México, de nuevo el villano
Donald Trump convertirá nuevamente a México en blanco de sus ataques para buscar la reelección en 2020. Con el arranque oficial de la precampaña presidencial el día de hoy, la ofensiva del mandatario podría intensificarse, afectando la relación bilateral y dejando secuelas económicas y sociales en ambos lados de la frontera
Imelda GarcíaEl presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, comienza hoy su precampaña para buscar la reelección y, como hace cuatro años, su villano favorito será México.
Al igual que hace cuatro años, Trump pondrá a México como responsable de todos sus males; solo que ahora cuenta con el poder presidencial.
En la negociación para evitar que el gobierno de Donald Trump impusiera aranceles al país, México aceptó que en 45 días se revisarán los avances para frenar la migración indocumentada.
Ese plazo se cumplirá en plena precampaña de los Estados Unidos, por lo que las amenazas seguramente regresarán y movilizarán nuevamente al gobierno mexicano.
La principal afectación que sufre el país es la económica, pero expertos también prevén que se detonen problemas de índole social.
La situación de tensión continuará hasta noviembre del 2020, cuando se lleven a cabo las elecciones en el país del norte; será entonces cuando los estadounidenses decidan si Donald Trump continuará en el poder o lo deberá ceder a otro político.
La moneda para Estados Unidos —y para México y el mundo— está en el aire.
Historia de confrontación
Desde Florida, Donald Trump lanzará hoy su campaña de reelección con varios temas en su agenda. Uno de ellos, el más importante, es su relación con México.
El acuerdo logrado con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aceptó convertir de facto a México en muro para impedir la migración indocumentada y en tercer país seguro para recibir a los inmigrantes, será el logro que más resaltará Trump respecto a su vecino del sur.
Sin embargo, es previsible que sus ataques contra el país no cesarán y más bien se endurezcan en los próximos meses.
A inicios de su gobierno, una de sus primeras acciones ejecutivas fue para endurecer su política contra los migrantes indocumentados y para cancelar el programa de Acción Diferida (DACA), en el que se encuentran registrados quienes fueron llevados a Estados Unidos siendo menores de edad.
Meses después se construyeron los prototipos para el muro fronterizo y se impusieron aranceles a algunos productos mexicanos.
Las acusaciones y ataques del presidente Trump contra México subían de tono, mientras el entonces presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, lanzaba mensajes en cadena nacional afirmando que el país no pagaría por la construcción del muro.
La tensión entre ambos países creció cuando Donald Trump envió tropas a su frontera con México para contener la migración indocumentada y el paso de narcóticos.
En abril del 2018, el entonces presidente Enrique Peña Nieto respondió al gobierno estadounidense con un mensaje en cadena nacional.
“Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos. No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones (…) Nada ni nadie está por encima de la dignidad de México”, declaró Peña Nieto en su mensaje.
Apenas meses antes, Andrés Manuel López Obrador —entonces presidente nacional de Morena— se promocionaba en los Estados Unidos con un discurso anti-Trump y por el respeto de la soberanía mexicana.
“El discurso racista y la cizaña en contra de los extranjeros le permitió a los actuales gobernantes ganar la presidencia y suponían que iban a mantenerse y reelegirse en el gobierno, alimentando el odio de unos sectores contra otros. Esto es lo que me parece más irresponsable del proceder del presidente Donald Trump: el usar el racismo y la xenofobia como propaganda (…).
“Hay que desmontar las mentiras utilizadas para manipular a ciertos sectores de la población estadounidense. Empezando por advertir que lo de ‘Estados Unidos primero’; es una falacia, un disparate. Por encima de las fronteras nacionales están la justicia y la fraternidad universal”, lanzó López Obrador en agosto del 2017 desde Los Angeles, California, durante la presentación de su libro “Oye, Trump” (Planeta, 2017).
¿El resultado? México ha cedido a las peticiones de Trump con tal de que no se concreten las amenazas de lastimar al país económicamente.
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Ascenso veloz
- Junio 2015 Anuncia Trump su candidatura para los EU
- Noviembre 2016 Donald Trump gana las elecciones
- Enero 2017 Trump se convierte en presidente de los Estados Unidos
- Junio 2019 Arranca Trump precampaña para su reelección
- Noviembre 2020 Se realizarán elecciones presidenciales en los EU
Busca un enemigo
El presidente Donald Trump está obligado a tener una campaña de reelección impactante si quiere permanecer en el cargo hasta el año 2025.
A estos electores es a los que Donald Trump debe convencer de que una crisis golpea a su país y él es el hombre indicado para solucionarla.
En abril del 2011, cuando Barack Obama comenzó su camino a la reelección, su aprobación era del 43 por ciento, un punto menos que Trump.
Los niveles de aprobación de Trump no se han modificado desde su entrada al gobierno, en enero del 2017, cuando tenía los mismos niveles de aprobación que hoy día. Sus puntajes han oscilado entre el 40 y el 46 por ciento
Aunque los números parecen darle una ventaja segura, Trump debe ampliar sus niveles de aprobación si quiere asegurar su reelección; sobre todo, porque en la elección anterior, Hillary Clinton tuvo más votos ciudadanos que él.
En la campaña pasada, cuando compitió con Clinton por la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump convirtió a México en el principal enemigo del desarrollo de su país.
Para abrir su campaña de reelección, el mandatario estadounidense tiene ya un triunfo en la bolsa: consiguió que México se convierta en muro de contención para evitar la migración indocumentada, que ha alcanzado niveles históricos en los últimos meses.
