A propósito de la visita del presidente Enrique Peña Nieto al estado de Guerrero, la organización delictiva de Los Caballeros Templarios instauraron una campaña masiva de comunicación, tanto en ese estado, como en Michoacán.
La mañana del pasado miércoles aparecieron decenas de narcomantas en diversas localidades de ambos estados, que tenían, como si fuera propósito propagandístico, darle la bienvenida al presidente.
En el mensaje la organización, liderada por Servando Gómez, alias “La Tuta”, reconoce al presidente diciendo:
“Señor presidente de la República Mexicana, nosotros los Caballeros Templarios le damos la más cordial bienvenida este su pueblo de México, queremos decirle que estamos con usted, sabe de su trabajo y nosotros tenemos muchas ganas de ayudarle a que nuestro país salga del problema en que nos lo dejó su antecesor”.
En las mantas, la organización escindida de La Familia Michoacana, mostró disposición a dejar las armas siempre y cuando el presidente Peña Nieto cumpla con sus promesas de campaña.
También afirmaron que dejan su seguridad en sus manos y advirtieron que de no cumplir, regresarían.
En Michoacán los comunicados se encontraron en 20 ciudades, y en Guerrero se colocaron en la zona de la Costa Grande, considerado coto de poder de la organización.
Ante el sangriento conflicto entre cárteles en esta zona del país, los Caballeros Templarios solicitaron el apoyo del Gobierno Federal para confrontar y eliminar a sus principales enemigos: Los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
La organización oriunda de Michoacán aseguró que enfrentará la ley: “No pedimos clemencia ni perdón, si así fuera encararemos las leyes siempre y cuando fueran justas y correctas en su aplicación”.
El tono en el que se da el narcomensaje resulta consistente con la manera que el grupo delictivo es caracterizado.
Los Caballeros Templarios son el único cártel que ha optado por un video comunicado de parte de su líder.
Michoacán y Guerrero continúan siendo zonas de alta prioridad con respecto a la situación de inseguridad.
Las ejecuciones continúan y el conflicto entre cárteles amenaza con recrudecer la violencia en esta zona.