Maestros sin control
El movimiento magisterial contra la reforma educativa está descontrolado en Nuevo León.
Sin un liderazgo visible, la marcha de los maestros federales y estatales pereciera no tener un freno y actúan por la vía libre bloqueando importantes avenidas, incluso ya desafiaron a elementos de Fuerza Civil.
La organización se basa por las coordinaciones regionales de cada plantel, y a través de redes sociales se avisan de las movilizaciones, según consta en un grupo de WhatsApp al cual Reporte Indigo tuvo acceso.
El movimiento magisterial contra la reforma educativa está descontrolado en Nuevo León.
Sin un liderazgo visible, la marcha de los maestros federales y estatales pereciera no tener un freno y actúan por la vía libre bloqueando importantes avenidas, incluso ya desafiaron a elementos de Fuerza Civil.
La organización se basa por las coordinaciones regionales de cada plantel, y a través de redes sociales se avisan de las movilizaciones, según consta en un grupo de WhatsApp al cual Reporte Indigo tuvo acceso.
También se apreció que en el movimiento magisterial ni siquiera participan físicamente líderes de las secciones 21 y 50; el pasado miércoles había dos equipos de sonido en la Explanada de los Héroes y los grupos no se ponían de acuerdo.
En lo que sí se coincidían era que todos están en contra de la reforma educativa, pero en la organización se batalló y hubo opiniones encontradas de si respetarían el cerco policial o simplemente no.
Al final decidieron brincar las barricadas instaladas por elementos de Fuerza Civil, para bloquear importantes avenidas del área metropolitana.
Y aunque en apariencia este movimiento magistral pudiera estar dividido, lo cierto es que día tras día estas manifestaciones están subiendo de tono, afectando la libre circulación de miles de automovilistas. Esto por la falta de liderazgo.
Inexplicablemente, la marcha de los maestros ha escaldado a un estado de alerta, y así quedó evidenciada durante la última manifestación, en la que los elementos policiales no pudieron frenar al contingente de unos 10 mil profesores.
El riesgo para una próxima marcha se incrementa, pues cada vez se ve a más elementos ajenos a las aulas que se han infiltrado en el movimiento.
Hasta el momento en las marchas no han ocurrido hechos que lamenter, como lesionados o fallecimientos, pero podría darse un vuelco importante si no se atiende el conflicto.
La lección en la última marcha de esta semana es que los maestros se están movilizando por ellos mismos y no por un líder sindical.
La negociación fallida
Las negociaciones del Gobierno independiente con los maestros han terminado en un verdadero caos.
Manuel González, secretario de Gobierno, y Esthela Gutiérrez, titular de la Secretaría de Educación, no han podido evitar que las marchas de los profesores suban de tono.
Tan desgastada está la relación que incluso ambos funcionarios fueron desairados por los maestros en la mesa de diálogo pactada para el pasado lunes.
Otro factor que ha ocasionado un distanciamiento con el magisterio son la declaraciones de Gutiérrez, quien ha minimizado el movimiento al considerar que son pocos los que protestan.
Pero esto sólo “encendió” más el malestar de los trabajadores docentes.
González intentó hacer ver a Gutiérrez como la responsable del fracaso de las negociaciones con los maestros, lo que no logró.
El secretario de Gobierno dijo que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón realizará la próxima semana una gira por 13 regiones magisteriales.
“El próximo lunes el gobernador quiere sentarse a escuchar a los profesores, pero también hay que escuchar a los padres de familia, la reforma que hoy conocemos fue elaborada por tres partidos políticos”, compartió González públicamente.
Les bajan ingreso y salen a las calles
Los maestros federales y estatales salieron a las calles a protestar por dos puntos que les afecta con la reforma educativa.
Se trata de los cambios de adscripción y el aumento salarial de cada año.
Los maestros que cumplían con el programa de carrera magisterial iban adquiriendo derechos para acercarse territorialmente a la zona donde ellos querían trabajar; ahora ese beneficio de ser los primeros les fue retirado.
En la carrera magisterial, la intención de los docentes es llegar a la zona donde el pago es mayor.
La nueva convocatoria de cambios de adscripción por la reforma educativa sólo contempla a los profesores que hayan presentado la evaluación.
Primero se tomaría en cuenta a los maestros que en la evaluación salieron destacados, en segundo término los que calificaron como buenos, luego serían los que obtuvieron suficientes, y al último los de carrera magisterial.
Aquí es donde los maestros de carrera magisterial están inconformes, porque aseguran que ellos no tienen la culpa que la Secretaría de Educación no los evalúe.
Pero esa inconformidad no provocó que se lanzaran a las marchas.
La gota que derramó el vaso fueron los cambios que la reforma educativa provocaron en la nómina.
El sueldo de los maestros se integraba al incentivo por cursar la carrera magisterial, por lo que el aumento de su nómina era mayor, y por consiguiente, el de sus prestaciones y futura jubilación.
Pero la reforma separa el salario base del incentivo de carrera magisterial de los maestros federales y estatales, desatando la molestia.
Y es por eso que comenzaron las marchas.