Al modificar el artículo 27 podría permitirse un régimen de concesiones, que aplicafría para los proyectos de shale gas y shale oil
La secretaría de Energía (Sener) se perfila ya como ganadora en la reforma energética
A unas horas de que se presente la propuesta de modificación constitucional del PRI para este sector, cada vez la dependencia a cargo de Pedro Joaquín Coldwell luce más poderosa, más importante.
La reforma en puerta eliminaría el papel de “figura decorativa” que hasta ahora ha tenido la Sener frente al poderoso Pemex, que ha controlado exploración, licitaciones, ejecución de contratos.
Las propuestas más profundas que se avecinan están encaminadas a los artículos 27 y 28 de la Constitución, que eliminan a Pemex como único operador en la industria petrolera mexicana.
El presidente de la Comisión de Energía en el Senado, David Penchyna, dijo ayer que la propuesta del PRI tendrá una “visión constitucional” y será una “reforma de gran calado”.
La reforma reivindicaría el artículo 25 constitucional, que mantiene en el Estado mexicano la rectoría del sector energético y la propiedad de los organismos que lo regulan.
La propuesta peñista iría por dar más poder a la Sener como rectora de los nuevos contratos de exploración y explotación, en los que Pemex sería “un competidor más”.
En la Comisión Nacional de Hidrocarburos recaería la rectoría técnica y de seguridad industrial de los contratos, que se licitarían ya al margen de Pemex.
Pero antes, se licitaría una “ronda cero” para que la paraestatal refrendara su dominio sobre los proyectos de exploración y explotación que opera actualmente con ganancias.
Este “cambio de juego”, como le han llamado los promotores de la reforma, tendría que ser regulado luego de que se reformaran los artículos 27 y 28 de la Constitución.
El 27 establece hoy que “tratándose del petróleo y de los hidrocarburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de mineras radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos”.
Al modificar este artículo podría permitirse un régimen de concesiones, que aplicaría en principio para los proyectos de shale gas y shale oil.
Para los otros proyectos no convencionales, como campos maduros, aguas profundas y Chicontepec, el gobierno peñista buscaría aprobar un régimen de riesgo compartido en el que la empresa privada podría retener hasta el 30 por ciento de cada barril extraído.
Esto sería posible cambiando el artículo 28 constitucional, que considera que “el petróleo y los demás hidrocarburos, petroquímica básica, (…) electricidad” son áreas estratégicas, por lo que no es un monopolio que el Estado las explote de forma exclusiva.
Más competencia
Los partidos que ya han delineado sus propuestas de reforma coinciden con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) en que Pemex debe “abrirse a la competencia”.
En el informe “México ante la Revolución Energética” presentado ayer por Comexi, detallaron que esta apertura pasaría por una eliminación del “monopolio de la petrolera” y por un cambio en las políticas regulatorias, que caerían en la secretaría al mando de Pedro Joaquín Coldwell.
Horas antes de que el PRI presente su propuesta de reforma, con el senador Penchyna sentado en primera fila en calidad de invitado especial, el Comexi hizo eco de que hay que aumentar el poder del Estado y disminuir el de Pemex.
Este poder se verifica a través de la Secretaría, que podría coordinarse con un nuevo organismo regulatorio como una Agencia Nacional de Hidrocarburos para llevar todos los procesos de licitación y adjudicación de los contratos en los que concursarían tanto los privados como Pemex.
El exsecretario de Hidrocarburos de Sener y miembro del Consejo, Mario Gabriel Budebo, dijo que es un falso dilema creer que la competencia debilita a Pemex.
Como premisas de una “reforma exitosa”, el Comexi colocó la competencia como la más importante, seguida por el fortalecimiento de Pemex y del Estado mexicano.
Este organismo concuerda con la propuesta del IMCO de que se abra “absolutamente el mercado para que todos compitan”, por lo que debe eliminarse la excesiva regulación presupuestal a la petrolera y el gobierno corporativo.
‘Salinista’ de hueso colorado
El primer nombre que se mencionó para la sucesión de Luis Donaldo Colosio fue Pedro Joaquín Coldwell. Un salinista. Originiario de Quintana Roo, el actual Secretario de Energía, será un secretario todopoderoso.
