Lucha por salarios, fuera de México
La diferencia en el ingreso de los trabajadores mexicanos con respecto a los de EU y Canadá ha tensado la renegociación del TLCAN y se prevé que los salarios, la libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva sean los temas sometidos a escrutinio
Imelda GarcíaLa lucha por mayores salarios y mejores condiciones para los trabajadores mexicanos no es liderada por sindicalistas del país, sino por extranjeros que ven en México no solo un modelo de explotación laboral, sino una amenaza para tener más empleos en sus países.
Uniones de trabajadores de Canadá, principalmente, han venido a México a hablar con diferentes sectores sobre la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores mexicanos en aras de hacer que los tres países estén en condiciones de bienestar similares.
Las autoridades mexicanas, sin embargo, se limitaron a subir el salario 8 pesos diarios, por lo que pasará de 80.04 a 88.36 pesos por jornada completa.
Desde Estados Unidos y Canadá la medida se ve insuficiente, lo que dificultará más la negociación del tema laboral en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Esta diferencia abismal en el ingreso de los trabajadores ha provocado la migración de cientos de empresas hacia México, en busca de mano de obra barata; y de personas, hacia Estados Unidos principalmente, en busca de mejores ingresos.
El tema ha tensado la renegociación del acuerdo comercial de México, Estados Unidos y Canadá, que incluye también la revisión al Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN).
Aunque el contenido de ese capítulo permanece reservado, se prevé que los salarios, la libertad de asociación, el derecho a la negociación colectiva y la eliminación de la discriminación sean los temas sometidos a escrutinio.
Protestas desde fuera
Jerome Dias es presidente de Unifor, el sindicato más grande de la industria privada de Canadá que agrupa a trabajadores de varios sectores, como la industria automotriz, de comunicaciones, de energía, de periódicos y medios de comunicación.
Desde el inicio del proceso de renegociación del TLCAN, Dias se ha convertido en uno de los más álgidos críticos de la política laboral mexicana.
Dice preocuparle no solo las malas condiciones de los trabajadores mexicanos, sino que ni su país ni Estados Unidos están en condiciones de competir con México en cuanto a mano de obra, lo que hace a las empresas abandonar esos países para instalarse en tierras mexicanas.
“En términos de equilibrar el comercio, (el aumento del salario) es irrelevante ya que no hay forma de que los trabajadores estadounidenses y canadienses compitan con sus contrapartes a quienes les pagan centavos por hora”, acusó Jerome Dias en un comunicado de Unifor.
A México no solo se le critica por los bajos salarios. Desde afuera consideran que la falta de una reforma laboral efectiva lleva a que el Estado no defienda a los trabajadores, lo que se vuelve un incentivo perverso para las empresas que quieran instalarse en el país.
Dias visitó la mina de la Media Luna, en Guerrero, propiedad de la canadiense Torex Gold Resources.
Los trabajadores repudian su afiliación a la priista CTM, que mantiene el monopolio sindical de su contrato; quieren unirse al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros.
“Desafío al presidente Enrique Peña Nieto para aceptar las reformas laborales propuestas en el TLCAN, que incluyen un requisito de asociación libre y derechos de negociación (…) Unifor nunca apoyará un acuerdo TLCAN sin una reforma laboral en México”, sentenció la Unión canadiense que aglutina a más de 315 mil trabajadores.
Los bajos salarios y la libertad de asociación son solo dos de los temas que se tratan en el capítulo laboral del TLCAN y que son ya de los más polémicos.
¿Cuánto ganan?
Aunque las autoridades mexicanas subieron el salario mínimo 8 pesos diarios, desde EU y Canadá la medida se ve insuficiente, lo que dificultará más la negociación del tema laboral en el TLCAN
México
Estados Unidos
Canadá
La tensa renegociación
No solo los temas económicos y de comercio ocupan la agenda de los encargados de la renegociación del TLCAN. Los aspectos laborales están aglutinados en el Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN), que también está sujeto a revisión.
Un análisis del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, del Senado de la República, señala que México es muy criticado por sus bajos salarios, pero no por sí mismos, sino por lo que esto implica.
Otro de los aspectos que está en revisión es que la resolución de controversias está hoy dividida en cinco paneles distintos y hoy se pretende que todo se resuelva en uno solo, con riesgos para México porque aumentarían los poderes de sanción, lo que presionaría al gobierno mexicano a cumplir con los acuerdos laborales de derechos de los trabajadores.
“Las sanciones, al menos según lo previsto en el TPP, no están dirigidas contra las empresas o incluso los sectores de la economía donde ocurren violaciones de derechos laborales (…) Las sanciones comerciales se aplicarían a las exportaciones totales de un país”, explica Gilberto Bosques en su estudio Temas Laborales en la Renegociación del TLCAN.
Uno de los temas que México ha llevado a la renegociación de los asuntos laborales del TLCAN es el trabajo de los migrantes, tanto de los mexicanos que viven en cualquiera de los dos países, como la posibilidad de que se abran oportunidades de trabajo temporal.
Según el Centro Gilberto Bosques, una de las formas en que México puede proteger sus intereses en esa materia es aplicando efectivamente la reforma de justicia laboral.
Los castigos para México pueden incluir desde sanciones comerciales hasta multas de millones de dólares por cada caso de violación de derechos laborales que se resuelva en su contra, por lo que el Gobierno mexicano debe vigilar que las empresas cumplan con sus obligaciones.