LozoyaGate
Emilio Lozoya regresa a la escena pública por una investigación a cargo de la Unidad de Inteligencia Financiera. La averiguación en su contra es la primera que se comienza en contra de un personaje de alto perfil durante la Cuarta Transformación, un suceso que podría marcar el rumbo en la estrategia contra el combate a la corrupción
Nayeli Meza y Viviana BranEmilio Lozoya está en la mira. El exdirector de Petróleos Mexicanos se convirtió en el blanco más ambicioso a perseguir en este momento por parte de la Cuarta Transformación.
El Lozoyagate es la primera investigación relacionada con actos de corrupción en contra de un funcionario de alto perfil en la era del presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo que ocurra con el economista de 44 años marcará el futuro de este sexenio.
Aunque Javier Coello, abogado del exdirectivo, asegura que éste se encuentra en el país, el caso escaló a nivel internacional con la ficha roja que activó la Policía Internacional (Interpol) para buscar a Lozoya en más de 190 países.
Para el abogado Francisco Esquinca, colaborador de la organización civil Borde Político, el mayor desafío es que el tema de la corrupción es muy amplio y se tiene que hacer una diferenciación, porque la UIF no puede asignarse responsabilidades que competen solo a la Fiscalía General de la República (FGR), ya que esto podría entorpecer el proceso legal.
“De nada sirve llenar las cárceles con grandes peces si no se sigue la ruta del dinero que obtuvieron de manera ilegal los responsables y si tampoco se logra recuperar esos recursos en beneficio de la sociedad. Es importante que se conozcan los esquemas de macrocriminalidad que se generaron en sexenios pasados antes de hacer cualquier movimiento”, menciona el también especialista en desarrollo institucional.
El exdirector de la petrolera también es un eslabón clave en el entramado del caso Odebrecht, la empresa de construcción más importante de Latinoamérica que entregó a 10 países de la región una suma de 788 millones de dólares en sobornos.
A pesar de que esta persecución puede tener un sesgo político, el presidente López Obrador aseguró que el personaje es investigado desde el gobierno pasado, por lo que descartó que se trate de un ajuste de cuentas de la Cuarta Transformación.
Alejandro Ríos Ripa, presidente de la Comisión Anticorrupción de Coparmex, considera que labor que está realizando la UIF es de gran valor y espera que si otras empresas o personas han cometido algún delito se les debe investigar con el mismo rigor, además hace un llamado a que se respete el Estado de Derecho y que en el caso de Lozoya se realice una investigación a fondo conforme al marco legal.
“Desde el sector empresarial siempre habíamos pedido que hubiera funcionarios como Santiago Nieto para que investigaran actos irregulares y lo que está ocurriendo en este momento es un primer paso para que se ejecute un combate frontal a la corrupción. Estamos a favor de que se castigue a los responsables, pero siempre debe ser un juez el que determine si una persona es culpable o no”, detalla Ríos Ripa.
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El obstáculo en el camino
Las flechas se lanzaron y en cualquier momento podrían darle al blanco. Las órdenes de aprehensión en contra de Emilio Lozoya y Alonso Ancira, presidente de la acerera Altos Hornos de México (AHMSA), han marcado el primer gran acto anticorrupción en México
Ante la búsqueda y la detención, y después de que las cuentas de ambos se congelaran, las defensas de los implicados solicitaron un amparo, el cual para muchos puede ser un obstáculo para la justicia o un arma para la defensa de los derechos humanos.
El documento solo se le concedió al exdirector de Pemex para que de momento no fuera capturado, ya que es provisional y deberá ser ratificado en una audiencia incidental que se realizará el 4 de junio.
El juez a cargo podría revocar dicho amparo en el caso de que se le imputen delitos que ameritan prisión preventiva.
Mariano Calderón, responsable del área de litigio constitucional en el despacho Santamarina y Steta, asegura que existe una forma de revocar un amparo, ya que retirarlo depende de las pruebas o argumentos que la autoridad haga valer o que surja algún hecho que cambie las circunstancias que consideró el juez en un primero momento.
“El amparo siempre va a ser una forma de pedir al poder judicial que revise si las autoridades acusatorias actuaron correctamente o no, más que un obstáculo, muchas veces este documento es una forma de pedirle a un juez que paralice por un momento una orden de aprehensión hasta que la persona afectada agote sus posibilidades de defensa”, detalla el abogado.
