Magisterio dividido

El SNTE sigue en disputa. Dos facciones pretenden retomar su control en la coyuntura electoral. Por un lado, las cúpulas apoyan a Juan Díaz de la Torre, y por otro, un grupo disidente cercano a Elba Esther Gordillo busca rehacerse del sindicato
Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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De cara a las cruciales elecciones del próximo 1 de julio, el gremio magisterial en el país se encuentra fraccionado, con posiciones políticas encontradas y en medio de una lucha de grupos que pugnan por el control sindical.

El magisterio de México también juega a la política, y en tiempos electorales su respaldo es un botín apetecible para los candidatos presidenciales. Sin embargo los conflictos internos -de distintas magnitudes- no solo están marcados por la contienda electoral sino por el control del futuro del gremio.

En tiempos electorales el SNTE es un buen botín de votos, pero en ese sentido están también divididos: las cúpulas están con José A. Meade y otro sector con López Obrador

La dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), considerado el más grande de América Latina, ha tomado posición a favor del candidato oficialista aunque aún tiene luchas internas debido a la disidencia presuntamente impulsada por la exdirigente Elba Esther Gordillo.

+23
años Elba Esther fue dirigente del SNTE

El partido Nueva Alianza, que aglutina a una importante cantidad de docentes y con fuertes vínculos con el SNTE, es uno de los partidos que conforman la alianza “Todos por México” que impulsa a José Antonio Meade -el candidato del oficialismo- a la Presidencia.

Sin embargo, al interior de la organización sindical ha venido cobrando fuerza un movimiento disidente que busca la remoción de Juan Díaz de la Torre como dirigente y que en general no comulga con las decisiones de la cúpula ni con su inclinación política. A pesar de que la disidencia sigue siendo minoría, la correlación de fuerzas podría ajustarse después de las elecciones.

Aunque sus liderazgos visibles lo han negado públicamente, existe la percepción de que detrás de esta disidencia se encuentra la exdirigente Elba Esther Gordillo, quien buscaría a través de terceros retomar el control del SNTE y poner su estructura a favor del candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador.

La pugna por el control del poderoso sindicato es real y podría tomar una nueva dimensión tras los comicios federales, abriendo aún más la brecha de la división o incluso generando una escisión entre las partes en conflicto y la formación de una nueva organización gremial.

Juan Díaz de la Torre ha sido uno de los principales aliados del gobierno para la implementación de la controvertida Reforma Educativa y desde su ascenso como Secretario General -tras la detención de Elba Esther Gordillo- ha mantenido el control del sindicato.

Pero, aún con su reciente ratificación en la última Asamblea General, los signos de una división interna han salido a relucir. Quizá el primer síntoma se dio en la pasada elección en el Estado de México, donde algunos miembros de la SNTE se posicionaron abiertamente a favor de la candidata opositora Delfina Gómez y del proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

Otra muestra de que la división es cada vez más visible, fue el apoyo que la Sección XV del SNTE brindó a López Obrador en un mitin realizado en Huejutla, Hidalgo, el día de ayer.

5
años lleva como dirigente del SNTE Juan Díaz de la Torres, lo será hasta 2024

Por su número de agremiados y por la importancia y el despliegue de su organización en los comicios, el gremio magisterial ha sido históricamente un aliado deseable de los políticos.

Reforma educativa, el origen del conflicto

La CNTE, por su parte, a pesar de haber bajado el tono de la protesta, continúa impulsando la derogación de la Reforma Educativa, por lo que ha tomado partido a favor del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, quien ha prometido su cancelación.

Aunque en un caso similar al SNTE (aunque en menor medida) el apoyo no es uniforme ya que existe una fracción más radical de esta organización magisterial que se niega a dar su apoyo a ninguno de los partidos o candidatos en la contienda.

Si bien la Coordinadora no tiene el tamaño del SNTE, en años pasados ha demostrado su capacidad de despliegue y su músculo en las diferentes protestas en contra de la Reforma Educativa, por lo que también se ha convierte en un apetecible aliado político.

Precisamente la implementación de la Reforma Educativa, uno de los pilares de las Reformas estructurales impulsadas por la actual administración ha sido el principal detonante de los conflictos y la división en el magisterio.

El gobierno federal encontró en el SNTE a su principal aliado para sacar adelante la reforma, con un apoyo casi unánime dentro del Sindicato, pues aunque hubo algunas resistencias al interior, al final suscribieron los cambios impulsados.

+1.6
millones de profesores están afiliados al SNTE

Un caso totalmente distinto se vivió con la CNTE, organización con fuerte presencia en el sur del país, principalmente en Oaxaca y Chiapas, que desde antes de la promulgación de la polémica reforma se movilizó -en muchas ocasiones de forma violenta- para detenerla y posteriormente exigiendo su derogación.

Posteriormente, con el arranque del proceso electoral y con la Reforma Educativa en el centro de las campañas, el activismo a favor y en contra de la misma se ha renovado.

La cúpula y al parecer la mayoría de los docentes pertenecientes al SNTE han respaldado públicamente la Reforma y se han alineado con José Antonio Meade, candidato de la continuidad y el único que ha defendido públicamente su permanencia tal y como se planteó.

Por el otro lado, Andrés Manuel López Obrador ha aprovechado el descontento del grueso de la CNTE para sumarlos a su movimiento, prometiéndoles la derogación de la Reforma y el restablecimiento de algunas de las prácticas previas a su implementación.

Del lado de la disidencia dentro de la SNTE, los presuntamente afines a la exdirigente Elba Esther Gordillo, no se han pronunciado abiertamente en contra de la Reforma, pero sí mantienen un enfrentamiento con la actual dirigencia intentando retomar el control del organismo y paralelamente fortalecen el movimiento de López Obrador.

La CNTE a pesar de haber bajado el tono de la protesta, continúa impulsando la derogación de la Reforma Educativa, por lo que ha tomado partido a favor del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia

Los otros candidatos presidenciales han sido más ambiguos en sus posturas sobre la Reforma, y todos ellos se han expresado en términos de acercarse en un hipotético gobierno al sector magisterial para escuchar sus inquietudes sin tomar partido abiertamente.

Sin duda, los maestros jugarán un papel importante (aunque quizá no definitorio) en la próxima elección, en donde, entre muchas otras cosas, está el juego de la Reforma Educativa y probablemente el futuro de los organismos sindicales que aglutinan a los docentes en el país.

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