A los legisladores mexicanos los unió la idea de que el próximo año el país tenga más dinero.
Con proyecciones que pudieran errar en el futuro, aprobaron como nunca antes la Ley de Ingresos para el año 2013.
Es un hecho sin precedentes. Nunca en tan poco tiempo habían los legisladores logrado un acuerdo de esa naturaleza que implica que México tendría para el siguiente año un total de 3 billones 956 mil 361. 6 millones de pesos.
Hubo cierto jaloneo por parte de los partidos de izquierda, pero para nada como el de años anteriores.
Y es que éste parece ser el esquema con el que ahora el PRI está empujando los proyectos legislativos. Que se aprueben de inmediato parece ser la consigna. Sin embargo, solo en las proyecciones de los montos que luego se van a repartir es donde lo han logrado con éxito.
Además de la Ley de Ingresos Enrique Peña Nieto envió una iniciativa que reforma la Ley de la Administración Pública Federal y la tan ansiada reforma educativa.
La primera de ellas salió sin cambios en menos de una semana en la Cámara de Diputados, pero en el Senado provocó tensión en la bancada tricolor.
Ese proyecto, que contempla la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública y el fortalecimiento de la de Gobernación, fue modificado a fin de que el Senado deba ratificar a los altos mandos policiacos.
El PRI no lo quería de esa forma, y ahora anunció desde el jueves pasado que buscará un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra esa reforma. Y eso que ya firmaron el Pacto por México.
La reforma educativa fue presentada el pasado lunes con bombo y platillo. Todos los integrantes del gabinete asistieron al acto en el que los dirigentes del PRI, PAN y PRD firmaron como testigos de honor.
Para el jueves pasado ya estaba aprobada en las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Educación. Los dos artículos a modificar son el 3 y el 73 constitucionales.
Se discutió solo dos días y se le hicieron algunos cambios. Y si bien las modificaciones no son de fondo, una de ellas al menos le quita la facultad al Ejecutivo de nombrar al presidente de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
Ese sería el organismo encargado de calificar el desempeño de los maestros. Su titular sería nombrado por el Ejecutivo y ahora será de manera colegiada entre los integrantes del mismo como se elegirá. De alguna manera le restan facultades a Peña Nieto. Se modificó además para que los integrantes puedan ser reelectos, pero nunca por un periodo mayor a los 12 años.
El diputado del PT, Ricardo Cantú, y el Movimiento Ciudadano, votaron en contra con el argumento de que se había violentado el proceso legislativo. Pero es tal el clamor y la urgencia que despierta el tema educativo que desde su discusión el pasado jueves ya era un tema cadente en las redes sociales.
El empresario y activista Alejandro Martí advirtió en su cuenta de Twitter de la postura de los partidos de izquierda en este tema.
“¡Avalan en comisiones Reforma Educativa! Dos votos en contra: PRD Julisa Mejía y Movimiento Ciudadano Ricardo Mejía Berdeja, que no se nos olvide”, advirtió.
Fue tal la prisa que, en el pleno, pasadas las 17:00 horas, cuando ya debía haber concluido la sesión del jueves pasado, seguían esperando el dictamen, pero por la serie de reservas que continuaban enlistadas decidieron cerrar la sesión y esperarlo hasta mañana martes.
El presidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo Vieyra, dijo que una vez que fuera aprobado se publicaría en la Gaceta Parlamentaria de hoy para que vaya cumpliendo con el trámite legal y pueda ser atendido en el pleno mañana.
La idea es que esta reforma quede aprobada antes de que se metan de lleno a la discusión del Presupuesto de Egresos del próximo año. Sin embargo, no se descarta que en el Senado, en donde juntos el PRD y el PAN le ganan la partida al PRI, pueda sufrir otras modificaciones e inicie el vaivén legislativo.
Por lo pronto los tres grandes proyectos de Peña Nieto como presidente han llegado con el acelerador a fondo.
Pero con todo y los discursos de unidad a dos ya les metieron mano. Una terminará en la Suprema Corte y a la otra, la educativa, la fracción del PRD identificada con Andrés Manuel López Obrador quiere llevarla a consulta nacional.
Por eso hasta ahora con todo y prisas el dinero es en lo que se nota que sí existe pleno consenso y consenso en el pleno.