Debacle anunciada
Emilio Lozoya comenzó su trayectoria en la vida política en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto
- Llegada al equipo de campaña
En 2012, EPN presenta a su equipo de campaña como aspirante a la presidencia y nombra a Emilio Lozoya como coordinador de Vinculación Internacional, quien hasta ese entonces manejaba su fondo JFH Lozoya Investments
- El ascenso a Pemex
Emilio Lozoya es nombrado como director general de Pemex con la consigna de mejorar las finanzas de la petrolera y hacer una reestructura de manera interna
- Promulgación de la Reforma Energética
En diciembre de 2013, el presidente EPN firma el acta de promulgación de la reforma frente a sus colaboradores más cercanos, entre ellos Emilio Lozoya
- Compras incómodas
En 2013 Pemex firmó un contrato para comprar la planta de Agro Nitrogenados por 275 mdd y en 2016, adquirió Grupo Fertinal a AHMSA, una empresa que provocó endeudamiento millonario a la petrolera
- Crisis de los petroprecios
A finales de 2014, los precios del petróleo cayeron a niveles no vistos en décadas, esta situación llevó al precio del barril a cotizar de 100 dólares a menos de 50 dólares
- Escándalo de OHL y Odebrecht
Emilio Lozoya es involucrado en un escándalo con el consorcio español OHL en 2016 por unos audios que se filtraron; en ese mismo año se le vinculó con el caso de Odebrecht por pago de sobornos
- El adiós a Pemex
Tras la polémica con OHL y Odebrecht, el presidente EPN anuncia cambios en su gabinete, entre ellos la sustitución de Lozoya al frente de Pemex
- Bajo la lupa de la UIF
La Unidad de Inteligencia Financiera congela las cuentas bancarias de la esposa y hermana de Emilio Lozoya, además la Interpol gira ficha roja para su búsqueda en más de 190 países
El hombre clave
Emilio Lozoya es un personaje que siempre llamó la atención. La política es una moneda que conoce muy bien: su abuelo, Jesús Lozoya Solís, un médico militar, fue gobernador interino de Chihuahua entre 1955 y 1956, mientras que su padre, fue compañero de aulas del expresidente Carlos Salinas de Gortari y durante su sexenio se desempeñó como secretario de Energía.
De enero a noviembre de 2012, Lozoya trabajó en el equipo de campaña y de transición del gobierno de Enrique Peña Nieto como encargado de los asuntos internacionales y en diciembre de 2012 tomó la batuta de la petrolera bajo la consigna de mejorar sus finanzas y reducir sus pérdidas.
Durante su gestión al frente de Pemex destacó su cercanía con el entonces presidente Enrique Peña Nieto y fue conocido por ser uno de los hombres de mayor confianza de Luis Videgaray.
El vínculo con el excanciller de la pasada administración data desde que estudiaban juntos en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). En clases, Videgaray lo puso en contacto con Pedro Aspe Armella, exsecretario de Hacienda de Salinas de Gortari, quien se convirtió en profesor de ambos.
Cuando Peña Nieto fue el gobernador del Estado de México, el egresado del ITAM comenzó a ganar su confianza, misma que se vio recompensada con la dirección de la petrolera mexicana a inicios del sexenio.
Raúl Olmos, periodista especializado en investigar redes de corrupción, asegura que, a pesar de que Emilio Lozoya es una pieza clave que podría ayudar a desmantelar una importante red que se construyó durante el sexenio pasado, la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no tiene tintes políticos.
“El asunto ya venía arrastrándose desde la anterior administración, lo que ocurrió es que el caso se congeló porque se protegió a varios funcionarios, incluido el exdirector de Pemex.
Con la llegada de Santiago Nieto a la UIF se aceleró el proceso y hoy se tiene la oportunidad de llegar hasta el fondo del asunto solo si profundiza en la averiguación porque Lozoya es solo una pieza de todo el rompecabezas“, dice el integrante de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Si bien durante los años en los que estuvo al frente de la Empresa Productiva del Estado (EPE) el presupuesto asignado aumentó, así como el gasto en el rubro de infraestructura, la crisis por la caída de los precios del petróleo se convirtió en uno de los mayores lastres.
Tampoco pudo resucitar al dinosaurio petrolero y dar impulso a la Reforma Energética, considerada como la mayor apuesta de Peña Nieto en el sector.
¿La caída de Lozoya?
