Por los votos todo vale
Cuando de obtener el poder se trata los candidatos a puestos de elección popular están dispuestos a todo aunque esto implique ridiculizarse, por ese motivo, durante este proceso electoral, hemos visto estrategias que van desde prometer bajar el precio de la cerveza hasta hacer insinuaciones sexuales con tal de obtener apoyos
Carlos Salazar[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_x47g585z” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Candidatos a los distintos cargos de elección popular en disputa en las elecciones del próximo 1 de julio están poniendo en práctica para su campaña la frase que dice ‘todo se vale’ en aras de atraer votantes.
Ya no se trata solamente de quién tiene las propuestas más ‘peculiares’ como bajar el precio de la cerveza u ofrecer miles de funerales gratis, sino de llamar al voto bailando cumbia, caracterizarse como personajes de ficción, saludar a los electores desde la regadera, prometer ‘mandar el pack’ a sus seguidores o hacer ‘match’ a través de Tinder.
Sin duda algunos de los aspirantes le han apostado a hacer algo distinto en su campaña y se promocionan mediante estrategias fuera de lo común, pero la creatividad que hemos visto en este proceso electoral muchas veces transita sobre la línea entre lo novedoso y lo ridículo.
Nadie les puede reclamar la falta de imaginación, de no utilizar al máximo las herramientas sociales digitales o de no saber aprovechar las tendencias para mejorar su posicionamiento.
El problema es cuando la campaña se ‘vulgariza’, cuando algunas frases o llamados de los candidatos cruzan una frontera en donde ya resultan ofensivas para algún sector o cuando el candidato o candidata en cuestión se ridiculiza con tal de llamar la atención.
Para el politólogo José Luis Cruz, lo único que se logra con los mensajes que rayan en la burla o en lo ridículo es llamar la atención, lo que en cierta forma los ayuda a darse a conocer entre la ciudadanía, pero que no necesariamente les da el impulso para imponerse en la elección.
“La ciudadanía no toma con seriedad este tipo de mensajes porque no responden a las necesidades reales de la sociedad y del país, las cuales son actualmente de índole económico y de seguridad”, comenta.
En algunos casos se ha generado tanta controversia que los candidatos han intentado matizar o ‘borrar’ su estrategia de promoción del voto e incluso han tenido que salir a pedir disculpas.
¿O acaso todo eso está calculado? Tampoco es improbable que todo forme parte de una estrategia para que se hable de ellos de una manera o de otra. No hay publicidad buena ni publicidad mala, sólo publicidad, argumentaría un experto en la materia.
En esta campaña tan polarizada, donde se observa todo bajo la lupa, lo normal es que cualquier comentario, fotografía, acto de campaña, estrategia de promoción del voto, etcétera, venga acompañado tanto de muestras de apoyo como de críticas y ofensas, pero eso está bajo el cálculo de los estrategas o de los candidatos. Lo importante es posicionarse, que se hable de ellos.
Si los inusuales llamados al voto fueron o no efectivos se sabrá hasta el día de la votación, pero si algo han logrado es llamar la atención, visibilizando al candidato o candidata y generando discusión, una notoriedad que muy probablemente no habrían obtenido solamente con sus propuestas.
Para el consultor en imagen y profesor de la universidad Centro, Enrique Ortega, este tipo de campañas sí son exitosas porque entretienen al electorado y llaman su atención.
“Creo que sí son exitosas porque de alguna manera entretienen a la gente, la mantienen divertida; es triste porque no hay fondo y nos quedamos con la pura forma. Logran su cometido que es llamar la atención, la gente habla de ellos y las cifras aumentan, porque muchas veces la gente en los municipios votan por quien recuerdan, por el nombre que les suena conocido”, señala.
Así hacen campaña
La dimensión de lo que está en juego en la próxima elección no tiene precedente en la historia reciente de México. Lo que abre la puerta a que haya todo tipo de candidatos y estrategias para llamar al voto.
Hasta el momento, quizá la mayor controversia que se ha generado por una campaña polí- tica ha sido la protagonizada por Paola Gárate, candidata del PRI al Congreso de Sinaloa por el distrito XVII en Culiacán.
La candidata utilizó sus redes sociales para ofrecer su número celular a sus seguidores para que éstos le pidieran su ‘pack’, una expresión relacionada con el envío de fotos íntimas, lo que le generó una gran cantidad de cuestionamientos. Ante la polémica generada, Paola Gárate señaló que se malinterpretó el mensaje y que el mencionado ‘pack’ sólo se trataba de una serie de imágenes de sus propuestas electorales, sin embargo, borró el contenido de sus páginas oficiales y ofreció una disculpa a quienes resultaron ofendidos.
Por ahora la mayor controversia generada por una campaña es el ofrecimiento de Paola Gárate, candidata del PRI al Congreso de Sinaloa, por ofrecer mandar su ‘pack’
Otra aspirante que ha sido cuestionada por utilizar su atractivo físico para impulsar su campaña ha sido Ana Sofía Orellana, candidata a diputada local en Puebla por Nueva Alianza.
Como parte de su campaña abrió una cuenta en Tinder, la plataforma para concretar citas en línea, la cual incluye fotografías en las que aparece en traje de baño, acompañadas eso sí con el logotipo del partido que la postula.
Orellana ha defendido que esta estrategia le permite hacer promoción de su candidatura con pocos recursos y reconoció que a raíz de esta acción ha sido blanco de violencia política de género y cuestionamientos por los méritos para obtener la candidatura.
José Manuel Agüero Tovar, quien busca reelegirse tres años más en la alcaldía de Jiutepec, Morelos, promueve su candidatura con un video al ritmo de cumbia acompañado de payasos, hombres, mujeres y niños en donde no sólo da a conocer sus propuestas de gobierno sino que muestra sus mejores pasos de baile.
Antes de incursionar en la vida política, Agüero fue integrante de un conjunto musical llamado ‘Manolo y los Teclados’, muy conocido en Morelos y que amenizaba distintas fiestas.
Otra que también mostró sus habilidades en la ‘pista’ fue Rosalva Llanes, postulada por el PRI a una diputación federal por el distrito VII de Nuevo León, quien invita a votar por su candidatura a través de un video en donde realiza una coreografía junto a un grupo de colaboradores al ritmo de reggaetón.
La candidata respondió a las críticas de los usuarios de redes sociales y aseguró que la coreografía fue espontánea y realizada en un descanso en su campaña, pero pocos le creyeron.
Un momento incómodo protagonizó el candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Colima, Leoncio Morán, quien el primer día de la campaña compartió un video en Facebook en donde dirigía un mensaje a los votantes mientras tomaba un baño.
El video fue criticado no sólo por la forma inusual de promocionarse, sino porque el candidato no cerró la llave del agua mientras se dirigía a los cibernautas, por lo que lo acusaron de desperdiciar el líquido.
Durante esta campaña también han habido propuestas polémicas, comenzando por la iniciativa de Jaime Rodríguez Calderón de ‘mocharle’ la mano a los corruptos, aunque han habido algunas otras que también han causado controversia por otras razones.
Está el caso de la candidata independiente a Diputada Federal por el distrito IV de Nuevo León Valentina Treviño, quien ganó notoriedad por su propuesta de bajar el precio a la cerveza si llegaba a la Cámara de Diputados.
También es digna de mención una propuesta del controvertido alcalde con licencia de San Luis Potosí Ricardo Gallardo Juárez, quien durante su campaña de reelección se comprometió a otorgar 60 mil servicios funerarios gratis con fosa incluida para familias de escasos recursos “porque mi gobierno seguirá siendo sensible a este tipo de necesidades”.
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