Máster Lucas
Por su casa desfilan políticos y empresarios de todos colores y sabores.
Desde el perredista Cuauhtémoc Cárdenas hasta el panista Mauricio Fernández, pasando por priistas como Natividad González Parás o empresarios como Javier Benítez, ven en este hombre a un gurú de la política: ‘El Máster Lucas’.
César CepedaPor su casa desfilan políticos y empresarios de todos colores y sabores.
Desde el perredista Cuauhtémoc Cárdenas hasta el panista Mauricio Fernández, pasando por priistas como Natividad González Parás o empresarios como Javier Benítez, ven en este hombre a un gurú de la política: ‘El Máster Lucas’.
Por ello el peso específico de su análisis es comprometedor y más cuando analiza los grupos de interés de los medios de comunicación.
Y es que para el hijo del ex gobernador Arturo B. de la Garza, la clase política acabó con la fuerza que alguna vez tuvieron los grupos empresariales sobre las decisiones de gobierno en Nuevo León.
Hoy en día un candidato prefiere quedar bien con una televisora, que con el Grupo de los 10.
El poder que ejerció la iniciativa privada sobre el sistema político fue disminuido por el poder mediático de las empresas televisoras.
“¿Qué es más importante hoy para los políticos?”, se pregunta este hombre de 77 años de edad y fundador del PRD a nivel nacional.
“¿Estar bien con la iglesia? ¿Con los ricos? ¿O con las dos televisoras?
Él mismo se responde a sus preguntas.
“La iglesia no te va a ayudar a ser presidente. Los ricos… sólo que tuvieran equipos de arreos y lleven a la gente como chivos a votar.
“Pero la televisión sí porque ahí estamos todos hechos pendejos a ver qué dice Milenio y qué dice el otro”.
Lucas de la Garza critica la influencia que tienen las televisoras en este país en las campañas electorales.
“Te sacan ahí y te ridiculizan. Si se desmayó la pobre pues ya salió que se desmayó Josefina y si el otro no supo el nombre de tres libros ya lo mandaron a chingar a su madre.
“Y eso no lo hacen los ricos ni tampoco la iglesia”.
En opinión de este político regiomontano los empresarios de Monterrey se equivocan en su estrategia actual porque siguen pensando como en los viejos tiempos, cuando el PRI requería de ellos para legitimizar su sistema político antidemocrático.
“Ahora te legitima el voto”, aclara el ex secretario general de gobierno del ex gobernador Jorge Treviño, con quien lo une una todavía gran amistad.
“Ellos son importantes ahora como fuerzas de presión, como opinión, por el dinero que tienen, pero no te ponen. Antes ayudaban”.
Durante la época del partido gobernante en México los grupos privados ayudaban a legitimar el sistema político antidemocrático que imperaba en el País.
“Los industriales se quejan mucho de los 70 años del PRI, pero jamás las empresas fueron más fuertes que durante esos 70 años.
“Es más: muchas de las más importantes ya desaparecieron o se vendieron y ya no son ni siquiera de Monterrey”.
El PRI de antes
El ex coordinador de las campañas presidenciales de Cuauhtémoc Cárdenas ve al priista Enrique Peña Nieto enfilado para ganar las elecciones del 1 de julio.
“Al menos que el PAN, le quedan dos meses, tenga eso que ahora llamamos guerra sucia y que tenga un arsenal escondido de momentos que puedan perjudicar su imagen”, aclara.
Pero el Máster Lucas se atreve a dar un pronóstico personal.
“Si siguen como van las cosas, la final no será entre Josefina y Peña Nieto, sino va a ser entre Andrés Manuel y Peña Nieto”.
De la Garza anticipa que el triunfo de Peña Nieto representa el regreso del viejo sistema político priista que gobernó este país hasta el año 2000.
“El PRI va a volver a ser lo que era antes”, concluye sin titubeos.
Apoyo insólito
Lucas de la Garza califica como insólito el apoyo que un grupo de empresarios de Monterrey, encabezados por Alfonso Romo y Fernando Turner, le está brindando a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
“Un fenómeno insólito porque la izquierda nunca ha recibido este tipo de apoyos. Si tuvimos un rico que nos apoyara, nos decía sí, pero acá por abajo”.
Este apoyo lo considera positivo para la izquierda.
“Tarde o temprano el país va a tener una derecha fuerte, como ya la tiene, y una izquierda fuerte, y va a quedar como el resto del mundo”.
Y es que no cabe duda que Lucas de la Garza es un personaje clave para entender el juego de la política, así como las relaciones de poder que giran en torno a esta actividad y a todos sus actores en Nuevo León y en México.
No está activo políticamente, pero por su casa desfilan a diario políticos como el alcalde panista Mauricio Fernández, Rogelio Sada y el ex gobernador Natividad González Parás.
“Son mis amigos y vienen con frecuencia para discutir estos temas”, responde cuando se le pregunta si se considera una especie de consejero.
