Mariguana, la batalla ideológica
El periodista Nacho Lozano, autor de ‘Mariguana a la Mexicana’, asegura que el reto del nuevo gobierno sobre la despenalización de la cannabis será el vencer a la ignorancia, debido a la desinformación que existe sobre el tema
Imelda GarcíaEl camino para legalizar la mariguana va más allá del aspecto legal y debe enfocarse en vencer la ignorancia. La batalla, más bien, es ideológica.
Así define el periodista Nacho Lozano el reto que tendrá el nuevo gobierno y todo el movimiento en pro de la despenalización del consumo de la mariguana.
Autor de “Mariguana a la Mexicana” (Grijalbo, 2018), Lozano señala en entrevista que no hay un pensamiento uniforme de rechazo o aprobación de la despenalización, sino que en todos los sectores existen personas con las dos posturas; lo que sí es uniforme, es la falta de información.
El tema nuevamente subirá a la tribuna pública con la propuesta que ha hecho Olga Sánchez Cordero, propuesta como futura secretaria de Gobernación, de despenalizar el consumo de la cannabis.
Dos realidades distintas
En “Mariguana a la Mexicana”, Ignacio Lozano cuenta la historia de Enrique G., un hombre de 45 años que estaba en el momento y el lugar equivocados.
Enrique es un albañil a quien le gustaba consumir mariguana y un día, después de su jornada laboral, fue a donde habitualmente compraba sus cigarrillos. Por no aguantarse las ganas, en cuanto los tuvo en su mano, caminó a la esquina y le dio unas fumadas.
Para su mala suerte, en ese momento comenzó un operativo contra narcomenudistas. Todos escaparon, pero él estaba fumando ahí cerca y la policía lo detuvo. Lo encerraron por narcomenudeo, aunque él no era vendedor y a pesar de que solo traía dos cigarros.
En contraste, Alberto Lujambio también fue aprehendido por policías que lo amenazaron de sembrarle lo que fuera necesario para meterlo a prisión; él fue detenido mientras fumaba un churro de mariguana cerca de la Fuente de Petróleos.
Alberto, sin embargo, pudo zafarse del lío porque fue al cajero automático y retiro mil pesos en efectivo que dio a los elementos policiacos.
A diferencia de Enrique, Alberto es empresario y ese día tenía una junta de negocios en el edificio corporativo de una empresa internacional. Tan pronto dio la “mordida” a los policías, pudo irse a su reunión.
“La idea de que los consumidores de mariguana, los mariguanos, son delincuentes, está muy arraigada en la conciencia social del país (…). Hoy la policía de la Ciudad de México o de cualquier parte del país tiene facultades para remitir a quien posea mariguana (…).
“¿Qué diferencia hay entre Alberto L. y Enrique G.? ‘Que a los güeritos nos tienen un poco de miedo, porque no saben si somos hijos de algún politiquillo, si somos tuiteros chingodefolowers o si somos ricachones. Prefieren dejarnos en paz. La corrupción es una tragedia’”, cita Lozano a Alberto Lujambio en su texto.
El debate por la despenalización de la mariguana debe darse, insiste Lozano, pero no con largas interminables que no se concreten nunca.
Temas pendientes
El debate por la despenalización de la mariguana va más allá de solo permitir que ésta se consuma por recreación, sino incluye otros temas como el acceso a la justicia o la posibilidad de ofrecer una amnistía, como ha ofrecido también el nuevo gobierno del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la sociedad requerirá mucha más información antes de poder tomar una postura madura sobre el tema de la despenalización.
“El acceso a la justicia no existe; hay justicia de primera, de segunda, de tercera y de cuarta, porque hay mexicanos de primera, de segunda, de tercera y de cuarta. Y eso se ve en la gente que no está sentenciada, la gente que está acusada de delitos que no cometió y, particularmente con el asunto de la mariguana, con usuarios que fueron criminalizados”, expuso Lozano.
La sociedad mexicana, sostuvo el periodista, no tiene una visión uniforme sobre si se debe o no despenalizar su consumo total, pues en personas de cualquier estrato social pueden escucharse mitos o ideas que no tienen ninguna base científica o real.
“Veo una cosa que permea en todos los estratos sociales que tiene que ver con la falta de información, las mentiras. No hay divulgación científica respecto a los productos derivados de la mariguana. Y el conservadurismo basado en prejuicios, en la fe; a veces tiene que ver con divinidades, a veces con infiernos, con creencias muy personales, que llevan a tomar decisiones inaceptables.
La gran revolución en el caso de la despenalización, manifestó Lozano, será cambiar la mentalidad de la mayor parte de las personas y apostar a que ésta conducirá a la construcción de una mejor sociedad mexicana.