México adicto
A lo largo y ancho del país cada vez hay más personas que sufren de alguna adicción por el consumo de sustancias tanto legales como ilegales, un problema que la actual administración busca atender cuanto antes pues, de acuerdo con el presidente, mientras esta crisis continúe difícilmente se podrá acabar con la violencia y la inseguridad
Ernesto SantillánEl consumo de drogas en México va en aumento. Y no solo de las sustancias consideradas legales como el alcohol o el tabaco, también de las ilegales como la marihuana, la cocaína y las metanfetaminas.
Además, este incremento se está dando en todos los sectores poblacionales, es decir, entre los menores de edad y en aquellos que tienen 18 años o más.
De acuerdo con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), se ha registrado un aumento del 6 por ciento en la prevalencia del consumo de drogas ilegales en México en los jóvenes, una realidad que en días recientes el propio presidente dijo era fundamental atender, de lo contrario acabar con la violencia será casi imposible.
“Necesitamos atender y orientar mucho a los jóvenes, porque está por iniciar una campaña para reducir el consumo de drogas, porque si no bajamos el consumo, será muy difícil resolver el problema de la violencia”, reconoció Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su gira por hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social en Chiapas.
Los últimos datos con los que cuenta la Comisión Nacional Contra las Adicciones (CONADIC) revelan esta tendencia alcista y la gravedad del problema a enfrentar.
En la población total el consumo de cualquier droga alguna vez en la vida aumentó significativamente en el país entre el 2011 y el 2016 —últimos datos oficiales del Gobierno federal— al pasar de 7.8 por ciento a 10.3 en el 2014 y finalmente quedando en 8.6 por ciento hace tres años.
En adolescentes específicamente, el consumo de drogas entre el 2011 y el 2016 pasó de 3.3 por ciento a 6.4 para cualquier droga y de 2.9 a 6.2 en drogas ilegales.
Para el grupo poblacional que tiene entre 18 y 35 años, durante el mismo periodo el incremento en el consumo de algún estupefaciente pasó de 11.3 a 15 por ciento y en sustancias no permitidas por la ley de 10.6 a 14.5 por ciento.
En el caso de quienes tienen entre 35 y 65 años lo único que incrementó fue el consumo de mariguana de 4.8 a 6.1 por ciento. Sin embargo, estudios como La Encuesta Mundial Sobre Drogas 2019 demuestran que esta tendencia aún se mantiene en crecimiento.
Juan Francisco Torres Landa, secretario del Consejo Directivo de la organización México Unido Contra la Delincuencia, explica que uno de los motivos por los cuales no se ha podido atacar el problema de las drogas de fondo durante los últimos sexenios se debe a que se le ha dado un enfoque de seguridad al tema en lugar de uno de salud, como debería de ser.
Y aunque ve como una buena señal el reconocimiento de este diagnóstico por parte del nuevo gobierno, asegura que a pesar de ello aún no hay un camino o una estrategia clara establecida para revertir esta problemática.
“Uno de los aciertos al interior del PND es el reconocimiento que se hace al fracaso en relación a la política prohibicionista de drogas en el país.
“Sin embargo, a pesar del acierto, no hay ni una sola referencia de cómo este apartado va a trascender en la toma de decisiones para beneficiar a los mexicanos”.
El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, integrante de la secretaría de la Comisión de Salud, también reconoce la gravedad del problema y recuerda que el cambio de concepción en el consumo de las drogas para verlo como un tema de salud se dio en el 2006, sin embargo, de poco ha servido para atacar la problemática.
“Lo que dice el presidente es una cosa y lo que demuestra el presupuesto es otra muy distinta. Los recursos que se le dieron a la Conadic no sólo fueron mínimos, también se ha ejercido muy poco del dinero.
“Además, la Conadic es tan importante para el presidente que ni siquiera tiene titular, está Nora Leticia Frías Mendoza como encargada de despacho y no tiene el perfil para operar la institución”, acusa Ramírez Barba.
La entrega de recursos para combatir las adicciones en México nunca ha sido muy abundante.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda, al segundo trimestre de 2019 tan solo se habían ejercido 215 millones 455 mil pesos de los 705 millones 836 mil pesos aprobados para el programa ‘Prevención y atención contra las adicciones”.
Al comparar los recursos de 2019 con los que se dieron en años anteriores se observa que, aunque no hay mucha diferencia, si hubo una disminución.
En el 2012 el monto autorizado para atender esta realidad fue de mil 42 millones 932 mil pesos, pero únicamente se ejercieron 758 millones 770 mil pesos. En el 2013, el monto aprobado fue de 749 millones 272 mil pesos y se utilizaron 665 millones 720 mil pesos.
Un año más tarde, el presupuesto fue de 780 millones 52 mil pesos y se ejercieron 635 millones 616 mil pesos; en 2015 el monto aprobado aumentó a 801 millones 18 mil pesos de los cuales se invirtieron 601 millones 845 mil pesos únicamente.
Para el 2016, se dio luz verde a 788 millones 137 mil pesos pero se usaron 554 millones 210 mil pesos. En 2017 se autorizaron 665 millones 613 mil pesos y se accedió a 586 millones 368 mil pesos. El año pasado el monto que se brindó para tratar las adicciones en México fue de 719 millones 291 mil pesos de los cuales se ejercieron 641 millones 714 mil pesos.
