‘Los declaro marido y cocodrilo’; la centenaria tradición oaxaqueña

Para continuar con una tradición de dos pueblos indígenas, el fin de semana el alcalde oaxaqueño Victor Aguilar se ‘casó’ con un cocodrilo.

En San Pedro Huamelula conviven el pueblo chontal y el huave, esta práctica se realiza para atraer abundancia y confirmar la amistad entre ambos grupos. 

En la prehistoria tuvieron muchos conflictos cuando los huaves llegaron a la costa del Pacífico, una vez que ya estaban asentados los chontales. Cada pueblo decía contar con las facultades de propiciar lluvias y buenas cosechas, por lo que vivían en constante rivalidad.

Cuenta la leyenda que la única manera de lograr la paz entre ambos grupos fue la boda que unió a los hijos de los líderes de cada pueblo, que se enamoraron desde jóvenes. La noticia del enamoramiento entre ambos herederos no cayó en gracia de los líderes de los pueblos, sin embargo, se acordaron condiciones para que esta unión se llevara a cabo.

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Según la tradición, los huales podían transformarse en animales, por lo que se acordó que la princesa llegaría hasta el territorio chontal desde el mar en forma de lagarto. El príncipe chontal y la princesa huale se unieron en matrimonio y esto marcó el inicio de la paz entre las comunidades. 

Actualmente el alcalde de la entidad funge como el príncipe chontal y el reptil como la princesa. Antes de oficializar la unión, el lagarto, vestido de blanco hace un recorrido por la ciudad. Esta tradición ha existido por más de cien años.