México, a 49 años de la matanza de Tlatelolco

Reunidos en la Plaza de las Tres Culturas, los estudiantes desconocían que el Batallón Olimpia se había infiltrado entre ellos
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
Comparte esta nota

Este dos de octubre, en México se conmemoran 49 años de la matanza de Tlatelolco, hecho violento que puso fin al movimiento estudiantil de 1968.

“Eran casi las seis de la tarde, el mitin estaba por finalizar, un helicóptero sobrevoló la plaza del cual se dispararon bengalas, era la señal del Batallón Olimpia, los francotiradores abrieron fuego, estudiantes, madres, hermanos, vecinos, obreros… todos corrieron por la Plaza de las Tres Culturas y las inmediaciones del Edificio Chihuahua”, describe Fundación UNAM en un texto.

Cabe señalar que los hechos violentos de Tlatelolco se desarrollaron después de un contexto de represión: estudiantes golpeados y encarcelados, un bazucado en la puerta de la Escuela Nacional Preparatoria 1, tanques del Ejército en la plancha del Zócalo exigiendo a manifestantes que se retiraran, e incluso la toma de Ciudad Universitaria de la UNAM, el 18 de septiembre de ese año.

Es preciso recordar que el conflicto estudiantil, que derivó de la represión tras una riña entre estudiantes del IPN y una preparatoria privada, puso nerviosas a las autoridades, incluido el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, ya que se acercaba el inicio de los Juegos Olímpicos de 1968, organizados por México: “El movimiento estudiantil de 1968 fue un movimiento social en el que además de estudiantes de la UNAM y el IPN participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas, la mayoría de la Ciudad de México, pero también del interior de la república”, cuenta la máxima casa de estudios.

¿Qué pedían los muchachos que formaron parte del movimiento? Seis eran sus demandas:

Libertad de todos los presos políticos.

Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal.

Desaparición del cuerpo de granaderos.

Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías.

Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.

Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

Tal fue la relevancia del movimiento estudiantil, que el entonces rector de la Universidad Nacional, Javier Barros Sierra, marchó junto a sus alumnos y estudiantes de otras instituciones, el 1o de agosto del 68.

“El 1 de octubre de ese año, el Ejército desocupó todas las instalaciones de la UNAM y el IPN que mantuvo tomadas, como un movimiento estratégico previo a la masacre del día siguiente en la Plaza de las Tres Culturas”, señala la UNAM.

EL FIN

El 2 de octubre del 68, miles de personas, la mayoría jóvenes, se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

El Ejército vigiló en todo momento la manifestación con el pretexto de evitar daños a la Torre de la Secretaría de Relaciones Esteriores.

Estudiantes desconocían que entre ellos, vestidos de civil y portando un guante blanco en la mano izquierda, había infiltrados miembros del Batallón Olimpia que buscaban llegar al edificio “Chihuahua”, en donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas.

Casi al final del mitin, un helicóptero sobrevoló el espacio y lanzó bengalas, señal para que francotiradores abrieran fuego contra los asistentes y militares que reguardaban el mitin. Querían hacer creer que estudiantes eran los agresores.

Militares respondieron a agresión y dirigieron sus disparos ante la multitud.

Algunos manifestantes libraron la muerte y se escondieron en departamentos cercanos, sin embargo, miembros del Ejército, sin orden judicial, irrumpieron a todos los edificios de lo que conforma la Unidad Tlatelolco para capturarlos.

Fundación UNAM declara que el saldo oficial fue de 20 muertos pero a 48 años las terribles fotos que hace pocos años dieron la vuelta al mundo por su atrocidad revelan lo que el mundo sabía: se trató de una “masacre”.

LA MATANZA DE TLATELOLCO EN LA CULTURA MEXICANA

Diversos trabajos artísticos y periodísticos toman como inspiración al fin del movimiento estudiantil. Tres de los más importantes son el reportaje “La Noche de Tlatelolco”, de la periodista Elena Poniatowska, y las cintas de ficción “Rojo Amanecer” (que cuenta los hechos del dos de octubre desde la visión de una familia que vive en Tlatelolco), y “Tlatelolco: Verano del 68” (una historia de amor en medio del conflicto estudiantil de aquellos años).

Con información de Fundación UNAM.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil