Guadalajara está que arde.
Una de las ciudades con el clima más templado de México experimentó en los últimos días un incremento en el termómetro, lo cual sorprendió a muchos tapatíos.
Y es que aunque los días más calientes se registraron durante el incendio del bosque La Primavera, hay daños en los ecosistemas de Jalisco que ya son irreversibles y están ocasionando el calentamiento de la ciudad.
Asimismo, meteorólogos afirman que la planeación urbana de Guadalajara está propiciando que cada vez esté más caliente.
Y además en todo el estado existen condiciones naturales que están elevando hasta los 36.5 grados regiones de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y hasta 43 en municipios del centro y norte.
En el reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) del año pasado se establece que Jalisco tuvo una “temperatura media por arriba de lo normal” en un promedio de 33 grados.
También el norte y centro de Jalisco fue una zona afectada por “sequía severa” el año pasado, según el mismo reporte.
De hecho, del periodo enero- septiembre de 2011, Jalisco se ubicó como el sexto estado más seco de México.
Jaime Alcalá Gutiérrez jefe de agrometeorología del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), señala que aunque las temperaturas no son permanentes, hay varios factores que están incrementado el calor.
Porque el ciclo del planeta indica que la zona de Jalisco está pasando por un periodo cálido.
Y si a esta condición natural se le suma la devastación que está sufriendo la ciudad en sus pocas zonas naturales y la disminución del número de presas, la situación se vuelve más crítica.
Por eso existe la percepción de que ahora hace más calor que nunca.
Especialmente en este año en el que ya se registran 237 incendios forestales, principalmente cerca de los municipios de Zapopan, Tala, Tapalpa, Mazamitla y Bolaños.
En zonas donde además coinciden con las altas temperaturas.
Es evidente la relación de ambos fenómenos, pero lo más grave es que la pérdida de zonas naturales como La Primavera, modifica permanentemente el clima de Jalisco.
Un clima poco amortiguado
En la voz de muchos se escucha que Guadalajara ha sido una de las ciudades con el mejor clima del país, pero distintos factores han influido para que esta percepción cambie.
La temperatura en la ciudad aumentó casi cuatro grados centígrados en un lapso de seis días, del 20 al 26 de abril, fechas en las que ocurrió el incendio en La Primavera.
Las temperaturas más altas registradas en Guadalajara han sido de 39 grados el 2 de julio de 1908 y de 38.6, el 5 de mayo de 1994.
Los meses de marzo, abril y mayo son los más cálidos.
Actualmente la temperatura promedio en Jalisco es de alrededor de 33 grados centígrados, fuera de la zona de confort de los 23 grados centígrados.
Aunque la ciudad fue fundada en el Valle de Atemajac, una zona con condiciones climáticas mejores que las del Valle de Zapotlanejo y Tonalá –regiones más cálidas y desérticas– existen diferentes condiciones micro climáticas en la ciudad.
Algunos factores han influido para que ciertas regiones del estado y la zona metropolitana eleven sus temperaturas.
El bajo porcentaje de lluvias, los incendios forestales, la sequía en las regiones centro y sur de Jalisco.
En términos globales, desde 1976 a la fecha existe una tendencia al incremento de la temperatura.
Fenómenos meteorológicos como el “niño”, las manchas solares y otros a escala global, también tienen influencia localmente.
En la ciudad, el Bosque La Primavera y los Colomos son importantes zonas de amortiguamiento que mitigan el calor y la ampliación de la mancha urbana en su territorio ha afectado sus condiciones micro climáticas.
El incendio ocurrido en abril en el Bosque La Primavera, también afectó la temperatura de la ZMG.
Y es que los beneficios climáticos de vivir cerca de bosques, zonas arboladas, espejos de agua, presas y lagos, son muchos pero en los últimos años se les ha causado un grave daño.
“Han desaparecido las presas, o espejos de agua, como el caso de la presa de Osorio, porque como ya no hay agricultura, no hay quien las utilice”, dice Alcalá Gutiérrez.
Aunque el temporal de lluvias en ciudades mal planeadas como Guadalajara no significa un beneficio tan sustancial como en las zonas agrícolas, también se convierte en una problemática urbana, más allá de daños o inundaciones.
“No tenemos esa necesidad de la lluvia, no tenemos cultivos, tenemos jardines pero podemos solucionarlo con riego, ya no es tan problemático en ese aspecto, pero fuera de la ZMG si se ha notado en algunas partes esa sequía”.
Sobre las precipitaciones Alcalá Gutiérrez mencionó en entrevista para Reporte Indigo que “los últimos dos o tres años, ha ido bajando la cantidad de lluvias, en este año es probable que sea el más bajo y que los próximos comience a incrementarse”.
También señala que actualmente se ha dejado de lado la arquitectura bioclimática que ayuda a aprovechar recursos naturales como el viento y el sol para construir una ciudad con mejor clima.
El jefe de agrometeorología del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG agrega que en los últimos 50 años se ha perdido esa cultura de sustentabilidad casi totalmente.
Sobre las políticas públicas al respecto dice: “Se dan hasta que no se ven grupos afectados o hay demandas, es cuando se hace algo”.
“Mientras le ofrezcan algo a estos grupos de poder, el resto de la población muchas veces queda en segundo plano, mientras este sector minoritario pueda soportar los cambios de clima, va a seguir igual.
“Muchas veces estas medidas representan inversión de fuertes cantidades de dinero y muchas veces es lo que no se tiene”.