El presidente venezolano Nicolás Maduro se encamina a un enfrentamiento con sus adversarios políticos al inaugurar el viernes una Asamblea Constituyente integrada por sus partidarios y cuyos poderes son superiores a los de todas las demás ramas del gobierno.
Los líderes de la oposición exhortaron a salir a las calles de Caracas en rechazo a la asamblea, cuyos 545 delegados se aprestaban a asumir sus bancas en una sala del palacio legislativo a pocos metros de la cámara donde se reúne la Asamblea Nacional, dominada por la oposición.
Maduro, que ha dicho que usará la Constituyente para sancionar a la oposición, tiene previsto asistir a la sesión inaugural. Cientos de simpatizantes del gobierno acompañaron a los miembros de la Asamblea a su toma de posesión con banderas venezolanas y retratos del expresidente Hugo Chávez que prometieron devolver al edificio neoclásico.
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La primera dama Cilia Flores y el poderoso vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, encabezan la movilización oficialista.
La instalación de la Constituyente intensificará la tensión política que ha generado casi cuatro meses de protestas contra el gobierno que han dejado al menos 121 muertos, casi 2.000 heridos y más de 500 detenidos.
Por UNANIMIDAD la Constituyente @DrodriguezVen Es la Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente. pic.twitter.com/YSVfqjnSSB
— Caryl Bertho (@CarylBertho) 4 de agosto de 2017
Maduro adelantó que la Constituyente despojará a los parlamentarios de su inmunidad mientras que los legisladores advirtieron que sólo abandonarán el recinto por la fuerza.
“Para acabar con el Parlamento tendrán que matarnos”, declaró el vicepresidente primero de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara.
El Vaticano sostuvo el viernes que la Constituyente “más que favorecer la reconciliación y la paz, fomenta un clima de tensión y enfrentamiento e hipoteca el futuro”. En tanto, el presidente francés Emmanuel Macron exhortó a renovar los esfuerzos para una mediación que evite un mayor derramamiento de sangre.
La oposición boicoteó la elección a la Constituyente del domingo alegando que las reglas beneficiaban al gobierno y casi todos los candidatos eran partidarios de Maduro. Este viernes tiene programadas nuevas marchas contra la Constituyente.
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La elección es objeto de dudas crecientes desde que el gerente general de una empresa internacional de tecnología informática electoral dijo que se habían alterado las cifras de participación.
Maduro y el Consejo Nacional Electoral han rechazado esa acusación pero son cada vez más los gobiernos extranjeros que se niegan a reconocer a la Constituyente y muchos venezolanos temen que conduzca a un Estado unipartidista.
“Ha habido una erosión gradual de las prácticas democráticas y se ha cruzado un umbral importante”, dijo Michael Shifter, presidente del instituto de estudios Diálogo Interamericano con sede en Washington. “Calificar a Venezuela de democracia con esta nueva Asamblea Constituyente es situarse en terreno muy endeble”.
El Departamento de Estado en Washington dijo el jueves que la Asamblea es ilegítima y tiene la finalidad de consolidar “la dictadura de Maduro”.
“Estados Unidos no reconocerá a la Asamblea Constituyente Nacional”, dijo la vocera Heather Nauert.
En vísperas de la instalación de la Asamblea se produjeron ataques con bombas molotov a la embajada española en Caracas. La Procuraduría dijo que dos sujetos en motocicleta arrojaron las bombas, las que iniciaron un incendio que no causó víctimas.
Carlos Romero, profesor y analista de relaciones exteriores, calificó al incidente de “extremadamente grave” y dijo que podría complicar aún más las relaciones con Madrid. El embajador español en Caracas se sumó a un grupo de legisladores que visitaron la Asamblea Nacional esta semana para darle su apoyo.
Miembros influyentes de la Constituyente, entre ellos Cabello, el poderoso líder del partido socialista gobernante, han anunciado su intención de atacar al Congreso y en particular a la fiscal general Luisa Ortega Díaz, una partidaria del difunto Hugo Chávez que rompió recientemente con Maduro.
El presidente ha ordenado a la Constituyente que declare a la Fiscalía General en estado de emergencia y la reestructure como una de sus primeras tareas.