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No es leyenda urbana. Lo viven cientos de capitalinos. Un buen día se encuentran con que la cuenta de su recibo de luz dio un salto mayor, incluso estratosférico.
Sin que haya habido un cambio en el patrón de consumo de su casa-habitación, el precio del servicio se dispara como por arte de magia.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) les requiere a sus usuarios erogar diez veces o mucho más en comparación a recibos anteriores.
Desde hace más de un año ciudadanos de distintas colonias de la Delegación Iztapalapa realizan diversas acciones y movilizaciones en contra de los altos cobros de la CFE, que oscilan entre los 3 mil y 70 mil pesos.
Son cerca de 400 usuarios que se han congregado en el Colectivo de Ciudadanos de Iztapalapa en Defensa de la Energía Eléctrica denunciando los abusos que comete este organismo público descentralizado desde 2010.
Es el caso de Graciela Vázquez Estrada, mujer de la tercera edad, quien venía haciendo pagos bimestrales de 290 pesos hasta que le llegó un recibo de 3 mil 500, luego otro de 2 mil 500 y así sucesivamente.
O el de Carmen Carbajal, que de 314 pesos, dos meses después su recibo saltó a 2 mil pesos.
Ya le quitaron el cable y luego el medidor de luz. Aun así recibió un oficio intimidatorio el pasado 18 de octubre:
Se le informa “… que para solucionar el adeudo que tiene pendiente de pago, se presente a dar cumplimiento al contrato celebrado para la prestación del servicio público de energía eléctrica, evitando así que se presente demanda ante los Tribunales competentes, quien incluso podrían ordenar el embargo de bienes”.
Oficios similares han recibido otros usuarios de las colonias San Miguel Teotongo, de Guadalupe del Moral, de Jalpa, de Santiago Tianguistengo, de San Lorenzo Tezonco, de los Reyes, así como de Neza, Chalco y Chimalhuacán.
Blanca Montiel dice que pagaba “200, 300… pero al siguiente mes llegaban del doble, el triple, hasta que me llegó uno de 4 mil pesos y ya no bajan”, dice mostrando su recibo de luz.
No han tenido de otra mas que dejar de pagar “por algo que no has consumido… y no tenemos ni el dinero, no se puede”, dice Sara, hija de Carmen Carbajal.
Señalan el caso de una vecina a quien le cortaron la luz, se llevaron su medidor y aun así le llegaron después dos recibos por mil 200 y mil 600 pesos.
Por ello han presentado quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Secretaría de Energía (Sener).
A la Profeco le han pedido, entre otras cosas, ejercer una acción colectiva en contra de la CFE por prácticas lesivas e intimidatorias contra los usuarios en su política de cobro, peticiones hechas el 23 de abril y el 7 de junio de este año, sin obtener respuesta.
A la Sener le piden que remita oficios a la CFE para requerir que expida a los usuarios los desgloses pormenorizados de consumo del 2008 al 2013.
A la CFE, por su parte, le han hecho dos planteamientos: crear una tarifa social progresiva para grupos vulnerables y zonas de alta marginalidad, e instrumentar un programa de cancelación de adeudos por montos impagables. Ello conforme al artículo 5 del Estatuto Orgánico de la CFE.
Contra los ciudadanos
Lo que buscan es que “la CFE deje de realizar una política intimidatoria”, indica Carlos Frausto, asesor jurídico del Colectivo de Ciudadanos de Iztapalapa en Defensa de la Energía Eléctrica.
Dice que estas prácticas lesivas contra los ciudadanos se refieren a que este organismo les envía oficios, a veces sin firma, exigiéndoles el pago inmediato, y si no lo hacen, amedentra con embargarlos. Lo que, agrega, jurídicamente es imposible porque tendría que mediar un juicio.
Pero “la gente se asusta”, sostiene. El terror sicológico hace mella en muchos, principalmente en los ancianos que en muchos casos están enfermos.
El pasado miércoles decenas de ciudadanos protestaron frente al edificio de la CFE, ubicado entre Reforma e Insurgentes. Tras varios desencuentros previos con funcionarios de este organismo, acordaron reunirse el próximo 31 de octubre.
La representación legal del colectivo de Iztapalapa se reunirá con una comisión de la Junta de Gobierno de la CFE, que es la que toma los acuerdos tanto de creación de tarifas como de la política de cobro.
“Se comprometieron a dar respuesta por escrito a cada uno de los oficios que se han y se sigan presentado”, comenta Frausto.
Los vecinos de Iztapalapa dicen que no entienden cómo la CFE amenza a gente de la tercera edad que se está quedando sin vista y necesita la luz, o que incluso son diabéticos y toman insulina que requiere refrigeración.
“Estos son testimonios y documentales donde desgraciadamente la CFE los está utilizando como se les da la gana, es una represión sistemática”, dice Jacobo García, de la colonia Los Olivos, a Reporte Indigo. Y agrega que cuando dijeron que con la CFE se iban a evitar corruptelas, lo que hoy se demuestra es todo lo contrario: “que la privatización de Luz y Fuerza del Centro nomás sirvió para sacar dinero y explotar a quien se deje”.
Exigen a Sener actuar
Tras su protesta frente a la Comisión, el colectivo de Iztapala asistió a la Secretaría de Energía, argumentando que como superior jerárquico de la CFE le debe requerir la información correspondiente.
Y es que, explica el abogado Carlos Frausto, “la CFE no es una ‘empresa de clase mundial’, como se señala, (sino) un organismo público descentralizado y por tanto se debe ajustar tanto a la Ley Federal de Procedimientos Administrativos como a la Ley Federal de Entidades Paraestatales, que les obliga a aplicar una serie de principios totalmente distintos a los de una empresa y, sin embargo, los aplica, como hace con estos actos intimidatorios”.
Se le pidió que ordene a la CFE remitir a las 400 personas del movimiento el desglose de consumo y reagendar las audiencias que se abrieron para aclarar los adeudos de la gente que no pudo ir, o confirmar su cita, así como requerir a CFE cese de actos intimidatorios
El último día de este mes acudirán a la Profeco adonde, por cierto, el martes pasado presentaron un primer bloque de 61 amparos en contra de este órgano que no ha dado respuesta a la petición del colectivo desde hace meses.