El tiempo para que los mexicanos residentes en el extranjero puedan participar en los comicios del siguiente año y ejercer su voto se acorta, el 12 de febrero es la fecha límite para que tramiten su credencial del INE y el 10 de marzo el último día para registrarse en la lista nominal.
Al igual que en el proceso electoral de 2018, tramitar una credencial es el gran obstáculo y aún más con las medidas de distanciamiento social y sanidad implementadas por la pandemia de COVID-19.
“Sigue siendo un reto conseguir una credencial, las ciudades siguen poniendo restricciones en cuanto a la concentración de personas por la pandemia, esto ha originado que la cancillería a través de su red consular limite la cantidad de citas, ya que se encuentra trabajando en algunos consulados con menos del 30 por ciento de su capacidad de atención.
“Las citas se han convertido en un sorteo de la lotería, es muy complicado tramitarlas, en cuestión de minutos, en cuanto se liberan las citas los viernes por la noche, se terminan”, relata Avelino Meza, secretario general de Fuerza Migrante, un movimiento binacional que engloba a más de 150 organizaciones en pro de los derechos de los migrantes.
El especialista comenta que además, en Estados Unidos, no solo está en puerta el proceso electoral, sino que en febrero y marzo la mayoría de los mexicanos tramitan documentos en los consulados para poder realizar su pago de impuestos.
“Al haber estado cerrados los consulados durante cuatro meses las necesidades se convirtieron en muchas y las opciones son pocas”, agrega.
Pese a estos problemas, Fuerza Migrante sigue trabajando para incentivar el voto de la comunidad, capacitando a liderazgos sobres los pasos a seguir para poder participar en las elecciones y sobre el voto electrónico.
Sus esfuerzos se han concentrado en paisanos de entidades donde por primera vez podrán votar desde el extranjero como Querétaro, Chihuahua y Guerrero.
“El voto electrónico es importante, porque aunque sigue siendo un reto la participación de la comunidad, es una herramienta que tenemos que aprovechar”, asegura el entrevistado.
En México, Fuerza Migrante se encuentra trabajando y platicando con diferentes corrientes políticas y partidos para poder presentar una iniciativa en la Cámara alta que legalmente establezca las bases de la figura del diputado migrante.
“Falta mucho trabajo, actualmente hay 12 iniciativas que han intentado poner en la mesa un espacio para los diputados migrantes, pero solo se han quedado en buenas voluntades. Hemos estado hablando y trabajando una iniciativa que esperamos salga del Senado y complemente esas otras iniciativas”, revela.
Al respecto, Jaime Lucero, presidente de Fuerza Migrante, dice que seguirán trabajando los años que sean necesarios para tener una participación y representación real en ambos lados de la frontera.
“Se va a seguir trabajando, acabamos de terminar con las elecciones de Estados Unidos, fue un trabajo de más de 10 años para lograr que la comunidad participara, lo mismo seguiremos haciendo en México, hasta que la gente se concientice de que su participación más activa y más abierta puede lograr cambios, vamos a seguir”.
Prueba de fuego para voto postal y migrante
El 26 de agosto de este año el Consejo General del INE aprobó las modalidades de voto postal y electrónico por Internet para que los mexicanos residentes en el extranjero puedan ejercer su derecho en 2021.
Antes de aprobarse, la UNAM y la empresa Deloitte auditaron el sistema electrónico que se implementará y lo consideraron viable, por lo que los mexicanos que radican en el extranjero podrán emitir su voto a través de esa vía del 22 de mayo al 6 de junio a las 18:00 horas.
Incluso, el consejero Ciro Murayama, señaló que en un contexto de pandemia, el voto electrónico podría aumentar la participación ciudadana.
Al respecto, el especialista en derecho electoral, César Astudillo, aplaudió la nueva modalidad de voto, pero pidió estar alertas ante posibles vulnerabilidades del sistema.
“Lo importante de esto va a ser estar muy atento a las decisiones que van tomando las autoridades electorales. Hasta ahora los ejercicios que han habido han dado cuenta de que es una herramienta muy importante, pero tenemos que ser muy sigilosos porque han habido experiencias que dejan ver que hay ciertas vulnerabilidades.
“Por la historia que tenemos desde la caída del sistema y todo lo que ha significado desde 1988 hasta acá, tenemos un sistema electoral de los más blindados del mundo, me parece que el voto electrónico no va a ser la excepción. Yo soy optimista y creo que van a tomar las medidas que se requieran para que todo salga bien”, comenta el especialista.
Aunque el voto electrónico tendrá su prueba de fuego en unos meses, Astudillo pide que no se quite el dedo del renglón ni se deje de votar postalmente.
“El voto postal ha sido restrictivo de la participación de los connacionales, pero es el que hasta ahora ha brindado más garantías de viabilidad. En ese sentido yo lo que creo es que la autoridad electoral tiene que tomar una medida para utilizar los distintos modelos permitidos por la ley, que se pueda mantener el voto postal y adicionarle el voto electrónico”, agrega.
La inversión del voto en el extranjero durante las elecciones de 2018 fue de 270 millones de pesos, es decir, cada voto de los 98 mil 854 emitidos costó en promedio mil 489 pesos. Un voto barato en comparación a lo que costó en 2006 (8 mil 154) y en 2012 (2 mil 628).
Con el sufragio electrónico, el INE y los organismos públicos locales buscan disminuir costos y aumentar la participación.