México aporta 10 mmd al FMI
De las pocas declaraciones noticiosas que se dieron en la pasada cumbre del G-20 en Los Cabos fue el anuncio por parte del Banco de México de que el país aportará 10 mil millones de dólares a disposición del Fondo Monetario Internacional, con tal de unirse al esfuerzo internacional para proteger la capacidad de crédito de esta institución.
Jesús M. Badiola
De las pocas declaraciones noticiosas que se dieron en la pasada cumbre del G-20 en Los Cabos fue el anuncio por parte del Banco de México de que el país aportará 10 mil millones de dólares a disposición del Fondo Monetario Internacional, con tal de unirse al esfuerzo internacional para proteger la capacidad de crédito de esta institución.
Dicha aportación se une a los recursos propuestos por los demás países para sumar 456 mil millones de dólares al llamado ‘Escudo Anticrisis’ del FMI, que se reserva para cubrir las necesidades potenciales de financiamiento de emergencia de alguno de sus miembros.
El FMI aparentemente hizo bien su trabajo de pasar la canasta entre los miembros.
Además de México, China ofreció contribuir con 43 mil millones de dólares, mientras Brasil, Rusia e India también anunciaron que cooperarán con 10 mil cada uno.
También levantaron la manoTurquia, Sudáfrica, Colombia, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas y Tailandia, pero en contribuciones mucho menores. En total 12 países se sumaron durante el foro para apoyar al fondo de emergencia anticrisis.
Esta aportación salió a relucir, pues es un préstamo directo entre Banco de México y el FMI, y el dinero vendrá de la cartera de activos internacionales del Banco Central.
Es decir, esta inversión va completamente aparte a los 14 mil 800 millones que México aporta a la organización como cuota por nuestra participación.
Para ilustrar, nuestra aportación se traduce a 180 mil 715 millones de pesos, siendo la cifra más alta que México ha dado a cualquier organismo internacional.
Es interesante también que esta entrega es más que lo que se presupuesta a la Secretaría de Hacienda o a la UNAM.
Cabe recalcar que por esta aportación original, México recibe a cambio el 1.8 por ciento del voto en las decisiones del organismo.
La Secretaría de Hacienda abogó que es importante que este aumento de cuota se vea como un reconocimiento internacional al crecimiento del país.
Sin embargo, habiendo analizado el mediocre desempeño del FMI, ¿habrá sido esta aportación lo mejor para las finanzas del país?
La cuestión se centra en si será una estrategia benéfica para apostar a seguir la tendencia de las grandes instituciones internacionales que se han visto ineficaces en sus prácticas y políticas.
¿Puede México hoy en día alegar buscar mayor participación en la elaboración y evaluación de los fondos y deudas del mundo, cuando se sabe que ni en nuestros propios estados podemos mantener niveles de deuda sustentables?
Habiendo tantos sectores con necesidad de atención, ¿estamos en posición de otorgar tal cantidad de nuestro presupuesto a este organismo que no podemos controlar?
Sobre todo cuando no podemos decidir dónde se invertirá, y ha mostrado que las políticas por las cuales fue fundada no han funcionado de forma eficaz en recientes décadas.