Mancera, el buen pastor

Previa aclaración de que los capitalinos no pagarían los gastos del viaje, el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, aceptó la invitación de la Casa de Prefectura Pontificia y asistió a la ceremonia católica de consagración del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, en El Vaticano.

Los gastos de los boletos y la estancia en Roma, la capital italiana, según aclaró el jefe de Gobierno, son costeados de manera personal y no se cargarán al erario público.

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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De acuerdo al propio Mancera, los gastos de boletos y la estancia en Roma serán costeados de forma personal
El GDF ha ocupado, con permiso de la jerarquía católica, los atrios de las iglesias metropolitanas
Ebrard se enfrentó a la iglesia por su posición a  favor del aborto, los matrimonios entre parejas  del mismo sexo y  la posibilidad de que adoptasen

Previa aclaración de que los capitalinos no pagarían los gastos del viaje, el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, aceptó la invitación de la Casa de Prefectura Pontificia y asistió a la ceremonia católica de consagración del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, en El Vaticano.

Los gastos de los boletos y la estancia en Roma, la capital italiana, según aclaró el jefe de Gobierno, son costeados de manera personal y no se cargarán al erario público.

Al igual que el presidente Enrique Peña Nieto, en su calidad de mandatario de México, Mancera fue invitado como alcalde por la Santa Sede, ahora que las relaciones entre el Gobierno del Distrito Federal y la Iglesia Católica en México van viento en popa.

Mancera Espinosa no desaprovechó la oportunidad de codearse con los jerarcas católicos del mundo y los jefes de Estado, entre ellos el presidente Peña Nieto, invitados a la ceremonia.

Casi imposible rechazar la invitación, sobre todo si se tiene en cuenta que, desde su llegada al gobierno de la capital, Mancera ha reconstruido la dañada relación con las autoridades eclesiásticas.

Nuevo diálogo

A diferencia de su antecesor, Marcelo Ebrard Casaubón, quien sostuvo una batalla frontal con la Iglesia Católica por cuestiones como el aborto, los matrimonios entre parejas del mismo sexo y la posibilidad de que pudieran adoptar a menores, el actual jefe de gobierno teje un nuevo diálogo.

El ejemplo más claro de las nuevas reglas entre el Gobierno de la Ciudad de México y la Iglesia Católica es el programa “Por tu familia, desarme voluntario”, que apoya a la Secretaría de Desarrollo Social en el programa de desarme de los ciudadanos a cambio de una computadora.

Desde diciembre de 2012, los atrios de decenas de parroquias en el Distrito Federal se han convertido en insólitas sedes para el canje de armas por nuevas tecnologías en las delegaciones políticas de la capital. Lo que es más, durante el transcurso de las homilías, los sacerdotes hacen un exhorto a los feligreses para que participen en este intercambio.

Por ejemplo, en la delegación Iztapalapa, el personal de Desarrollo Social se apostó en el atrio del Santuario del Señor de la Cuevita;  más tarde, en el atrio de la Basílica de Guadalupe. Lo mismo ocurrió en la parroquia de San Pedro, en la delegación Tláhuac; en la iglesia de Zapotitlán, Santa Catarina Yecahuitzotl.

También en la parroquia de San Miguel Arcángel, en la delegación Miguel Hidalgo; en la parroquia de Los Santos Reyes, en Venustiano Carranza; en San Isidro Labrador, en Iztacalco; en San Pedro Apóstol, en Cuajimalpa, y en San Bernardino de Siena en Xochimilco.

Así las cosas, Espinosa viajó a Europa desde el pasado domingo y regresará hoy, si encuentra boletos de avión, debido a la demanda que por estas fechas registra Roma.

En este viaje, Mancera comentó que no desaprovecharía la oportunidad para buscar un encuentro con el sucesor del Papa Benedicto, el recién electo Francisco, para invitarlo a visitar la Ciudad de México donde se alberga uno de los santuarios católicos más importantes del mundo: la Basílica de Guadalupe.

También en el Distrito Federal, está la catedral metropolitana en pleno corazón de la capital, donde la iglesia, el GDF y el gobierno federal comparten el derecho de piso.

En ese sentido, Enrique Peña, como presidente de México y como parte de los protocolos marcados por esa ceremonia, sí logro un acercamiento con el papa Francisco I para invitarle a que visite México en un futuro.

Para Mancera Espinosa el viaje a Roma por invitación expresa de El Vaticano ha sido el primero que realiza al extranjero en su calidad de jefe de Gobierno.

Dijo que aprovecharía su estancia en Europa para concretar una reunión con las autoridades locales de Madrid, España. Mancera Espinosa viajó acompañado de su secretario particular, Luis Serna, y del director de comunicación social, Fernando Macías.

Antes, apenas ganó los comicios que lo hicieron jefe de Gobierno, viajó como invitado a China, donde se reunió con algunas autoridades interesadas en invertir en la Ciudad de México.

En esa ocasión visitó Beijing, donde fue recibido por una comitiva del gobierno chino y se reunió con integrantes de la China Productivity Association, quienes le mostraron algunos proyectos económicos que pudieran ser replicados en el DF.

El entonces recién electo jefe de Gobierno aún no recibía la constancia de mayoría por parte del Tribunal Electoral capitalino, pero en esa ocasión que viajó a China se hizo acompañar por Julio Serna, hoy director de la Central Abasto de la Ciudad de México (CEDA).

Desde ese viaje a China en septiembre de 2012, Mancera fue señalado de seguir los pasos de Marcelo Ebrard Casaubón, quien también hizo ese viaje a Asia en el año 2006 por invitación del gobierno chino.

Para Mancera en cambio, la aventura de ser jefe de Gobierno del Distrito Federal apenas comienza. 

El viaje a Roma, Italia, es apenas el inicio del sexenio. De sus gastos y aventuras en el extranjero, ya daremos cuenta.

Los viajes de Marcelo

Como jefe de  Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón enfrentó algunas críticas por los gastos que realizó con cargo al erario durante sus visitas al extranjero.

Por mencionar tan solo algunos de los destinos en el extranjero que Ebrard visitó en su calidad de jefe de Gobierno están Nueva York, Washington, Nagoya, Copenhague, Chicago, Toronto, Bonn, Londres, Madrid y Ginebra.

En el viaje a Washington de 2009, por ejemplo, Ebrard acudió a presentar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el diagnóstico de los derechos humanos en el Distrito Federal.

A Ebrard y algunos de sus colaboradores se les juzgó duramente por gastar en hospedaje, alimentos y vinos con cargo al erario público sin justificación aparente a través de comprobantes.

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