“Trato de ser menos participativo, pero si dicen una barbaridad me les pongo al brinco”.
‘Es la violencia’
Lucas de la Garza evita durante la entrevista concedida en su residencia en San Pedro referirse a si el gobernador Rodrigo Medina cuenta con el liderazgo para enfrentar el problema de la violencia.
“El primer problema de Nuevo León no es el gobernador. Es la violencia”, comenta el político perredista.
Está además el problema del alto endeudamiento que sufre las finanzas de la administración estatal.
“Si no puede el Presidente, ni el Ejército ni la Marina, qué va a poder con el bulto de 150 kilos Medina.
“No sé si sea mejor o peor. Lo que pasa es que los dos problemas que tiene por más bueno que fuera está muy difícil que esto se resuelva”.
Dice que las únicas veces que ha platicado con el gobernador es para conocer avances del caso del asesinato de su hermano Arturo de la Garza ocurrido hace un año.
“He ido nada más con Rodrigo para ver qué noticias tiene del asesinato de mi hermano, pero no sabe nada”.
Caso La Pastora
El único tema que durante la entrevista provocó exaltación al Máster Lucas fue cuando se le preguntó sobre el proyecto del estadio en La Pastora.
En noviembre del año pasado Máster Lucas y un grupo de sus amigos publicaron un desplegado criticando la cesión de 24 hectáreas del parque La Pastora por parte del gobernador Rodrigo Medina a FEMSA.
“Les regala el terreno para hacer un pinche parque y darles 24 hectáreas y el derecho que hagan lo que quieran en el parque. Es un robo. Como si tuviéramos muchos terrenos en el Estado”.
“Les pasa lo que las putas baratas: dan dado. ¿Qué van a hacer un estadio muy grande? Que compren terrenos. ¿Cuántos terrenos crees que pueda tener Cervecería Cuauhtémoc si tienen 3 mil Oxxos y andan chingándose 30 hectáreas del gobierno?”.
Lucas de la Garza parece mantenerse inactivo en la política, pero realmente cada vez que algún político que desfila por su casa, ‘El Máster’ está barajando cartas, cocinando, meneando la sopa…
Es de cepa de izquierda
Lucas de la Garza es el único candidato de izquierda del PRD que tuvo una relativa popularidad en una carrera para gobernador en Nuevo León, en 1991.
Y es que primero fue identificado como priista, cuando en 1985 fue nombrado secretario General de Gobierno por el gobernador entrante Jorge Treviño Martínez.
Sin embargo, durante los primeros días de agosto de aquel 1985, sucedió un hecho sin precedentes en el estado y Lucas de la Garza estuvo en medio del ojo del huracán.
Fue la primera ocasión que policías uniformados de la entonces Secretaría de Seguridad Pública del Estado reprimieron con el uso de la fuerza una manifestación a las puertas del palacio de cantera.
Porque al asumir su mandato Jorge Treviño, los panistas que en aquel año eran un puñado de militantes, organizaron un movimiento afuera del palacio y gritaron consignas contra el nuevo gobernador priista.
Entonces Fernando Canales Clariond, candidato panista a la gubernatura por primera ocasión, encabezó el movimiento y hasta entró al palacio para reclamar fraude electoral.
Pero lo sacaron de ahí a la fuerza y además de los panistas empezaron a reunirse otros ciudadanos en torno al palacio.
De tal manera que muchos comenzaron a arrojar monedas de poco valor a los policías, hasta que alguien dio la orden de detener a los manifestantes y llevarlos ante la barandilla en los cuarteles.
Durante las detenciones hubo empujones y uno que otro lesionado leve.
Y Lucas de la Garza, como nuevo secretario General de Gobierno fue señalado como el hombre que dio la orden de reprimir a los manifestantes afuera del palacio.
Fue un escándalo mediático y político.
Pero luego Lucas de la Garza renunció a su cargo y su puesto fue ocupado por Natividad González Parás, quien todavía hoy recurre a los consejos del Master.
Posteriormente Lucas estrechó una fuerte amistad con Cuauhtémoc Cárdenas, incluso ayudando a su campaña para la Presidencia de la República en 1988.
Comicios en los que ocurrió la famosa caída del sistema, como la calificó el entonces secretario de Gobernación Manuel Barttlet, y entonces Cárdenas perdió la elección frente a Carlos Salinas de Gortari.
Lucas marchó en la Ciudad de México junto a Cárdenas para protestar por el fraude electoral.
Y tres años después, en 1991, se convirtió en el candidato del PRD a la gubernatura de Nuevo León.
Su éxito relativo se debió a que atacó frontalmente a los otros dos candidatos, Sócrates Rizzo del PRI y a Rogelio Sada del PAN.
Ganó la elección el aspirante priista, pero desde entonces el mismo Sócrates Rizzo, o el ex candidato que hace dos meses renunció al PAN, Rogelio Sada, son personajes que ven con respeto a Lucas de la Garza, claro, entre muchos otros políticos más.