El primer golpe que asestó la Cuarta Transformación en contra del exfuncionario fue el anuncio de que quedó inhabilitado por 10 años por la Secretaría de la Función Pública (SFP) por haber proporcionado información falsa en su declaración patrimonial, así como la omisión de una cuenta bancaria donde tenía resguardada una cantidad significativa, según información oficial.
Raúl Olmos considera que si ese hubiera sido el único castigo de la UIF sería decepcionante, pero el hecho de que el caso se consigne ante un juez y que se le acuse de presuntos delitos como cohecho, defraudación fiscal y lavado de dinero son palabras mayores.
Asimismo, considera que el destape del Lozoyagate podría salpicar a otros personajes de la vida política y empresarial en México, similar a lo que ha ocurrido en América Latina, donde el caso Odebrecht provocó la renuncia y encarcelamiento de presidentes y ministros.
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La ruta del soborno
Nadie se imaginó que esta historia terminaría como el juego de policías y ladrones. Quién hubiera pensado que el futuro de un acontecimiento que sucedió en 2016 tuviera efectos en la actualidad, pues la corrupción no fue un tema que se priorizó en sexenios anteriores.
La compra de la empresa de fertilizantes Agro Nitrogenados comenzó como un misterio, no había explicación del porqué Emilio Lozoya mostró interés en una compañía que tenía 14 años sin operar y con equipos de más de 30 años de antigüedad.
Esa pudo haber sido la primera señal de alerta de que la prosperidad de Pemex fallaría en el futuro, ya que anunció que invertiría 475 millones de dólares en los activos y en la rehabilitación de la empresa que estaba considerada como “chatarra”.
Las justificaciones para realizar el proyecto fueron que con esa operación, la industria petrolera cumplía su compromiso con el campo mexicano, además de ir acorde con el Plan Nacional de Desarrollo y a las iniciativas del presidente Enrique Peña Nieto para alcanzar un México próspero.
Pero nunca hubo claridad, ya que en el anuncio del programa omitieron un detalle importante: Agro Nitrogenados era una empresa que pertenecía a Altos Hornos de México, uno de los mayores consorcios de acero en el país y cuyas acciones se encuentran en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
A la historia de México se le agregó una mancha más de oscuridad; de acuerdo al calendario de acontecimientos, un mes después de que Pemex anunciará la compra de la firma de fertilizantes, Altos Hornos de México realizó una transferencia de un millón 481 mil dólares a la cuenta bancaria de la empresa Grangemouth Trading Company LP.
Firma que pertenece a una de las decenas de empresas montadas por la constructora Odebrecht, la cual ha estado implicada en la distribución de miles de millones de dólares destinados a pagar sobornos a la élite política de países en América Latina, incluido México, de acuerdo con los documentos expuestos por Quinto Elemento Lab como parte de la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas.
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Una historia con fin
A partir de la llegada de la Cuarta Transformación las buenas noticias para Altos Hornos de México (AHMSA) se fueron acabando poco a poco.
La gota que derramó el vaso fue cuando de manera inesperada Alonso Ancira Elizondo, dueño de esta empresa, fue detenido en Mallorca, España, por elementos de la Interpol.
La detención en días pasados se dio como resultado de una denuncia presentada el 5 de marzo ante la Fiscalía General de la República (FGR) por la apoderada legal de Pemex, en donde se le acusó de una serie de delitos que provocaron un grave daño al patrimonio de la petrolera mexicana.
A menos de 24 horas de su detención, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda congeló sus cuentas bancarias y las de AHMSA.
Reporte índigo buscó el posicionamiento oficial de la empresa, sin embargo, los representantes declinaron hacer comentarios, en cambio compartieron un boletín donde explican que las causas de la detención, hasta el momento, les son desconocidas.
Respecto al congelamiento de las cuentas, mismos que se levantaron ayer, informaron que los balances a las operaciones financieras para proveedores y clientes, así como el pago de remuneraciones a los 20 mil trabajadores ya están regresando a la normalidad.
Daniel Ortiz de Montellano, integrante de la Comisión de Prevención de lavado de dinero del Colegio de Contadores Públicos de México, relata que cuando se tiene una investigación por lavado de dinero, la recomendación del grupo de acción financiera internacional siempre es que se congelen las cuentas bancarias, a efecto de que no puedan movilizarse los fondos y se queden en donde están para que la investigación siga su curso y puedan obtener pruebas suficientes.