Juan Ramos, académico e investigador de la Universidad del Valle de México, Campus Coyoacán, aclara que México tiene 64 diferentes variedades de maíz endémico, aunque no todos se distribuyen de manera homogénea en el territorio nacional.
Ante este panorama, Ramos se ha dedicado al estudio del maíz cónico, el cual es de color azul y rojo debido a los pigmentos llamados antocianinas, mismos que aportan antioxidantes. Se cultiva en las áreas agrícolas de zonas altas y templadas, principalmente en los estados de Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.
Sin embargo, hasta el día de hoy, indica que no existe mayor conocimiento en el manejo del maíz endémico, como consecuencia, este tipo plantas se enferman fácilmente y no toleran la desecación, de ahí la relevancia de ampliar su estudio.
La investigación del doctor Ramos propone el uso de microorganismos asociados a los maíces, tales como bacterias y hongos, los cuales generan fitohormonas que estimulan el crecimiento de la planta y ofrecen una alternativa de bioestimulantes o biofertilizantes, lo que permitirá mejorar la raza del maíz de México, su crecimiento y promover el autoconsumo.
“Estamos estudiando qué tipo de organismos están presentes en estos tipos de maíz, seleccionamos algunos de ellos y buscamos hacer que estas plantas crezcan y tengan más nutrientes”, aclara.
Cada planta tiene ciertos microorganismos, algunos están en estado crítico, o sea, sólo se encuentran en un cierto tipo de especie y no tienen una fusión con otras.
Por ende, su labor consiste en aislar hongos de cada una de las partes de la mazorca para identificar en qué región se obtiene un mayor beneficio.
“Se ha analizado que aquellos hongos que tienden a mejorar el crecimiento de las plantas o del maíz se encuentran en la rizosfera, es una zona que está estimulada por las raíces de las plantas”, comenta.
Ante esta evidencia, han logrado aislar alrededor de 89 hongos y los han identificado molecularmente para su estudio: ver que no sea un patógeno para otra planta, y sí benéfico para otras especies.
“El hecho de que iniciemos con la investigación de maíces de Hidalgo da la pauta para ver si estos microorganismos tienen relación específica o inespecífica que se pueda utilizar en otros lugares. Entonces, utilizar agentes biológicos puede ser muy bueno, porque no contaminan, y pueden tener más beneficios nutrimentales que un transgénico”, precisa.