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Migración, el arma
En el transcurso de su mandato, Donald Trump ha tomado varias medidas que han castigado a los países del llamado “Triángulo del Norte” —El Salvador, Honduras y Nicaragua—, lo que ha provocado el crecimiento de la pobreza y la inseguridad en éstos
La agudización de estos problemas ha traído como consecuencia el aumento de la migración hacia el norte del continente; cada vez más personas buscan llegar a los Estados Unidos, huyendo de la violencia y la falta de oportunidades.
En marzo pasado varios medios de comunicación estadounidenses dieron a conocer que el gobierno de Trump mantenía congelados alrededor de 627 millones de dólares destinados a los países de Centroamérica.
A esto se sumó el discurso del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dando la bienvenida a los ciudadanos centroamericanos para que emigraran a México donde, dijo, les estarían esperando miles de empleos en los proyectos del nuevo gobierno.
En octubre del 2018, una primer caravana de migrantes centroamericanos partió desde Honduras hacia los Estados Unidos. Su paso por México ocurrió sin contratiempos, ante un gobierno —aun de Enrique Peña Nieto— que ya trabajaba en la transición.
Ya en la presidencia de López Obrador, los migrantes continuaron llegando a la frontera sur de los Estados Unidos, que los ha devuelto a México para que esperen aquí su trámite de asilo.
De enero a junio, Estados Unidos ha devuelto a México al menos a 12 mil migrantes que esperan en la frontera su oportunidad de ser escuchados por un juez.
La espera puede prolongarse durante meses, en los que permanecerán en México, que se ha comprometido a darles empleo y salud.
Como será complicado cumplir las metas, México será nuevamente el protagonista de los ataques de Donald Trump, que usará al país como arma para ganar simpatías entre los electores.
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En México, solo reacciones
Expertos consideran que este martes, con el lanzamiento de la campaña de reelección de Donald Trump, se inaugura una etapa complicada para México que culminará hasta la elección —en noviembre del 2020—, y para la que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador parece no tener respuesta alguna.
Para Guadalupe Peña, experta en Derecho Internacional y académica de la UNAM y la Universidad Lasalle, el gobierno de López Obrador ha demostrado no tener oficio para delinear una política exterior efectiva, lo que deja al país a merced de los caprichos de Donald Trump.
“El hecho de acceder a sus reclamos, de darle por su lado al mezclar el tema migratorio con el comercial, yo creo que ahí nosotros como país quedamos comprometidos a que cualquier decisión que tenga que ver con la relación bilateral, va a tener que ver con qué tipo de intereses o discurso quiera manejar Donald Trump en su campaña.
“El problema es que estamos en la incertidumbre. Toda decisión de política interior y de política pública (en México) es de ocurrencias; un día se les ocurre una cosa, al otro día se les ocurre otra y no hay una planeación. Y se supone que todo esto depende del Plan Nacional de Desarrollo; pero todo lo que hemos visto no tiene ninguna base, ningún sustento, esas decisiones van así”, expuso Peña, en entrevista.
Al ser un gobierno de reacciones y de improvisación, la administración de López Obrador se encamina no a tomar decisiones de Estado que beneficien al país, sino a continuar en una línea de campaña política permanente.
Las consecuencias, sostuvo la experta, están a la vista: México ha quedado relegado en el ámbito internacional y solo ante una crisis en puerta, con el tema migratorio.
“Tenemos seis meses que no tenemos una línea de política exterior. López Obrador siempre ha dicho que la mejor política exterior es la interior, pero lo que estamos viendo que a nivel internacional México ya no figura. No tenemos ni siquiera el respaldo de los gobiernos de Centroamérica para esta cuestión de la migración.
“Esto de la hermandad latinoamericana, de la unión de Latinoamérica, ya quedó en libros de años pasados. Lo cierto es que, ante esta coyuntura, nadie ha salido a decir: ‘Vamos a respaldar a México’. Y esto tiene que ver con la cerrazón del propio gobierno. Esto de no asistir, de no pronunciarse ante conflictos importantes, no está funcionando. No te puedes cerrar en un mundo tan globalizado. Vamos a la deriva en política exterior”, sentenció Peña.
Para Ignacio Martínez, académico de la UNAM y director del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), las consecuencias del acoso de Trump podrían ser catastróficas para el país si no se toman medidas para prevenir una caída de la economía.
“Esto guarda relación con la caída del mercado interno. Esto nos habla de que Trump no solo tiene la sartén por el mango, sino tiene la cocina y la casa completa”, comentó Martínez, en entrevista.
Donald Trump sabe que su amenaza de imponer aranceles a las mercancías mexicanas no es hueca, insiste el académico; por eso, será su arma principal en esta campaña de reelección.
“Un aumento de aranceles pegaría al ingreso, vía exportaciones, y esto a su vez provocaría una baja en el consumo, que traería una falta de inversión. Y ahora mismo la inversión es totalmente nula, por lo que ya se está teniendo una afectación al consumo.
“Sin duda alguna, el gobierno no tiene de otra más que acelerar el gasto; es la única manera en que podría evitar un golpe mayúsculo en estos tiempos”, manifestó Martínez.
Los expertos conminaron al gobierno mexicano a definir acciones preventivas para los meses siguientes, pues el acoso del presidente norteamericano irá en aumento conforme se acerque la elección.