Inició su carrera desde 1975 como diputado local en su estado natal. Tenía apenas 25 años. Al llegar a los 30 logró la gubernatura. Carlos Salinas de Gortari lo nombró titular de Fonatut y luego Secretario de Turismo
En el regreso de Salinas a la política fue también el retorno de Coldwell. Llegó al Senado en el 2006 y aunque mantuvo un bajo perfil se preparaba para los grandes escenarios.
Ante la caída de Humberto Moreira, en medio de la polémica que dejó en Coahuila, el actual Secretario de Energía se hizo líder del nacional del PRI. En esa época ya era notable la participación, tras bambalinas de Salinas de Gortari.
Durante la campaña de Enrique Peña Nieto criticó al Movimiento Yo Soy 132, asegurando que estaban manejados por un sector de la izquierda en México.
Egresado de la Universidad Iberoamericana, le tocó sufrir el famoso viernes negro cuando los estudiantes de ese centro universitario abuchearon al ahora Presidente de la República.
Desde el lunes el ex dirigente priista tomó la batuta en el tema de la reforma energética. Aseguró que el sector está devastado y que se tienen que hacer cambios urgentes
“Es muy importante tenerla, no podemos dejar que las cosas sigan como están, porque estamos decayendo en nuestra producción de energía y podemos llegar a ser un País deficitario en energía. Es muy importante hacer esta reforma”.
De no haber reforma energética, advirtió Pedro Joaquín, nos convertiríamos en importadores totales de los combustibles.
“Si no hacemos nada para cambiar la tendencia decreciente de nuestra producción de energía para el 2016 podríamos volvernos importadores netos de energía primaria, lo cual sería muy grave para la economía nacional y para la seguridad energética”.
Sin tocar al sindicato
Hasta el momento todos los datos que se han dado a conocer sobre el contenido de la reforma energética en nada se toca al Sindicato de Petróleos Mexicanos. La polémica organización de trabajadores se salva por el momento.
Las versiones que han corrido es que será en las legislaciones secundarias cuando se ponga freno al despilfarro e irregularidades de los líderes de los trabajadores. El objetivo es debilitar su presencia en el Consejo de Pemex.
Si bien no se busca delimitar la participación de consejeros representantes de los trabajadores si se quiere que su presencia no tenga la capacidad de voto. El enriquecimiento de Carlos Romero Deschamps y su familia han sido una constante en los medio de comunicación.
La exigencia general, tanto en el legislativo como por parte de analistas y ciudadanos en general es detener la vida ostentosa del líder sindical. Otro de los grandes escándalos relacionados con el Sindicato fue en el 2001. Se dio a conocer que fondos provenientes de la organización sindical fueron utilizados para la campaña presidencial.
A pesar de que fue pública la participación de los liderazgos del STPRM nunca se les fincaron responsabilidades.
Lo que sí sucedió fue que se multó al PRI con mil millones de pesos por el uso de los recursos de los trabajadores. Además se hizo público que el chofer del líder sindical apostaba en una tarde en el Hipódromo de la Ciudad de México hasta 30 mil pesos. Hasta el momento nada de esto es tema para el gobierno.
De hecho el Senador del tricolor David Penchyna aseguró que con los cambios que se hagan en Petróleos Mexicanos incidirá directamente en el Sindicato.
Nuevo sector energético
El nuevo modelo de contratos directos de privados requerirá para Comexi que haya requerimientos mínimos de inversión, licitación y asignación de áreas de trabajo. Además debe darse una reforma fiscal que dé “flexibilidad al Estado”.
Este nuevo régimen fiscal no sólo afectaría a Pemex sino a todos los nuevos participantes, privados y extranjeros.
“La oferta del pastel energético debe estar diversificada” dijo Penchyna.
La propuesta del PRI y Peña Nieto, según Penchyna, tocará “no solo al petróleo sino a la energía eléctrica, a las energías alternativas, al marco regulatorio”.
Se discutirá en Comisiones del Senado durante agosto para ser votada en el pleno de la Cámara alta en septiembre, una vez que sea instalado el periodo ordinario de sesiones.
