El primer año de Miguel Ángel Mancera Espinosa como jefe de Gobierno del Distrito Federal fue “duro y difícil”. Así lo describió él mismo en el acto protocolario de sus primeros 365 días de gestión.
El balance de su administración arroja una serie de conflictos sociales, políticos y de seguridad, como la aparición de los anarquistas, el plantón de la CNTE, el caso Heaven y la lucha de poder con la corriente de René Bejarano.
Por eso y sin hacer mención a estos casos, el mandatario local dijo: “no duden un solo instante que continuaremos trabajando de manera permanente para dar cumplimiento a las demandas de todas y todos ustedes”.
En un Auditorio Nacional abarrotado, agregó que dentro de todas las dificultes que ha enfrentado el gobierno de la Ciudad de México, se registran avances y resultados significativos.
Nuevamente, Mancera utilizó tonos grises en su vestimenta, para desmarcarse del partido que lo llevó al poder en las elección del 2012: el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y de manera inmediata asumió el costo de dirigir las políticas públicas del Distrito Federal:
“No protesté la encomienda que se me dio por esta ciudad para administrar una imagen, la acepté para gobernar, y lo voy a seguir haciendo con toda responsabilidad y con toda convicción, con pasión, como se tiene que ejercer el gobierno, sintiendo la voz de todas y de todos los mexicanos de esta capital”.
El mensaje fue emotivo. Estuvieron presentes los máximos representantes de todas las fuerzas políticas que concentra la capital del país. Y tardó una hora con 6 minutos exponiendo su discurso.
“Este año ha sido duro, ha sido necesario un trabajo constante. Hoy estamos trabajando como un solo gobierno con las delegaciones, sin colores y sin politiquería”, afirmó.
“Hoy estamos trabajando por el bien de los ciudadanos. Reconozco a todos los compañeros y compañeras, sin colores, sin partidos, para lo que nos eligió la gente”.
“Durante este año caminamos por la ruta de construir una acción de Gobierno responsable, un Gobierno fiel a los principios y convicciones progresistas; un Gobierno que combina el valor de la libertad con el de la justicia social, que concilia, sin menoscabo, un ideal de igualdad con un principio de libertad”.
Así transcurrió su discurso hasta que ahí, también enfrentó problemas cuando un joven lo increpó por promover el aumento a la tarifa del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
A los 15 minutos de que arrancó su presentación, una voz interrumpió el mensaje del mandatario local: “Que se consulte a la ciudadanía, ¡Es una farsa la consulta del Metro!”.
Era la voz de quien minutos más tarde dijo llamarse Jorge López Munguía, integrante de la “Asamblea contra el alza del Metro”.
Miguel Ángel Mancera trató de escucharlo y le pidió que fuera más claro. Tras repetir sus inconformidades, el jefe de Gobierno le pidió que lo dejara continuar con su discurso.
El personal de seguridad del Auditorio Nacional lo sacó prácticamente cargando, mientras el joven los responsabilizó de su integridad física. Luego el mandatario continúo con su mensaje.
En los últimos días han surgido diversos grupos que se oponen a la alza de la tarifa del Metro, al grado que es la segunda vez que un ciudadano encara al mandatario local en un acto público.
Ciudad de libertades
Luego de la interrupción, Mancera retomó su explicación del porqué ha sido difícil su mandato:
“Mucho he tenido que trabajar y mucho ha tenido que trabajar la ciudadanía de esta capital de todos los mexicanos, hemos sido escenario de diferentes planteamientos políticos, de cambios estructurales en el país”.
“Esta es una ciudad de libertad, no podemos permitir que la violencia destruya lo que hemos construido con paciencia y con reflexión. Esta ciudad ha conquistado derechos para todas y para todos.
“No existe, y lo digo con claridad, ningún derecho humano que se sustente en la violencia, la violencia es negación del derecho, nos lastima a todos. Yo no vengo aquí a ver por mi futuro, yo tengo que trabajar por el futuro de ustedes, por el futuro de la ciudad, por el futuro de nuestros hijos”.
Se dijo dispuesto a pagar el justo precio por la confianza de la ciudadanía.
“Lo voy a pagar todos los días y lo voy a hacer con mucho gusto y con mucha convicción. Lo voy a agradecer con resultados concretos, quiero que cada vez más tengamos motivos de orgullo”.
A lo largo de su informe se enfocó en las cifras que arroja su labor en materia de obras, agua potable, pavimentación, alumbrado y todas las peticiones que la gente hizo en el programa “Decisiones por Colonias”.
Destaca renta de mil patrullas
Durante el evento, Miguel Ángel Mancera formalizó el anuncio de algunos proyectos en materia de transporte, específicamente la ampliación de la Línea 12 del Metro y la construcción de la Línea 6 del Metrobús.
El tema de la seguridad también estuvo presente:
“La seguridad es también una prioridad de todas y de todos, una prioridad para el gobierno, al finalizar este año la Ciudad de México tiene mil nuevas patrullas, a eso nos comprometimos, a entregarles mil patrullas en este año que ya están circulando en las diferentes colonias, en sus barrios, donde lo pidieron, ahí ya están estas patrullas”.
“También hemos puesto ya en marcha el programa de Alarmas Vecinales, que tendrá como meta alcanzar uno de cada 3 hogares en la ciudad, pero además tendrá la instalación de un Centro de Monitoreo”.
Por último centró sus baterías en el primer proyecto de gobierno: la mayoría de edad del Distrito Federal.
Para el mandatario hay mucha confianza en que la capital del país pronto se convertirá en un estado más de la República.
“Reconozco el trabajo realizado por nuestros diputados en el Congreso de la Unión, así como el que están realizando hoy mismo nuestros senadores por el bien de la ciudad, los senadores de todos los partidos, de todos los colores, estoy seguro que estarán pensando en la Ciudad de México y no en ninguna orientación política”.
De esta forma Miguel Ángel Mancera concluyó su primer año de gobierno, el cual se prevé más difícil con los conflictos sociales que siguen sin resolverse, y con el aumento del Metro que según los diputados locales, traerá un costo político muy alto.