Mancera ‘amarra’ cinturón
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunció que no habrá incremento a los impuestos el año próximo a pesar del hueco en las finanzas públicas que generaría el Gobierno de la República con el recorte al presupuesto 2017.
Icela Lagunas
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunció que no habrá incremento a los impuestos el año próximo a pesar del hueco en las finanzas públicas que generaría el Gobierno de la República con el recorte al presupuesto 2017.
El mandatario capitalino no pierde oportunidad para recriminar a la Federación el maltrato económico a la Ciudad de México.
Mancera Espinosa y el presidente Enrique Peña Nieto se encontraron ayer durante el foro nacional “Sumemos Causas por la Seguridad, Ciudadanos más Policías”, organizado por la Presidencia de la República.
Ahí el mandatario capitalino le dirigió al Ejecutivo Federal: “Señor presidente, nunca vamos a escatimar ningún tipo de esfuerzo desde la capital de la República en todo lo que se refiere a la seguridad nacional”.
Horas antes de coincidir en el evento, Mancera había retomado las críticas por el recorte al presupuesto de la capital que aplicaría la Federación.
Anunció que tras una larga reunión con el equipo de Finanzas de la Ciudad de México se acordó no aplicar gravámenes nuevos ni aumentar los existentes, sólo las actualizaciones que marca la Ley.
“Quiero anunciarles que no vamos a subir los impuestos en la Ciudad de México, vamos a mantener los que están”, detalló Mancera.
La decisión que se tomó es un ejemplo, insistió, de lo que significa un verdadero “cierre de cinturón” del que tanto se habla por parte del Gobierno Federal.
“Así mandaremos el proyecto de Ejercicio Fiscal a la Asamblea Legislativa para que los diputados puedan avalar esto, que no habrá aumento de impuestos en la Ciudad de México”, dijo el mandatario local.
La administración de Mancera intenta defender el presupuesto y evitar la eliminación de los más de 4 mil 500 millones de pesos tan sólo del Fondo de Capitalidad.
“Se los digo a mis compañeros jefes delegacionales aquí presentes, también la afectación es directa a ustedes y los estamos defendiendo, porque en el recorte hay un rubro de más de mil 500 millones que están recortando a las delegaciones.
“Ahí estamos en pie de lucha; segundo, vamos a trabajar de manera conjunta en este equipo para que a toda la ciudad le vaya bien y por eso vamos a hacer este ajuste. Queremos que la gente sepa que estamos trabajando por ellos”, destacó en un evento público.
Medio año de altibajos
Luego de meses de confrontación y desplantes entre el Gobierno de la capital y la Federación, ayer Mancera acudió al Alcázar del Castillo de Chapultepec a un evento organizado por la Presidencia de la República.
La disputa entre ambos gobiernos, local y federal, envolvió a sus titulares en una serie de dimes y diretes por temas diversos.
Por ejemplo, el pleito con la Profepa por las mediciones de los niveles de contaminación y las contingencias decretadas para la Ciudad de México; los verificentros, la muerte del gorila Bantú, las fiestas patrias, el concierto de Roger Waters en el Zócalo y el recorte al presupuesto 2017 para la capital.
Desde mediados de este año, al hacer uso de diferentes tribunas, el jefe de Gobierno dejó entrever que ya no existía más la comunicación directa con Enrique Peña Nieto, por lo que mandó diversos mensajes a través de los medios.
En julio pasado, por ejemplo, luego de la crisis con la Profepa, Mancera le expresó su desacuerdo por los que llamó “constantes ataques” a la Ciudad de México y su interés de “pronto poder platicar con él”.
El reclamo al secretario
Afinales de agosto, de manera discreta, Miguel Ángel Mancera y Enrique Peña Nieto se reunieron con la intención de acabar el desacuerdo y trabajar de manera coordinada entre todas las instituciones.
Ya desde ese encuentro, Mancera dejó entrever su preocupación por que los recursos federales no estaban cayendo de manera ágil a las arcas de la administración local y por la advertida crisis económica que obligaría a ceñirse el cinturón en todos los estados y la capital del país.
Sin embargo, un mes después de ese encuentro, en septiembre pasado el jefe de Gobierno capitalino dejó entrever que la relación con la Federación seguía atorada y prueba de ello fue que Mancera no asistió ni a la ceremonia del Grito de Independencia y tampoco al tradicional desfile militar del 16 de septiembre.
Con frases cortas, el jefe de Gobierno declaró primero que no había sido invitado por la Presidencia de la República a dichos actos oficiales y luego, que su agenda estaba ocupada con otras actividades del Gobierno local.
Por esas fechas fue que soltó la frase “no entiendo porqué se ríe Meade”, en reproche al recién nombrado como titular de la Secretaría de Hacienda, José Antonio Meade.
Ante esa crisis, el gobernante local aprovechó la tribuna de la Asamblea Legislativa, el 17 de septiembre, para hacer otro llamado “respetuoso, pero enérgico al Gobierno federal” para que se respete el acuerdo del Fondo de Capitalidad, en su condición de capital de la República Mexicana.
Para ese momento, el gobierno de Mancera ya orquestaba con el apoyo del PRD salir a la calle en la campaña que llamaron “Defensa del Presupuesto”.
En la que reclamaban abiertamente al secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, el presupuesto político que propuso a la Cámara de Diputados en que cortaba de tajo algunos rubros en la capital, mientras apoyaba otros en el Estado de México.
El jaloneo por recursos
Con ese panorama a cuestas, el PRD en la Cámara de Diputados se declaró listo para la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación 2017.
Fundamentalmente cuestionan los recursos que Hacienda presentó en ceros para la capital del país mientras beneficia al Estado de México, de donde es originario Enrique Peña Nieto.
Ya se cuenta al menos con la promesa de que se reasignarán 9 mil 500 millones de pesos para la CDMX que le permitan mantener su funcionalidad.