Diana Velázquez no será olvidada nunca por su familia. Para exigir justicia por su feminicidio, su madre, Lidia Florencio, colocará hoy un memorial en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México, para que las autoridades recuerden la deuda que tienen con ella.
A casi tres años del feminicidio de Diana, su madre lamenta que las autoridades aún no cuenten con una línea de investigación que permita dar con los responsables de haberle arrebatado a su hija.
El memorial significa que las autoridades sepan que aquí estuvo mi Dianita y que se fue porque alguien más decidió por su vida. Este hecho será para que recuerden que cometieron irresponsabilidades, omisiones y fallas en su caso
A sus 53 años, jamás imaginó que su vida fuera a cambiar tanto. Cada día presiona a los funcionarios encargados de resolver el caso de Diana para que hagan su trabajo y le den lo que por derecho merece: acceso a la verdad y justicia por el crimen del que fue víctima su hija.
“Salió de casa la madrugada del 2 de julio de 2017 para hacer una llamada porque en casa no teníamos mucha recepción. Me dijo por mensaje que ya venía de regreso pero no llegó. Fuimos a levantar la denuncia al Ministerio Público pero nos dijeron que la podían buscar hasta después de 72 horas, dijeron que no nos preocupáramos porque de seguro se había ido de fiesta o estaba con el novio. Nos dijeron lo mismo que a todas las madres de desaparecidas”, relata.
Al no contar con apoyo de la autoridad, Lidia y su hija Laura comenzaron a buscar a Diana. Cinco días después, Laura encontró a su hermana en el Servicio Médico Forense del municipio de Nezahualcóyotl.
Diana tenía 24 años, se dedicaba a vender dulces porque quería juntar su propio dinero para comprarse una computadora y cursar en línea la preparatoria y luego la licenciatura. La joven quería estudiar Filosofía y Letras pero sus sueños fueron truncados.
“Mi hija fue violada y estrangulada. A mi hija me la mataron más de una vez. Las autoridades nos han fallado, no solo en descuidarnos sino también en respetarnos, en no investigar con perspectiva de género, en vernos como una muerta más y ya”, menciona la madre de la joven.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México ofreció una recompensa de 300 mil pesos para quien dé información y lleve a la captura de la persona o personas responsables del feminicidio de Diana, pero hasta el momento no hay avances concretos.
301
“Del gobierno no espero ya nada. Nosotros pedimos que se rastrearan las llamadas del celular de mi hija porque la última que me contestó marcaba que estaba en Neza y no querían hacerlo, el boletín de recompensa se emitió hasta los dos años de su asesinato y eso que fue porque insistimos y presionamos, así nos dimos cuenta que las autoridades en realidad no quieren investigar, solo ponen trabas y pretextos”, acusa Lidia.
A dos años y ocho meses, la familia de Diana sostiene que su feminicidio sigue en la impunidad y con pocos avances en las investigaciones.
“Lo poco que tiene la carpeta de investigación de mi hija es lo que nosotros hemos llevado, porque si las autoridades no buscan que no esperen que nosotras las madres nos vamos a quedar sin hacer nada. Ellos al no hacer su trabajo también son cómplices del asesinato de mi hija”, argumenta.
Memorial y Sororidad en las calles
La Fiscalía del Estado de México no ha dado respuestas a la familia de Diana. Sin embargo, Lidia y Laura se refugian en el apoyo que reciben de otras mujeres que también sufrieron en carne propia la pérdida de una hija en manos de la delincuencia.
En 2017 la joven se sumó a la lista de las 61 víctimas de feminicidio en el Edomex, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). Durante ese mismo año, hubo otros 301 casos de homicidios dolosos contra mujeres en la entidad.
Diana desapareció el 2 de julio de 2017. Cinco días después, su madre y su hermana la hallaron en el Servicio Médico Forense del municipio de Nezahualcóyotl
“A cada marcha que puedo voy, lo hago porque es una forma de dar difusión al asesinato de Diana, que más gente la conozca, que sepan que mi niña estuvo en este mundo, que se indignen y apoyen la lucha que se hace por justicia. Solo busco la verdad de lo que le pasó a mi hija y que paguen los responsables”, agrega.
Ya sea en la Ciudad de México o en Chiapas, Lidia es una caminante constante que clama porque se resuelva el feminicidio de su hija.
“Marcho y me muevo porque no quiero que ninguna jovencita tenga el mismo destino que mi hija”, sostiene.
Decepcionada de las autoridades desde que le arrebataron a su hija, Lidia ha logrado encontrar consuelo con colectivos y otras madres que al igual que ella buscan justicia por los asesinantos de sus hijas.
61
“Con ellas he tenido muchísimo apoyo moral y acompañamiento, con ellas mi hija Laura y yo nos sentimos cobijadas y abrazadas en este caminar, estando juntas y unidas es como queremos que nos vean para que algún día, aunque sea difícil de imaginar, deje de haber tanta violencia hacia nosotras”, comenta.
Una joven apasionada por la lectura y el ejercicio es como Laura recuerda a su hermana mayor.
“Me quitaron a mi hermana pero jamás dejaré que me quiten su recuerdo, cuando me preguntan por ella lo primero que les digo es que le gustaba ayudar siempre”, comenta Laura.
Justicia es lo que Laura no duda en conseguir para su hermana, a más de dos años de lucha, la joven de 25 años promete que el caso de su hermana no va a quedar impune y un granito de arena para conseguirlo es el memorial que se colocará el día de hoy al mediodía en el Ministerio Público de Chimalhuacán.
