El avión jet que pertenece al Gobierno de Jalisco y es utilizado para transportar al gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, opera bajo un esquema de opacidad que hace imposible conocer los nombres y cargos de las personas que han volado en él durante los últimos años.
Originalmente, el mandatario prometió que vendería la aeronave como una señal de austeridad, pues la consideraba innecesaria para un gobernador; pero luego cambió su decisión, por lo que nunca dejó de pertenecer al Gobierno estatal.
Registros obtenidos vía transparencia, del Despacho del Gobernador y Unidades Auxiliares, confirman que el jet se ha mantenido en operación y que en el 2019 realizó al menos 22 vuelos. Pero el área se negó a brindar un informe con la cifra total de viajes de 2013 a 2020; los nombres y cargos de los pasajeros por cada uno de ellos; así como el motivo de cada traslado.
Óscar Omar Bernal Hernández, secretario particular del gobernador, justificó su negativa respondiendo que estos datos son inexistentes, pues no se inscriben en las bitácoras de la aeronave desde el 2018.
La aeronave gasta al mes casi 300 mil pesos solo en combustible, por lo que el gobernador anunció que la vendería y adquiriría una que resultara más barata de mantener
“En parte es inexistente, en virtud de que las bitácoras de vuelo se elaboran conforme a los parámetros que exige la normativa en materia de aeronáutica, en específico, el artículo 3, de la Norma Oficial Mexicana CO-AV-08.4/07 (…) dentro de la cual no se contemplan lo relativo a los tripulantes. En ese sentido, ante la ausencia de obligación normativa, a partir del año 2018, dejó de ponerse el nombre de los pasajeros”, se lee.
La información se clasificó como reservada porque supuestamente compromete la seguridad tanto del gobernador, Alfaro Ramírez, como de su secretario general, Enrique Ibarra Pedroza.
Desde el 13 de abril de 2015, se determinó que “causa más daño a la sociedad y a las personas que utilizan las aeronaves del Gobierno del estado (…) el que de manera innecesaria e indiscriminada se proporcione información de las personas en relación con la operación de los citados medios de transporte, ya que hace previsibles sus tiempos y movimientos, incrementando el riesgo que de por sí es intrínseco al ejercicio de sus cargos”.
Entre los “daños específicos”, que generaría la entrega de esta información, está “poner en riesgo la vida y la integridad física de los pasajeros, afectando las actividades estratégicas del gobernador del estado y del secretario general de gobierno”.
Los “daños presentes” son “dejar abierta la posibilidad de que cualquier persona conozca de manera innecesaria e indiscriminada, información sobre los tiempos y movimientos de las personas que utilizan las aeronaves en cuestión”, se menciona.
El avión no se vende
El 8 de diciembre de 2018, dos días después de haber rendido protesta como gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez anunció que vendería el avión jet que tiene a su disposición.
“Adelanto que ya estará pronto la licitación para la venta del jet del Gobierno del estado, le pedí al gobernador (anterior, Aristóteles Sandoval Díaz) desde hace tiempo que se iniciara un proceso para poder adquirir algún equipo que fuera adecuado para emergencias y para cuestiones operativas básicas; yo no entiendo para qué el gobernador de Jalisco necesita un jet si lo más lejos que podría volar en todo caso para alguna emergencia es a la Ciudad de México.
“Es muy probable (…) que en lugar de eso pues se tenga una avioneta o un turbohélice que gaste la mitad de lo que gasta en combustible; estaban gastando apenas el mes pasado casi 300 mil pesos de puro combustible del jet, entonces el gobierno no va a tener jet, si acaso una avioneta o turbo hélice para poder atender emergencias”, dijo.
Pero el 27 de marzo de 2019 anunció que siempre no, que sí se quedaría con el jet para sus traslados.
“Es un avión muy viejo del Gobierno del estado, había buscado la opción de comprar una aeronave de otra naturaleza, que no fuera jet, que fuera un motor turbo hélice, que fuera menos gastador de combustible, pero la verdad es que cuando vimos los precios (…) por lo viejo que está el avión nos daban un precio muy bajo por él que no podía obviamente costear el monto de una aeronave de otro tipo, entonces decidimos frenar la venta”.
Y agregó que “como ustedes saben yo me muevo en coche en el estado y eventualmente si tengo algún asunto al que ir rápidamente o por urgencia a México es para lo que lo he usado”.
Parte de la información se clasificó como reservada porque supuestamente compromete la seguridad tanto del gobernador, como de su secretario general
Jet de Enrique Alfaro en opacidad
La respuesta del Gobierno estatal, con folio 03421120, señala que existen 620 bitácoras de vuelos realizados por el jet en el periodo solicitado de 2013 a 2020; sin embargo, solamente entregaron 22 de ellas vía electrónica, todas del 2019.
Según los registros de estas 22 bitácoras, el avión del Ejecutivo realizó en ese año traslados a los aeropuertos de Toluca, Guanajuato, Puerto Vallarta, Querétaro, Monterrey, Pachuca, Manzanillo y Aguascalientes.
En ocasiones hasta con seis pasajeros, pero en ninguno de los casos se revela su identidad, a pesar de que la aeronave es un recurso público que llega a costarle a los jaliscienses hasta 300 mil pesos al mes solo en combustible.
Particularmente durante el 2020, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez ha mantenido una agenda política muy activa que lo ha llevado a visitar continuamente otras entidades federativas, y de la cual ha surgido su integración a grupos como la Alianza Federalista, conformada por gobernadores que han expresado su oposición al Gobierno federal.
