero.
Dinero a las afores
Los diputados que defienden la iniciativa del Seguro de Desempleo dicen que la medida no es una reducción de su ahorro de vivienda.
Simplemente es un cambio de esquema en el que usted podrá decidir cuánto dinero va a las Afores y cuánto va al Infonavit “en completa libertad”.
Pero los sistemas públicos de ahorro para el retiro no son tan seductores como estas instituciones privadas.
Las cifras de la Consar indican que tan solo el sistema Afore XXI, de Banorte, tenía el año pasado 35 de cada 100 cuentas de retiro en México.
En cambio el sistema PensioISSSTE, que ofreció entre 2009 y 2013 mayores rendimientos netos de su inversión, según Consar, administró apenas dos de cada 100 cuentas de trabajadores mexicanos.
