Los últimos 5 bastiones priistas
La refundación del PRI, luego de la derrota electoral del pasado 1 de julio, tendrá que transitar por el Estado de México, Coahuila, Colima, Hidalgo y Campeche, estados que siempre han sido gobernados por el tricolor
Gibrán ZafraLejos quedaron los tiempos de dominio absoluto priista en el país. El Partido Revolucionario Institucional fue testigo de cómo poco a poco fue perdiendo territorios que históricamente dominaba y en los que la alternancia no existía ni de milagro.
La evidente crisis que vive hoy el PRI y el mensaje de la necesidad de refundación que ha lanzado con la renovación de su dirigencia nacional se ve reflejada en que de las 32 entidades federativas de México, pues solo logra mantener intactos 5 bastiones, donde ellos han sido gobierno estatal: Campeche, Coahuila, Colima, Hidalgo y Estado de México.
En 1989, en Baja California se presenció el primer triunfo en una gubernatura de un político surgido de una fuerza distinta al priismo con la candidatura de Ernesto Ruffo abanderado por el PAN. A partir de ahí el priismo ha visto cómo su presencia se ha debilitado en las entidades con el crecimiento de sus adversarios políticos que le han arrebatado el poder.
Edomex e Hidalgo, de cepa tricolor
Hablar del Estado de México y de Hidalgo es hacer una clara referencia al poder tricolor.
El primero actualmente es gobernado por Alfredo del Mazo, y renovará gubernatura en el 2023 y en el segundo Omar Fayad es el mandatario local, en esa entidad se acudirá a las urnas en el 2022.
Ambos lugares han sido sedes del surgimiento de dos de los grupos más poderosos al interior del Revolucionario Institucional, los denominados como Grupo Atlacomulco y Grupo Hidalgo.
Los de Atlacomulco vieron su surgimiento desde tiempos de personajes como Isidro Fabela y Carlos Hank González y son muestra del dominio del tricolor en esa entidad, considerada su bastión principal por el número de electores que ahí se concentran que rebasan los 10.5 millones.
Pese a que públicamente nunca se ha aceptado la existencia de ese grupo, de sus filas han surgido gobernadores como el mismo Fabela, así como la dinastía de los Del Mazo con Alfredo del Mazo Vélez y Alfredo del Mazo González, abuelo y padre del actual gobernador.
Otros mandatarios estatales surgidos de ahí son Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto, este último actual presidente de México. El Grupo Atlacomulco es muestra del poderío priista en territorio mexiquense, el cual ha rebasado el nivel estatal para posicionarse incluso en el federal.
Mientras que en Hidalgo pese a ser una entidad con menos peso de electores, sí ha sido cuna de políticos que se han posicionado dentro del PRI y del ámbito presidencial desde tiempos de Alfonso Corona del Rosal, y más recientemente gente como Miguel Ángel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam, David Penchyna, Eugenio Imaz, entre otros.
Territorios de claroscuros
Colima, Campeche y Coahuila, actualmente son gobernados por los priistas José Ignacio Peralta, Alejandro Moreno y Miguel Riquelme, respectivamente.
El priismo en Colima ha encontrado un fiel territorio. José Ignacio Peralta llegó al poder en el 2016 en una elección donde el panismo se les acercó a poco menos de 4puntos porcentuales. Por lo que renovarán gubernatura hasta las intermedias del 2021, una ardua tarea para el tricolor.
En Campeche la victoria de Alejandro Moreno fue contundente, aunque surgió un nuevo factor: Morena. El partido impulsado por Andrés Manuel López Obrador quedó en tercer lugar, pese a no tener estructura y ser su primer año de competencia consiguió quedarse con poco más del 15 por ciento, cifra considerable y que puede encender las alertas con miras al 2021.
Mientras que el caso de Coahuila es distinto. Pese a tener un dominio histórico en el estado, el PRI vio el año pasado cómo ese territorio poco a poco lo ha perdido. Han influido factores como las acusaciones de presuntos malos manejos de recursos por parte de los gobiernos de los hermanos Moreira.
En el 2017, Riquelme ganó en una cerrada elección con el panista Guillermo Anaya en un proceso donde hubo acusaciones de diversas irregularidades de ambas partes, lo que da pie a considerar a la entidad como uno de los territorios que podrían perder en el 2023.
La amenaza morenista
L os resultados del 1 de julio que beneficiaron en gran parte a Morena provocó crisis al interior de los partidos tradicionales en México. El triunfo de López Obrador marca un antes y un después en los 5 bastiones priistas, ninguno de ellos renovó gubernatura, pero sí se sintió el efecto AMLO.
Ya en la elección del 2017 para la gubernatura del Edomex, Morena con su candidata Delfina Gómez, estuvo cerca de arrebatarle al tricolor su bastión, al quedar en segundo lugar, solo 2.78 puntos porcentuales debajo del priista, Alfredo del Mazo.
En Hidalgo, el otro territorio tricolor, el pasado 1 de julio para la elección presidencial Andrés Manuel también arrasó. Los priistas solo lograron quedarse con el segundo lugar al obtener el 18.46 por ciento de los votos, a casi 42 puntos porcentuales de la punta conseguida por el político tabasqueño.
En el estado coahuilense Morena logró un contundente triunfo sobre los priistas. El candidato guinda obtuvo el 44.42 por ciento del electorado sobre un 26.11 conseguido por Meade.
Campeche no fue la excepción y pese a estar en el gobierno, el PRI no logró hacer la diferencia. Su candidato se quedó con el 18.46 por ciento de los votos en un lejano segundo lugar del 60.99 por ciento de los sufragios ontenido por el morenista.
El estado de Colima fue un escenario muy similar al anterior, ya que aunque el candidato del Revolucionario Institucional quedó en segundo lugar se ubicó a 39.67 puntos porcentuales de AMLO.