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La nueva estrategia contra el consumo de drogas
Como parte de su plan para acabar con la violencia que se vive en el país y para recuperar la paz y la tranquilidad de los mexicanos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la nueva Estrategia Nacional Contra las Adicciones, la cual está basada en el reconocimiento de los derechos de las personas que usan drogas y en el ofrecimiento de información y servicios de tratamiento.
Al dar inicio a este plan el pasado 5 de junio, el presidente de México explicó que fue muy complejo coordinar todas las áreas del gobierno y conseguir los recursos.
“Llevó tiempo la presentación de este programa porque no era nada más un asunto de iniciar una campaña en contra del consumo de las drogas, sino, cómo curamos, cómo atendemos si no hay clínicas para atender desde la visión de salud, además de que es evidente y preocupante de que fue creciendo el consumo sin detenerlo”.
Por su parte, Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia, señaló que buena parte de lo que se busca es cambiar la narrativa, la idea y, sobre todo, el prejuicio que existe socialmente construido a partir de la guerra con el narcotráfico contra quienes consumen estas sustancias.
Las dependencias federales involucradas en esta acción emprendida por el gobierno son Gobernación, Educación, Salud, Economía, Trabajo, Bienestar y Seguridad Pública, así como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el ISSSTE.
Además, la estrategia tiene cuatro ejes fundamentales que componen lo que será el programa llamado “Juntos por la paz”: salud, bienestar, cultura y educación.
En educación se incluirán contenidos sobre cómo evitar las adicciones, y cómo llevar una vida sana en el entorno familiar y comunitario.
De igual forma se dará atención especial en salud mental a quienes consuman drogas y se expandirán las unidades de adicción primaria para que no haya escasez en los servicios.
“No tenemos los suficientes espacios, tenemos que contar con la atención primaria contra las adicciones, ya que ahí empieza la atención de este problema con la familia y con la comunidad”, reconoció el secretario de Salud federal Jorge Alcocer.
En cultura y comunicación se intentará que los jóvenes se apropien del espacio público y desde el programa también se atenderá la oferta de drogas con un enfoque de seguridad pública y la demanda con el enfoque de salud.
Por último el presidente también enfatizó en que se darán opciones de trabajo, deporte y fortalecimiento de autoestima para que los jóvenes sean felices sin necesidad de consumir drogas.
“Nunca más se le va a dar la espalda a los jóvenes; los vamos a abrazar, a proteger para que no tengan vacíos, que no se sientan solos y los enganchen y terminen formando parte de la delincuencia, de las bandas y que no se confundan, que no apuesten a la felicidad efímera, al lujo barato, de la ropa de marca, los carros último modelo, las joyas”.
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Un problema mundial
Las personas víctimas de alguna adicción son cada vez más, lo único que varía es el tipo de droga que consumen.
“El uso de fármacos sin prescripción médica se está convirtiendo en una gran amenaza para la salud pública y para la aplicación de la ley en todo el mundo. Los opiáceos causan el mayor daño y representan el 76 por ciento de las muertes asociadas a consumo de sustancias psicoactivas” revela el informe.
Además, la UNDOC informa que la producción mundial de cocaína alcanzó el nivel más alto jamás reportado, con un estimado de mil 410 toneladas.
“La mayor parte de la producción proviene de Colombia. No obstante, África y Asia están emergiendo como centros de tráfico y consumo de cocaína”, indica el documento.
Otro de los estudios que dan cuenta del grave problema que enfrenta el mundo en materia de drogas y adiciones es el recién publicado Informe sobre el Consumo de Drogas en las Américas 2019, el cual es creado entre la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), la Secretaría de Seguridad Multidimensional (SSM) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), a la cual pertenece México.
“Se estima que el consumo total de alcohol per cápita es superior al promedio mundial. En los últimos cinco años se ha incrementado la tasa de episodios de consumo excesivo, tanto en hombres como en mujeres.
“La última información disponible a nivel internacional indica que el alcohol estuvo relacionado con más de 300 mil muertes en las Américas y en 80 mil de ellas el consumo de alcohol fue determinante”.
Por su parte, la Encuesta Mundial sobre Drogas 2019, informa que las tres drogas más usadas a nivel mundial, sin contar el alcohol y el tabaco, son el cannabis, el MDMA y la cocaína. Siendo la marihuana la sustancia que más aumento ha tenido en su consumo después del alcohol.
Cuando se preguntó a los mexicanos sobre el número de días que habían usado la planta en cualquiera de sus presentaciones en el último año (2018), el 27.2 por ciento dijo que la consumieron más de 301 días en el año (39 por ciento mujeres y 29.3 hombres).
En el mundo, el promedio de días que se usa la cannabis es de 151, la mitad. En relación al tipo de cannabis que consumen en México, 79.2 por ciento de los encuestados dijo fumar marihuana ‘normal’, 72.1 por ciento utiliza la de alta potencia y el 49.6 por ciento prefiere los productos comestibles.
Las resinas (hash) y los concentrados solo fueron respondidos por un 38 por ciento de hombres y 34 por ciento de mujeres. Y a diferencia de los europeos, sólo el 8.8 por ciento de los mexicanos suelen usar cannabis combinado con tabaco.
En cuanto a la cantidad de consumo, el 7 por ciento de los participantes en el estudio dijo no saber cuántos gramos utiliza en un día normal, mientras que el 29.6 por ciento dijo utilizar alrededor de 0.1 o 0.2 gramos.